Mercado de divisas

'No hay plata... ni plomo': Milei sostiene al cepo en Argentina antes de la dolarización

El nuevo presidente de Argentina apuesta por el gradualismo en la puesta en marcha de sus medidas más radicales como una forma de recuperar la confianza de los inversores internacionales.

Javier Milei ha tomado posesión como presidente de Argentina.
Javier Milei ha tomado posesión como presidente de Argentina.
TÉLAM vía Europa Press

"No hay plata, no hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock". Con las tres negaciones en el discurso de su toma de posesión como presidente de Argentina, Javier Milei, volvió a insistir en la radicalidad de sus recetas para sacar a su país del infierno económico en el que está sumido. Pero la letra pequeña del programa con el que busca resetear la economía parece menos radical, mucho más lento y doloroso de lo que reza la teoría del experimento que pondrá en marcha.

El foco de los inversores permanece fijado en la pantalla de una sola cotización, símbolo de la economía del país: el dólar blue -que roza los 1.000 pesos- y el diferencial con el tipo de cambio oficial anclado de la divisa argentina contra el dólar, que el Gobierno de Alberto Fernández devaluó a 350 unidades antes de las elecciones. La brecha ahora mismo supera el 150% entre lo que en realidad les cuesta a los argentinos comprar dólares y lo que dice el gobierno que vale.

Su evolución permitirá asistir en directo a si se acelera el desastre de Argentina o, por el contrario, se obra el milagro: la recuperación de la fe de los argentinos en su propia divisa -el peso lo sigue siendo en este momento- y, en segundo lugar, si los inversores extranjeros vuelven a confiar su capital en empresas y proyectos. Los dos milagros deben ocurrir antes de que se ponga en marcha cualquier dolarización porque de lo contrario haría inviable el plan de Milei para neutralizar la inflación.

Del 'viva la libertad, carajo... al cepo'

Si algo ha caracterizado la campaña de Milei ha sido enarbolar la bandera de liberalismo más absoluto con varios mensajes que han calado en la población y sus votantes como el "afuera" a la hora de recortar ministerios de su hipotético gobierno, blandir una motosierra con el mismo fin o el "¡viva la libertad, carajo!" con el que arengaba a las masas. Sin embargo, una de las primeras medidas que ha tomado como presidente ha sido prorrogar la vida del denominado 'cepo cambiario', una restricción para comprar, controlar o vender pesos por dólares. 

Tampoco cerrará el banco central por el momento aunque ha perjurado que no emitirá más moneda para cubrir déficits presupuestos y repagar deuda pública, la práctica común del peronismo-kirchenerismo que ha sumido a Argentina en una espiral inflacionista y de inestabilidad financiera sin control. La inflación en el país crecía al 52% interanual en octubre de 2021, al 88% en el mismo mes de 2022 y al 142% este año, según los últimos datos disponibles.

Con la economía en el camino de la hiperinflación, Milei ha apostado toda su política económica al ajuste fiscal, la única política que está en su mano, junto con las privatizaciones de empresas públicas. Su promesa de dolarizar la economía argentina que encandiló a la ciudadanía no es viable en este momento, según los expertos. El billete estadounidense representa la protección, el bienestar y el progreso para los argentinos. Cuando han tenido capacidad de ahorro, el billete verde ha sido su refugio frente a devaluaciones e inflaciones. 

La escasez de dólares está ahogando estos días a empresas y hogares argentinos. También a los bancos que operan en Argentina como BBVA o Santander que están recurriendo a pagarés de cortísimo plazo (pases) emitidos por el banco central BCRA en busca de valores aún más líquidos a 1 día y con menor riesgo que las llamadas Leliqs, un tipo de instrumento como las letras pero que renta intereses equivalentes a los tipos oficiales (133% anual) con crecimientos a 1 mes.

La incertidumbre sobre los precios de canje que planteará el Gobierno de Milei por ese tipo de deuda que ya ha expresado que necesita eliminar está llevando a las entidades financieras a rotar desde esas notas más largas a otras aún más cortas. Se estima que hay en circulación cerca de 40.000 millones de dólares en Leliqs, una criatura financiera que se inventó el BCRA en 2018 para lograr divisa extranjera.

Según la mayoría de economistas, son el primer problema a eliminar porque se trata de una deuda que con los tipos de interés actuales se ha convertido en una bola de nieve que ha crecido tanto que devora la capacidad del banco central. El propio Milei admitía que solo en el momento en el que se eliminen las Leliqs podrán plantearse eliminar el cepo cambiario que está restringiendo la salida de capitales pero también frena por completo la entrada de cualquier inversor extranjero.

El plan inicial de Milei pasa por llegar a un acuerdo con hedge funds y firmas del tamaño de Blackrock para recomprar y reestructurar la deuda. En paralelo, el nuevo gobierno pretende eliminar subsidios masivamente, privatizar empresas públicas y vender concesiones y licencias para atraer capital privado a su sector energético. Solo entonces, casi al final del camino, los argentinos podrán ver cómo se liberar el fatídico cepo que les persigue, de forma más reciente, desde el corralito de 2001.

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