Pagará 5,83 céntimos en efectivo 

Santander recomprará 1.000 millones en acciones para completar el dividendo

Así lo ha acordado el consejo de administración de la entidad, que espera ahora la autorización del BCE. 
El banco repartirá entre sus acciones un 40% del beneficio entre adquisición de títulos y pago en efectivo.

Ana Botín
Santander anuncia una recompra de acciones por 979 millones de euros. 
RICARDO RUBIO - EUROPA PRESS

El Banco Santander pagará a sus accionistas a partir del próximo 2 de noviembre un dividendo en efectivo de 5,83 céntimos por acción con cargo a los resultados de 2022 y también llevará a cabo un nuevo programa de recompra de acciones propias cuando obtenga autorización para ello. En un hecho relevante remitido este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y recoge Efe, el banco explica que ambas decisiones se apoyan en la política actual de remuneración al accionista con un porcentaje en torno al 40% del beneficio ordinario del Grupo, que se distribuirá a partes iguales entre pagos en efectivo y recompras de acciones.

Así lo ha acordado este martes el consejo de administración de la entidad, que explica en su comunicado que el último día de negociación de la acción con derecho al cobro de dicho dividendo a cuenta será el 28 de octubre de 2022. En cuanto al programa de recompra de acciones, la entidad explica que prevé destinar al mismo en torno al 20% del beneficio ordinario del Grupo (unos 979 millones de euros) y añade que ofrecerá más detalles antes de ponerlo en marcha.

El banco anunció el año pasado, por estas mismas fechas, el lanzamiento de su primer programa de recompra de acciones para remunerar a sus accionistas, al que destinó unos 840 millones de euros y que llevó a cabo en varios tramos. Según explicó entonces la entidad, la principal ventaja de una recompra de títulos cuando las acciones cotizan por debajo de su valor en libros es que al reducirse el número de acciones en circulación se aumenta el valor tangible por acción.

Y además, esta fórmula no tiene efecto fiscal para los accionistas y permite una mejora del beneficio por acción y de los dividendos futuros, añadía. El Santander tomó esta decisión en septiembre de 2021, poco después de que el Banco Central Europeo (BCE) levantara el veto a los dividendos que impuso a la banca en 2020 tras el estallido de la pandemia, con el objetivo de que las entidades contaran con más capital, apoyaran a la economía y cubrieran los deterioros de sus balances.

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