Tras las protestas a raíz del caso Floyd

Blancos, negros y brutalidad policial en EEUU... visto a la luz de las estadísticas

Cada año mueren abatidos por la policía más blancos en total que negros pero hay bastantes más de los segundos en las cárceles que de los primeros.

Protestas EEUU
Varios manifestantes protestan ante la Casa Blanca durante esta semana pasada.
EP

En 2015 el diario 'The Washington Post' empezó a publicar infografías muy completas sobre el número de personas muertas en EEUU por la policía. Mueren unas 1.000 personas cada año. La mayoría son blancos.

A primera vista, esa información es sorprendente porque la idea que tenemos todos es que la mayor parte de las personas abatidas por la policía de EEUU son de raza negra. Ahora bien, cuando se cruzan los datos en función del peso de cada raza en el país, las cosas cambian. Por cada millón de habitantes caen abatidos más negros que blancos: 6,66 negros por millón; contra 2,9 por millón en los blancos. Eso es lo que salta a los medios de comunicación de EEUU y de todo el mundo y causa una enorme indignación. A EEUU le gustaría ser una sociedad multirracial integrada, pacífica y en buena convivencia. En muchas películas y en series de televisión se proyecta esa imagen. Blancos, negros, asiáticos y latinos todos juntos formando parte de un equipo en oficinas en Nueva York, en la policía de Hawai y en vecindarios solidarios.

Pero eso solo existe en la ficción. La verdad da muestra de una gran diferencia entre las razas y mucha desigualdad desde hace siglos. "Todo esto es cierto 401 años después de la llegada de los primeros esclavos a estas costas, 155 años después de su emancipación, más de cinco décadas después de la aprobación de las leyes de derechos de voto", decía un artículo de la web mpr.com. 

En EEUU suelen decir que la desigualdad se combate con el ascensor social, pues el sistema permite que personas de cualquier origen y raza puedan llegar muy alto. La prueba es que en las últimas décadas las elites han cambiando, lo cual se nota en el ascenso de nuevas empresas y empresarios en EEUU. El consejero delegado de Google es indio. La presidenta de Pepsico fue hasta hace poco una india. Ahora es un español de origen catalán, Ramón Laguarta. El gallego Antonio Martínez llegó a ser presidente de Kodak. El consejero delegado de Microsoft es Satya Nadella, un indio. El consejero delegado de Kellog’s hasta 2005 fue el cubano Carlos Gutiérrez. Un negro ha llegado a ser presidente de EEUU.

En Europa, no existe tanto ese ascensor social. En la lista de grandes empresas están casi las mismas que hace 50 años. Los que presiden esas empresas son principalmente europeos y son los mismos desde hace años, según informaba un reportaje de 'The Wall Street Journal'. Pero aunque no haya un poderoso ascensor social para evitar las desigualdades, en Europa existe el igualador provisto por el Estado de Bienestar: la salud pública y la educación pública financiados con elevados impuestos, tratan de distribuir la renta de ricos a pobres para que las diferencias sociales sean menos acusadas. Y lo son.

En cambio, en EEUU no existe ese Estado de Bienestar por lo cual, las malas condiciones de vida de los menos favorecidos, les condenan a una vida peor que una familia modesta en Europa. O al crimen. Una familia blanca media americana tiene unos ingresos de 70.000 dólares al año, y una familia negra, de 40.000 dólares. El 17% de las familias afroamericanas viven por debajo del nivel de pobreza, según las estadísticas de 2018 de Census Bureau. En las familias blancas, ese porcentaje es de 5,8% en 2018.

Además, las familias afroamericanas están más desestructuradas. Hay más familias monoparentales entre los negros que los blancos. Estados Unidos es el país del mundo con mayores familias monoparentales (single parent): casi una cuarta parte de los niños americanos (23%) vive con un solo padre o una sola madre. Y los niños de las familias afroamericanas son, de lejos los que más sufren este fenómeno pues de todas las familias monoparentales, el 66% son niños negros que crecen con un solo padre o madre. Según un estudio de Pew Research, hay una estrecha relación entre problemas económicos y separaciones. Si a ello se une que los negros. no tienen el amortiguador del Estado de Bienestar europeo, se explica el mayor índice de criminalidad entre los negros.

Anualmente, mueren asesinadas en EEUU unas 15.000 personas, según el FBI. Es un país muy violento si se comparan con las tasas en Europa (325 millones de habitantes en EEUU contra 500 millones en la Unión Europea contando aún Gran Bretaña). En la Unión Europea, a pesar de tener más habitantes que EEUU, murieron asesinadas 5.000 personas en 2018, según Eurostat. Tres veces menos. (Por cierto, España es uno de los que menos asesinatos tiene de la UE, menos que Suecia).

También EEUU tiene un triste récord de población carcelaria. Más de 2,2 millones de personas, a las que se unen 4 millones más que están en régimen de libertad condicional (probation o parole). Tienen la mayor tasa de personas encarceladas del mundo. Eso significa que algo falla en su sistema. En proporción, los negros componen la mayor población carcelaria pues equivalen al 37% del total, seguidos de los blancos, con el 32%. Pero si se calcula esta estadística en función del peso de esas razas en la población total, la proporción de afroamericanos es todavía más alta. La explicación a primera vista es que, al tener condiciones económicas peores, hay más posibilidades de que cometan crímenes.

Donde se revela el choque entre blancos y negros es sobre todo en las calles, entre policías y criminales. Cada año mueren asesinados entre 150 y 200 policías en EEUU, según la Officer Down Memorial Page. Este año 2020 ya van por 95 policías caídos "en cumplimiento del deber". (En España, mueren cumpliendo su servicio tres policías al año, según el Ministerio del Interior). El índice de policías asesinados o agredidos en EEUU es tan alto que, ante cualquier altercado, la actitud de un policía es poner la mano en la pistola, acercarse con desconfianza y actuar con brutalidad. A la menor señal de duda, disparan. Tienen la percepción de que la alternativa es su vida o la del sospechoso. Por eso hay tantas muertes absurdas. Pocos días antes de la muerte de George Floyd, un policía blanco mató a un joven negro que estaba haciendo deporte.

A pesar de ello, la policía sigue siendo una de las instituciones más apreciadas por los norteamericanos, aunque no tanto por los afroamericanos, según una encuesta de Cato Insitute. El 77,1% de los policías son blancos, según Census Bureau. El 13,3% son afroamericanos. Hay una elevada proporción de blancos, con lo cual hay más posibilidades de que un policía blanco se enfrente a un negro. Sin embargo, durante los disturbios tras la muerte de George Floyd por un policía blanco que le retuvo con la rodilla sobre el suelo, fueron asesinados cuatro policías: dos negros y dos blancos.

En 2017 la policía arrestó a 8,1 millones de personas en EEUU por diversos motivos, desde robo de coches hasta asesinatos. La inmensa mayoría de los arrestados fueron blancos, según el FBI. Es decir, 5,6 millones de blancos. El 69%. Pero si se aplica la ley de la proporción poblacional (61% blancos, y 13% negros), la perspectiva cambia bastante: los negros arrestados son el doble en función de su peso en la población del país.

Son estadísticas que descolocan un poco cuando se trata de analizar a fondo la realidad criminal en EEUU. La percepción en Europa es que en EEUU los policías blancos persiguen y matan brutalmente a los negros, pero las estadísticas indican que mueren muchos policías, se cometen muchos crímenes y hay muchos prisioneros en las cárceles.

EEUU es una sociedad muy violenta, sobre todo a partir de los años 80 del siglo pasado. También es cierto que la facilidad para portar armas es una causa que explicaría la violencia. Y desde luego es cierto también que hay una fractura social y racial evidente. Todo lo cual sorprende en un país que se presenta como la mayor democracia del mundo.

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