Sin vías de financiación

El 'oro de Maduro': por qué Reino Unido retiene el último recurso del chavismo

Las sanciones de EEUU contra la petrolera estatal de Venezuela han cortado una fuente de ingresos vital para el chavismo. En plena debacle económica, el oro es una de sus últimas alternativas de financiación.

La justicia de Reino Unido le quita el oro a Maduro y decide que Guaidó acceda a la reserva
El oro de Maduro: el último recurso del chavismo sigue retenido en Londres.
L.I.

El último recurso de Nicolás Maduro para paliar el desastre económico venezolano se esconde en el Arco Minero del Orinoco (AMO) y en las bóvedas del Banco de Inglaterra. En el estratégico AMO, el chavismo explota 7.000 toneladas de reservas de oro a través de empresas mixtas participadas por el Gobierno de Caracas y con una creciente presencia de Rusia y China. En Londres, retenidas entre los muros de 'The Old Lady', 31 toneladas de lingotes de oro con un valor aproximado de 1.300 millones de dólares protagonizan una batalla legal entre Maduro y el emisor británico en torno a una pregunta ‘envenenada’: ¿Quién es realmente el presidente de Venezuela, Maduro o el líder opositor Juan Guaidó

La respuesta parece obvia dada la postura hacia el chavismo del Gobierno del Reino Unido, que el pasado jueves impuso sanciones contra varios altos cargos de seguridad del Ejecutivo de Maduro, al que el 'Foreign Office' definió como un "régimen ilegítimo (...) responsable de violaciones de derechos humanos". El propio Ministerio de Exteriores británico recalcaba que el 'castigo' llega poco después de las "profundamente fraudulentas elecciones a la Asamblea Nacional (Parlamento)" venezolano, en las que el chavismo obtuvo el 91% de los escaños en medio de una abstención histórica y la condena de buena parte de la comunidad internacional. La Justicia británica, sin embargo, no lo tiene tan claro.

El litigio por el oro venezolano depositado en Londres viene de lejos. En medio del cerco de EEUU a las fuentes de financiación del chavismo y las sanciones contra la petrolera estatal venezolana PDVSA, el Gobierno de Maduro intentó repatriar la mitad de esos lingotes en diciembre de 2018. No tuvo éxito: su crisis de legitimidad por las irregularidades en las elecciones de aquel año y las sanciones de Washington contra la cúpula chavista por supuestos vínculos con redes de narcotráfico y tramas de lavado de dinero habían encendido las alarmas del Banco de Inglaterra. Solo unas semanas después, la eclosión del joven líder opositor Juan Guaidó, quien se autoproclamó "presidente encargado" de Venezuela y obtuvo el reconocimiento inmediato de más de 50 países, enterró definitivamente las aspiraciones de Maduro. Guaidó centró sus esfuerzos en hacerse con el control de los recursos estatales y solicitó en una carta a la entonces ‘premier’ Theresa May y al exgobernador del Banco de Inglaterra, Mark Caney, que no entregaran las reservas de oro al chavismo porque éste lo usaría "con fines corruptos". La maniobra funcionó y, ante la negativa de Londres, Maduro contrató al bufete del abogado británico Sarosh Zaiwalla para lanzarse a la batalla legal.

La balanza se inclinó inesperadamente a favor del chavismo el pasado octubre, cuando el Tribunal de Apelación de Londres anuló un veredicto del Tribunal Superior británico que daba a Guaidó el control de las reservas de oro depositadas en el Banco de Inglaterra con el argumento de que Reino Unido había reconocido al líder opositor como "presidente interino" de Venezuela. Bajo esta hipótesis, el Banco de Inglaterra no estaba autorizado a entregar los 1.300 millones en oro al Banco Central de Venezuela (BCV), cuya actual directiva sigue las directrices de Maduro. Sin embargo, el tribunal de apelación consideró ambiguo el reconocimiento de Guaidó porque el Gobierno británico también reconoce ‘de facto’ a la Administración de Maduro, con la que mantiene relaciones diplomáticas. El caso volvía así al Tribunal Superior, quién ahora debe determinar de forma concluyente a quién reconoce Londres como presidente venezolano.

Guaidó y la ambigüedad de Europa 

  • El reconocimiento internacional de Guaidó se ha caracterizado por la ambigüedad desde que el líder opositor se autoproclamó “presidente encargado” de Venezuela e intentó crear una bicefalia para forzar la caída del chavismo. Tras lograr el inmediato respaldo de EEUU, medio centenar de países le reconocieron como legítimo mandatario, incluido Reino Unido, España y gran parte de la UE. Estos gobiernos, sin embargo, mantienen relaciones diplomáticas con el chavismo. Veinte meses después de la eclosión de Guaidó, Maduro está incluso más aferrado al poder: mantiene el control de las fuerzas de seguridad y el ejército y de otras instituciones claves como el Consejo Electoral o el Tribunal Supremo.

La posición del Estado británico está, por tanto, en el epicentro de la guerra por el oro, aunque nada apunta a que el chavismo pueda acceder a dichas reservas a corto plazo. La División Comercial y de la Propiedad del Tribunal Superior de Londres dio la razón la semana pasada al líder opositor al "detener" el proceso hasta que la máxima autoridad judicial británica se pronuncie sobre el enésimo recurso en esta batalla legal -los abogados de Guaidó sostienen que el Tribunal de Apelaciones debió aceptar sin cuestionarlo el reconocimiento del Gobierno del líder opositor bajo la 'Doctrina de una sola voz', que obliga a las instituciones del Estado a actuar unificadas en política exterior- y estimó que pueden transcurrir "hasta dos años" antes de que el caso regrese al Tribunal Superior.

Por qué necesita el oro Maduro

En medio de la grave crisis económica y humanitaria que padece Venezuela, el oro se ha convertido en una de las pocas alternativas de financiación y liquidez para el chavismo. De ahí el interés de Maduro en explotar las minas del Arco Minero del Orinoco, una inmensa zona que se extiende hasta la frontera con Guyana, al este, y en la que también abundan el hierro, la bauxita, los diamantes y el coltán. Es una zona estratégica para un chavismo que intenta, apoyado por empresas extranjeras, compensar el desplome de la industria petrolera con los proyectos de extracción. Maduro ha aprovechado el oro que allí se extrae sin mayores controles de transparencia desde el año 2016 y también los lingotes que resguarda el Banco Central de Venezuela (BCV) en su sede en Caracas para resistir ante las sanciones económicas -que han resultado del todo ineficaces en su objetivo de desencadenar un relevo en el Palacio de Miraflores, aunque sí han agravado el colapso económico y el sufrimiento del pueblo venezolano-. 

El Banco Central de Venezuela fue la institución bancaria que más oro vendió en el mundo durante los años 2017 y 2018, según datos del Consejo Mundial del Oro, con Rusia, Emiratos Árabes Unidos y Turquía (uno de los aliados comerciales de Maduro) como principales compradores. Russ Dallen, socio gerente del banco de inversión Caracas Capital, estimaba en una investigación publicada por la 'BBC' que el Gobierno de Maduro exportó en esos años oro valorado en más de 2.000 millones de dólares.

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