Reduce su exposición

Santander coloca entre fondos el crédito de 700 millones a Grupo Cobra en Brasil

El banco ha contactado con varias firmas de inversión para sindicar el préstamo que concedió a la antigua filial de ACS en la compra de once concesiones de crudo a Petrobras por 1.100 millones.

Ana Botín
Ana Botín, presidenta ejecutiva de Banco Santander
EFE

Banco Santander se ha lanzado a colocar entre los fondos de inversión el megacrédito de 700 millones que concedió a Grupo Cobra para su última ofensiva en Brasil, según varias fuentes del mercado consultadas por La Información. El proceso se encuentra en una fase muy incipiente. La entidad que preside Ana Botín apenas ha mantenido los primeros contactos con un grupo muy limitado de firmas de inversión, posibles candidatas a formar parte de la sindicatura que está diseñando el banco. Banco Santander no ha hecho comentarios ante las preguntas de este medio.

El banco dio oxígeno a la antigua filial de ACS -hoy en manos de la francesa Vinci- para la compra, a través de su división energética Carmo Energy, de once concesiones de petróleo a Petrobras, gigante de los hidrocarburos controlado por el Estado brasileño. El monto de la operación alcanzó los 1.1000 millones de dólares (más de 1.090 millones de euros).

Grupo Cobra se está convirtiendo en un actor de peso en Brasil a base de lucir la billetera. Con la citada transacción, la antigua filial de servicios de ACS tomó el control del llamado clúster Carmópolis, que comprende un paquete de los activos de la cuenca Sergipe-Alagoas. En concreto, alrededor de 3.000 pozos de extracción de crudo, así como infraestructura de procesamiento, almacenamiento y transporte de petróleo y gas natural. 

Por su envergadura el acuerdo sellado a finales de 2021, supuso la mayor operación de trasvase de activos de petróleo y gas natural en la historia de Brasil. De acuerdo con la información comunicada al mercado en diciembre del año pasado, la transacción se estructuró en tres pagos, empezando por un desembolso inicial de 275 millones de dólares y otros 550 millones al cierre de la venta. Cobra se comprometió a aportar otros 275 millones doce meses tras la firma del acuerdo.

Banco Santander jugó un papel clave como acreedor del grupo de servicios industriales. Ahora, la entidad quiere reducir su riesgo. Inicialmente, el banco va a orientar la búsqueda en fondos de inversión, en lugar de priorizar un sindicato bancario. Esto concede a Santander mayor flexibilidad a la hora de estructurar la operación pues, por lo general, las firmas de inversión están en disposición de ofrecer calendarios de amortización más amplios

La entidad ha orientado la búsqueda en los fondos de inversión dada la mayor flexibilidad que éstos pueden ofrecer en comparación con los bancos

La propuesta de Banco Santander es susceptible de no encajar en cierto perfil de inversores, dadas las reticencias de muchos fondos a elevar su exposición al mercado de los hidrocarburos, por su difícil encaje en los criterios ESG (ambientales, sociales y de buen gobierno). Los eventuales compradores de la deuda también escrutarán el riesgo de la multinacional petrolera Royal Dutch Shell Plc (Shell), uno de los clientes (off-takers) de los activos que compró Cobra debido a su papel en la cadena de producción de los pozos del clúster Carmópolis.

La actividad de Banco Santander en Brasil vive un periodo de especial agitación al calor de la apuesta renovable del banco. La entidad está trabajando para dotarse de 500 millones de euros de munición para la financiación de proyectos fotovoltaicos en el país latinoamericano, el mercado individual más grande para la compañía que preside Ana Botín. Con este objetivo, Santander ha solicitado un préstamo de 200 millones de euros al Banco Europeo de Inversiones (BEI), como adelantó La Información el pasado mes de julio.

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