Trump pide un Brexit 'duro' y pone sobre la mesa 350.000 millones en comercio

Theresa May y Donald Trump
Theresa May y Donald Trump
EFE

Donald Trump y Theresa May se reunieron este martes para sentar las bases de la futura relación comercial entre EEUU y Reino Unido tras el Brexit. De poco más podían hablar, ya que la primera ministra británica dejará el cargo este viernes 7 de junio, tras no haber logrado aprobar en la Cámara de los Comunes (en tres ocasiones) el acuerdo de salida firmado con la UE el pasado noviembre.

Por eso, la principal preocupación del presidente de EEUU ha sido pregonar las ventajas de un Brexit 'duro' en un mensaje dirigido veladamente al sucesor de May en Downing Street. Paralelamente, se ha comprometido a que el futuro acuerdo comercial bilateral entre los dos países triplique el actual volumen de importaciones y exportaciones. Eso significaría pasar de unos 114.500 millones en total a unos 343.000 millones de euros, según los datos de Trademap.

A Donald Trump poco le importan las formas a la hora de influir en el extranjero. Este martes, en plena visita de Estado a Reino Unido, no dudó en lanzar dos mensajes paralelos a México casi simultáneamente. Por un lado, afirmaba que "probablemente" los aranceles del 5% entren vigor el próximo lunes para todos los productos del país centroamericano; por otro, calificó de "invasión" la llegada de inmigrantes mexicanos a EEUU.

Y ello a pesar de lo que señalan los últimos datos: una reducción del 90% en los últimos 20 años y que en 2018 Honduras y Guatemala le superaron y se convirtieron en los principales focos migratorios. Dos declaraciones aparentemente inconexas, pero que si se juntan podría parecer que Trump está sugiriendo que México acepte pagar el muro fronterizo a cambio de no tocar el acuerdo comercial vigente. Algo parecido a las negociaciones para el nuevo acuerdo comercial que está negociando con May en Londres.

Desde que se bajó del avión presidencial, y tras un intercambio previo de insultos con Sadiq Khan, el alcalde londinense, Trump se ha pasado las últimas 48 horas animando abiertamente a que Reino Unido lleve a cabo un Brexit 'duro', sin acuerdo alguno con la UE. Por eso, mostró sin tapujos su predilección en la cuestión de la sucesión de May: su candidato idóneo es un reconocido euroescéptico como Boris Johnson, de quien afirmó que sería un "excelente" primer ministro de Reino Unido. Asimismo, en una entrevista en 'The Sunday Times', Trump declaraba que el mejor negociador para la salida de Reino Unido de la UE sería Nigel Farage, el flamante ganador de las elecciones europeas con su Partido del Brexit.

Aunque Theresa May tiene poco poder de decisión, de su sucesor cabe esperar que lidere el proceso de desconexión con la UE y desencalle finalmente el Brexit. Sin embargo, la elección no será fácil, después de la dolorosa derrota de los conservadores en las elecciones europeas, en las que la formación de Farage obtuvo el 33% de los votos, seguido de los proeuropeos del Partido Liberal Demócrata con el 20,1%, los Laboristas con el 16,1%, los Verdes con el 10,6, relegando a los 'tories' al quinto puesto con el 8% de los sufragios. En este sentido, los perfiles más proBrexit como el de Johnson se erigen como favoritos de cara a la sucesión en el Partido Conservador y en Downing Street.

De hecho, el posicionamiento expreso de Trump a favor de Johnson no hace más que avivar las esperanzas de quienes desean un Brexit 'duro'. Cabe recordar que presidente de EEUU solo ha pedido reunirse con dos personas al margen de las visitas protocolarias a la Reina Isabel II (como jefa de Estado) y a Theresa May (como jefa de Gobierno): por un lado, a Boris Johnson, favorito de por sí en las casas de apuestas británicas, donde se paga entre 2,5 a 1 y 4 a 1 su victoria.

La posibilidad de un acuerdo bilateral sin las restricciones que supondría que Reino Unido permaneciese dentro del bloque económico europeo es algo que la Administración Trump lleva tiempo codiciando. Principalmente, porque fuera de la UE el poder de negociación de Reino Unido, aunque actuase como tercer país, sería menor y tendría que llegar a acuerdos individuales con cada socio comercial. Y si hay algo que sabe hacer Trump es sentarse a negociar con una buena jugada en mano.

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