Todavía hay medidas contra la Covid vigentes en la CAM como el toque de queda de 00:00 a 06:00, el cierre de comercio a las 22:00 y las limitaciones de aforo.
Unas cuatrocientas personas, entre sanitarios y vecinos, coreaban cánticos como: "Este personal se tiene que quedar" y "La precariedad es un acto criminal", y han llegado a cortar el tráfico durante varios minutos.
El número de pacientes hospitalizados en planta ha descendido en 19 con respecto al día anterior, situándose en 1.279, y el de pacientes en UCI ha aumentado hasta 301, con 149 altas hospitalarias.
Las pruebas se van a realizar principalmente en los campus universitarios de la región y tendrán carácter voluntario entre personas con edades comprendidas entre los 18 y los 29 años.
Las residencias que no tengan test antigénicos deberán propiciar que sus residentes aporten una PCR para poder volver al centro.
En cuanto a las hospitalizaciones, se ha roto la tendencia descendente, con 1.266 ingresados frente a los 1.239 del lunes, al igual que los pacientes en UCI que suben a 294, cinco más que el día anterior.
La Consejería de Sanidad quiere advertir "sobre la confusión, más que información", que van a generar los test rápidos de anticuerpos.
Guzmán El Bueno y La Elipa en Madrid capital, La Moraleja en Alcobendas y Barcelona en Móstoles continuarán confinadas perimetralmente.
El despliegue estará compuesto por 2.500 policías nacionales y 4.500 guardias civiles, y será intensivo durante el largo puente festivo que comienza mañana viernes.
La tasa de incidencia acumulada a 14 días de la Comunidad de Madrid se sitúa en los 221 casos por 100.000 habitantes, con un descenso en casos del 77% respecto al pico máximo de la segunda ola.
La Consejería de Sanidad, que realiza pruebas PCR a toda persona que llega en cayuco o patera, decretó la medida tras comprobar que había casos de quebrantamiento del aislamiento voluntario.
El consejero de Sanidad ha explicado que la Consejería de Sanidad está trabajando en la validación de un autotest, en el que ya no se utilizará la digitopunción ni el hisopo nasofaringeo, sino que serán test de saliva.
Son dos de las principales propuestas de la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid que ya han sido remitidas al Ministerio de Sanidad.
Las medidas afectan a toda la autonomía a excepción de aquellas localidades que por su incidencia continúan en nivel 3.
La presidenta madrileña señala que ha recuperado su agenda por ser "prácticamente imposible" que contagie. También señala que hay que "convivir con el virus".
El decreto alude a los establecimientos comerciales de todo tipo y grandes superficies que no podrán albergar a más de un 50% del aforo máximo permitido.
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha resaltado la importancia de una buena ventilación en los locales cerrados donde ese reúne mucha gente, donde suelen haber más contagios.
El plan de reclutamiento de la CAM abre la puerta al traslado forzoso del personal con un contrato de refuerzo Covid, el mismo que el 31 de diciembre debe decidir si renueva su vínculo con el SERMAS.
Valladolid es la provincia más afectada por el coronavirus, con 21. 097 infectados y alrededor de 400 nuevos casos. Por otro lado, Soria es la que menos se resiente de la región con 4.548 contagios.
El vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado (Ciudadanos), es partidario de cerrar la región más días, hasta el 'Black Friday', el próximo 27 de noviembre.
El criterio utilizado para tomar la decisión ha sido la incidencia. La administración madrileña ha fijado en 500 la cantidad de casos por cada 100.000 habitantes por los que se decreta un confinamiento perimetral.
El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid publicó las nuevas restricciones para la región, adaptándose al nuevo decreto del estado de alarma para frenar la propagación de contagios.
Esta cifra triplica las que se alcanzaron en la comunidad autónoma en la primera ola de la Covid.
El Ejecutivo regional ha informado de que la médico Marta Sánchez-Celaya ha sido relevada "a petición propia" y será sustituida por la doctora Sonia Martínez Machuca.
Los empresarios aseguran que "el sector no puede competir con la restauración tradicional en un mercado tan frágil y débil como el actual, con productos de quinta gama o de catering".
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