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La sangría del Bitcoin todavía puede ser peor: alerta de curvas entre las criptos

La última caída del mercado de valores y el inicio de la retirada de liquidez por parte de la Fed y el BCE han terminado arrastrando a las criptomonedas hasta su peor crisis desde 2017.

El Bitcoin ha perdido más de la mitad de su valor desde noviembre.
El Bitcoin ha perdido más de la mitad de su valor desde noviembre.
Pexels vía Europa Press
El bitcoin vale la mitad que hace 6 meses, cuando alcanzó su máximo histórico

El Bitcoin está viviendo una de las peores etapas que se le recuerdan desde el desplome de 2017 y la caída que se observó en marzo del 2021, cuanto tocó suelo en los 26.700 dólares. Los precios de las criptomonedas siguen su sangría particular, y el criptoactivo de referencia ya merodea los mínimos anuales, con unas previsiones que no son nada halagüeñas, teniendo en cuenta el telón de fondo imperante.

En las últimas sesiones el precio de la criptodivisa ha caído más del 10% hasta situarse por debajo de los 30.000 dólares este martes, profundizando las pérdidas del fin de semana pasado después de cotizar sobre los 36.000 dólares el viernes anterior. Esto hace que el ecosistema cripto se sitúe en su mayor descenso desde julio del pasado ejercicio.

La última ola de ventas lleva al Bitcoin a cotizar a la mitad de su valor desde los máximos históricos en los 68.990 dólares alcanzado en noviembre de 2021, y es un alejamiento significativo del rango relativamente estrecho en la zona de los 40.000 dólares en la que ha estado moviéndose durante meses.

¿Qué está pasando en estos últimos días? Los expertos buscan soluciones. Katie Stockton, socia gestora de Fairlead Strategies explica en un informe que el Bitcoin ha seguido “el comportamiento de la bolsa, extendiéndose a la baja después de un abril débil”. A su modo de ver, el impulso de corto plazo “se ha deteriorado y ya no está “sobrevendido”, lo que crea “riesgos adicionales para los meses que están por venir”.

El Bitcoin y otros activos digitales deberían, en teoría, cotizar con independencia de los principales mercados financieros. Sin embargo, la reciente sangría en las criptomonedas coincide en gran medida con el comportamiento de las bolsas, y la criptodivisa de referencia ha demostrado en gran medida que está correlacionada con otros activos sensibles al riesgo como la renta variable, y especialmente las acciones tecnológicas.

El Nasdaq Composite, en el que cotizan las compañías ligadas a la tecnología de gran capitalización, ha perdido más del 25% este año, colocándolo en el territorio del mercado bajista, mientras que el S&P 500 ha bajado un 16%. El selectivo de referencia en Wall Street registró su quinta semana consecutiva de pérdidas la semana pasada, que representa la peor racha desde 2011.

Los inversores se enfrentan a un entorno de política monetaria desafiante y dinámico. La Reserva Federal ya se ha movido agresivamente para aumentar los tipos de interés este año, y solo se espera que continúe esta estrategia mientras el banco central lucha contra una inflación históricamente alta. “Esto corre el riesgo de mellar significativamente la demanda económica, causando una recesión”, comentan los expertos de Atlantic Capital.

La continuación de los severos confinamientos de Covid-19 en China, que amenazan con comprometer las cadenas de suministro globales, limitando el acceso de las empresas a los materiales y solo avivando aún más la inflación, solo complica las cosas. En este contexto, a los “activos de riesgo” como las acciones tecnológicas y las criptomonedas les está yendo particularmente mal a medida que se deteriora la confianza de los inversores, en parte porque las rentabilidades de los bonos siguen aumentando y se hacen cada vez más atractivos.

El rendimiento del bono de Estados Unidos a 10 años se acercó al 3,2% recientemente, lo que lo encaminaría a cerrar en los niveles más altos desde finales del 2018. En este sentido, cuando las rentabilidades repuntan, las matemáticas son difíciles para los activos de mayor riesgo, como es el caso del Bitcoin: las rentabilidades más altas reducen el rendimiento adicional en relación con los bonos que los inversores esperan obtener al realizar apuestas de un riesgo más elevado.

Más sufrimiento en el corto plazo

Entonces, ¿dónde encontrarán las criptomonedas el suelo de mercado? Los expertos consideran que, en el corto plazo, se espera que la volatilidad continúe, y es posible que no se produzca un cambio significativo de la tendencia que ya se ha puesto en marcha.

El Bitcoin puede estar en camino de reiniciar una tendencia bajista pronunciada”, asegura Yuya Hasegawa, analista del exchange Bitbank. Los datos de inflación de abril en Estados Unidos van a publicarse en los próximos días y serán observados con una gran atención. Es probable que los inversores se aferren a la cifra a medida que el mercado sigue revisando sus estimaciones sobre cuán agresiva será la política de la Reserva Federal.

Si el IPC creció más del 8,5% en términos anualizados el mes pasado, que es lo que esperan los mercados, los inversores podrían interpretarlo como una señal de que la Fed se moverá de manera más agresiva, y esto podría conducir a una venta continua. “Aunque no será suficiente para revertir completamente el sentimiento del mercado, las lecturas más bajas del IPC serán suficientes para respaldar el precio del Bitcoin temporalmente”, ahonda Hasegawa.

 “Hasta entonces, el precio tiene que mantener el nivel psicológico de los 33.000 dólares, que también cerca de los mínimos de 2022, para evitar que el sentimiento negativo se agrave todavía más”, resalta. Otra señal negativa para el criptomercado es que el dinero institucional puede estar liderando la presión sobre los precios, según Marcus Sotiriou, analista del bróker GlobalBlock. El experto opina que antes de la caída reciente el precio de Bitcoin tenía un descuento en comparación con las cifras de Binance.

“Esto es revelador ya que un mayor porcentaje de instituciones usan Coinbase en comparación con los inversores minoristas, mientras que Binance representa el caso opuesto”, añade Sotiriou. “El desajuste de precios mencionado sugiere que las instituciones actualmente no están tan interesadas”, concluye.

Otro de los motivos de preocupación de los inversores ha sido lo sucedido en una de las principales criptomonedas que se usan como fuente de liquidez y cuyo valor está ligado a otra divisa. Se trata de TerraUSD, conocidad por ser la primera stablecoin "totalmente algorítmica", que ha perdido en los últimos días su paridad con el dólar y, por tanto, su sentido. Esta cripto tiene un funcionamiento complejo y está gestionada por la Fundación Luna, que ha tenido que poner miles de millones de dólares en Bitcoins como respaldo para sostener el valor y funcionamiento de la criptodivisa.

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