Familias españolas y extranjeras se han visto seducidas a través de los años por las ventajas fiscales que ofrecen las socimis. De hecho, hay tres familias que tienen una participación mayoritaria en el 'top 10' de los vehículos inmobiliarios que cotizan en el BME Growth. La lista está encabezada por los Montoro, que controlan GMP Properties, cuya capitalización bursátil -1.090 millones de euros- es la segunda más grande de este parqué. Después están los Castel, la familia francesa que posee Zambal, la cuarta cotizada en este segmento gracias a su capital que asciende a 794 millones de euros. El clan de los Isidro Rincón, conocido por su antigua empresa Europac, también es un agente de peso en el BME a través de sus dos socimis Milleniun Hotels Real Estate y Almagro Capital, que suman 281.832 millones de euros.
Los Montoro -que no guardan parentesco con el exministro de Hacienda Cristobal Montoro- dominan GMP Properties. El registro del BME Growth informa de la presencia de siete miembros de la familia en el accionariado. Gloria Alemán Picatoste, viuda de Francisco Montoro Muñoz, controla el 30,35% de la socimi y preside su fundación dedicada a mejorar las condiciones de vida de las personas con Síndrome de Down y Daño Cerebral Adquirido. Después están Antonio Montoro Alemán, Marta Montoro Alemán, Ricardo Montoro Alemán, Francisco Luis Montoro Alemán y Gloria Montoro Alemán con participaciones que superan el 6%. La familia goza de un gran poderío empresarial y Forbes la incluyó en su lista de fortunas españolas por tener una riqueza valorada en 700 millones de euros.
Por su parte, los Castel, una familia francesa, tienen una fortuna de 10.000 millones de euros, según la revista 'Forbes'. Estos nueve hermanos controlan la socimi Zambal a través de Investment Business Beverage Fund (IBBF), su vehículo de inversión con sede en Singapur. En España, son caseros de empresas que, al igual que ellos, ostentan un alto 'standing' como las cotizadas del Ibex 35 Naturgy y Enagas. Su cartera de activos está valorada en 973 millones de euros, pero su fama internacional no se la deben al ladrillo, sino a los vinos. La cara visible de los nueve hermanos es Pierre Castel, de 91 años, que lidera la gestión de la cadena de bodegueros Nicolas y las grandes marcas Baron de Lestac, Vieux Papes y Malesan.
Después está la familia Rincón, que ha pasado del papel al ladrillo en los últimos años. Estos inversores eran dueños del 40% de la empresa de producción de papel y cartón Europac, que vendieron en 2018 al grupo británico DS Smith por 1.670 millones de euros. Este fue el fin de una era ya que los Isidro Rincón estuvieron al mando de la actividad de la papelera desde 1995 y consiguieron facturar hasta 1.186 millones de euros y disparar su valor en bolsa un 130% con su gestión. Entre sus otras aventuras empresariales está la explotación vinícola de su finca La Rinconada en las Riberas del Castronuño, que exporta vinos a más de cinco países.
Su presencia en el BME Growth no es menos activa ya que no gobiernan una, sino dos socimis. La primera en cuanto a capitalización bursátil es Milleniun Hotels Real Estate, que presenta una revalorización de su acción negativa del 3,11% en lo que va de este año, un posible efecto del paso de la Covid sobre los vehículos que gestionan activos vinculados al turismo. La segunda, Almagro Capital, mantiene intacto el precio de sus títulos y su portafolio está más orientado al sector residencial, que ha sufrido menos los efectos de la pandemia.
Estas tres familias se han colocado entre las diez primeras socimis con más capitalización bursátil del mercado, pero no son las únicas involucradas. La familia mexicana El-Mann Arazi es dueña de la cotizada Fresh Water Investment. Moisés El-Mann Arazi, el inversor que tiene más peso saltó a la palestra pública tras comprar una serio de oficinas del Banco Sabadell, y ahora no descartan nuevas inversiones en el ladrillo español.
Las socimis afrontan un año de incertidumbre por los efectos de la Covid-19. Al cierre del ejercicio de este viernes, solo 12 de las 76 cotizadas en el sector registran una revalorización positiva de sus acciones. Estos vehículos son propiedad de familias, fondos y particulares. Sus próximas operaciones, ya sea para adquirir nuevos activos o hacer caja a través de desinversiones, marcarán la pauta para el mercado.
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