Tensión de los intereses

Miedo escénico en los bonos por temor a una exhibición de fuerza desde la Fed

Las rentabilidades de la renta fija se disparan mientras los inversores deshacen posiciones en la deuda pública y privada ante la posibilidad de que el banco central acelere el ciclo de tipos de interés.

Powell (espaldas) coge juramento a la gobernadora Lisa Cook.
Powell (espaldas) coge juramento a la gobernadora Lisa Cook.
Archivo / L. I. / Fed

Hoy es día de la Reserva Federal (Fed), el momento de Jerome Powell. Los mercados velan armas ante la decisión de política monetaria más relevante en lo que resta de 2022. También están a la espera de las nuevas proyecciones macroeconómicas para EEUU. Con la inflación desbocada pero en desaceleración y con la economía en recesión pero deteriorándose, las alarmas de los inversores han comenzado a sonar ante la posibilidad de una subida de tipos de 100 puntos básicos, aunque el consenso espera un alza de 0,75 puntos. Hay poco margen para la sorpresa pero esta sería que se anuncie un movimiento de solo 0,5 puntos para evitar desestabilizar al mercado.

La sola posibilidad del golpe más agresivo del actual ciclo de endurecimiento monetario en el peor momento posible lleva castigando a las bolsas durante la última semana, aunque en realidad quien está liderando una vez la evolución bursátil es el mercado de renta fija. La escalada de rentabilidades -y la consiguiente caída de precios por las ventas masivas- se ha notado en especial en la deuda pública europea. En España, el interés del bono a 10 años rendía un 3,1% al cierre del martes, 0,12 puntos más que el lunes y cerca de su máximo anual que a su vez le sitúa en niveles no vistos desde abril de 2014. En Italia, la obligación al mismo plazo escalaba al 4,2%, mientras que el griego rozaba el 4,5%. La referencia de Alemania subió aún más al 1,94%, rebajando incluso las primas de riesgo del resto de países del euro.

Como no podía ser de otra manera, el verdadero protagonista de la sesión fue el bono a 10 años del Tesoro Federal de EEUU. Su rendimiento se elevó hasta el 3,56%, un nivel que no alcanzaba desde abril de 2010 con el inicio de la crisis de deuda europea. No es baladí la referencia temporal puesto que lo que los grandes inversores están descontando es la llegada de una desestabilización del mercado si la Fed sigue aplicando con la misma dureza el histórico ajuste al alza de tipos. Desde marzo, el banco central ha elevado en 225 puntos básicos la tasa oficial y ha comenzado a reducir balance para secar la liquidez monetaria a un ritmo de medio billón de dólares solo en 2022. Sin embargo, los expertos creen que los últimos datos de inflación de agosto -un 8,3%- parece que no dejan espacio a otra cosa que no sea eso: un nuevo golpe agresivo en los tipos. Pero hay matices.

"Los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) han señalado que necesitan ver un patrón consistente de caída de la inflación antes de estar dispuestos a levantar el pie del freno. Con la eliminación de las previsiones, se ha dejado en manos de los inversores la posibilidad de temer un aumento de la inflación. La curva de la deuda pública se ha aplanado de forma notable, con un aumento de 34 puntos en los yields a 2 años y de 6 puntos básicos en los yields a 30 años (por tanto, la curva de 2 años a 30 años se ha aplanado 28 puntos). Los inversores parecen creer que el FOMC seguirá subiendo los tipos a un ritmo acelerado. El pico de los tipos de interés se calcula para marzo de 2023, mientras que el pico previsto de los tipos aumenta hasta el 4,48%”, explican desde la gestora Muzinich & Co.

“A finales de agosto de 2022, el pico previsto para los tipos en marzo de 2023 era de 3,98%. De este modo, los inversores han aumentado el tipo de interés terminal en 50 puntos básicos a la luz de los datos de los precios al consumo de agosto. Es razonable suponer que al FOMC le resultará difícil justificar la ralentización de las subidas de tipos, pero el proceso de decisión del Comité no se basa en un solo dato. Creemos que estarán satisfechos con el endurecimiento que ya se refleja en las condiciones financieras y esperarían que, una vez que estas condiciones se afiancen, la inflación se normalice hasta alcanzar los niveles de precios a largo plazo. ¿Podría darse el caso de que los tipos de interés finales estén ya más que descontados? El mercado seguirá siendo muy sensible a los comentarios del Comité, tras su reunión de fijación de tipos”, añaden desde Muzinich.

“El reto es conocer el nivel de tipos necesario para frenar el empleo, los salarios y, en última instancia, reducir la inflación. El índice de precios al consumo recortado (Trimmed Consumer Price Index) se situó en agosto en el 7,2%, lo cual no muestra ninguna desaceleración. Este índice representa la evolución de la inflación, que elimina las mayores subidas y caídas de los precios, y permite dar una mejor idea de la tendencia general que la inflación subyacente”, comenta Axel Botte, estratega de Ostrum AM (Natixis). “Los recortes de tipos previstos por el mercado en 2023 se están desvaneciendo en favor de un nivel permanentemente alto de tipos en torno al 4,25%”, añade.

Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad de la Abogacía, analiza la posibilidad de un movimiento extremo por parte de Powell y el resto de gobernadores: “Las previsiones son que la Fed suba 75 puntos básicos los tipos de interés, aunque cada vez más voces opinan que la subida podría llegar al 1%, algo realmente poco común. También existe un cierto consenso en que los niveles de llegada de tipos del BCE se han incrementado entre 50 y 100 puntos básicos. El problema, de momento, es que aún no vemos signos claros de que las primeras medidas monetarias llevadas a cabo por Fed o BCE estén teniendo un efecto claro sobre la inflación. Hoy un error en el cálculo de contener a los precios puede ser decisivo para determinar el ciclo a medio plazo. Por ello, cada nueva reunión de los principales organismos monetarios mundiales viene precedida, desde hace meses, por una expectativa de subida de tipos superior a lo inicialmente previsto. Éste es el caso sin duda de la próxima cita”. 

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