La socimi Zambal Spain pasó de presentar un beneficio de 100 millones de euros al cierre de 2019 a uno de 32 millones al final del 2020. El paso de la pandemia provocó un agujero de 68 millones de euros en las cuentas de esta socimi, que es la cuarta más grande -en cuanto a capitalización bursátil- de las cotizadas inmobiliarias que ofertan sus acciones en el BME Growth. El vehículo es propiedad de la familia francesa Castel, una de las más millonarias del país galo.
La sangría se extiende hasta los activos. Su valoración experimentó un descenso desde los 973 millones de euros hasta los 940 millones en un año. A esto hay que sumarle que los ingresos por arrendamiento pasaron de 54.270 en 2019 a 52.405 en el primer año de la pandemia. Aún así, no todo está perdido. Sus acciones se han revalorizado al alza un 2,48% en lo que va de este año.
Esta subida se debe en parte a que la familia no ha frenado su actividad en España. La empresa firmó en febrero un contrato de promesa de compraventa de 36,5 millones de euros para adquirir un edificio de oficinas situado en una finca de Las Rosas que en su pasado albergó la actividad de Isban, una filial del Banco Santander. La compra es un hecho ya que Zambal le entregó al vendedor un aval bancario equivalente al 10% del precio.
Los Castel
Los Castel no son novatos en el mundo de los negocios. Esta familia francesa acumula un patrimonio que la prestigiosa revista 'Forbes' calcula en 10.000 millones de euros. El árbol genealógico de los miembros de Groupe Castel está conformado por nueve hermanos. La cabeza de la maquinaria familiar es, por ahora, Pierre Castel, que tiene 94 años.
El clan de nueve hermanos gestiona Groupe Castel, y su actividad se centra en la producción de cerveza, vinos y refrescos. De hecho, el imperio vinícola está repartido en más de 20 viñedos en Francia, 1.600 hectáreas en África y 17 fincas en Marruecos. Algunos de sus marcas más conocidas son Châteaux Castel Grands Crus, Barton&Guestier, Patriatche, Listel y Kreiter.
La solidez de la familia es un hecho, pero sus operaciones enfrentan algunos riesgos. La auditoría hecha a las cuentas señala riesgos operativos como posibles situaciones de conflictos de interés, cambios normativos y reclamaciones judiciales; riesgos asociados al sector inmobiliario como la ciclicidad del sector; riesgos a la situación macroeconómica; y riesgos a las acciones, como falta de liquidez o la evolución de la cotización.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios