El cambio silencioso que está dando Zara ante nuestros ojos: adiós al 'low cost'

  • La firma emblema de Inditex está convirtiéndose en una enseña de diseño que deja atrás la producción en masa.
Zara
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Zara/Inditex

Zara nació hace 44 años como una marca para mujer, hombre y niño realizada en Galicia a precios asequibles con diseños básicos. Hoy en día, es un gigante con más de 2.200 tiendas en todo el mundo que facturó en el último año 18.000 millones de euros, lo que le ha convertido en el bastión del grupo empresarial montado a su alrededor, Inditex, el cual puso en marcha Amancio Ortega y que da empleo a más de 170.000 personas en todo el mundo.

Así, a día de hoy hay muy poca gente en el mundo que no conozca este peculiar nombre o que no tenga en su armario alguna prenda con su etiqueta, ya que es un fenómeno mundial que incluso se estudia en las escuelas de negocio. Porque ha logrado ser una de las marcas más valiosas y reconocidas del mundo gracias a su apuesta por clonar las tendencias que sacan las casas de lujo y ponerlas a la venta a precios asequibles.

De hecho, siempre ha sido la tienda 'low cost' por excelencia, lo que le ha valido para tener tantos millones de fans en todo el mundo. Además, con la irrupción del 'ecommerce', ha convertido su web en su principal catálogo con tal rotación de prendas que ha logrado enganchar a sus clientes hasta el punto de que muchos la miran todos los días para ver qué novedades han llegado.

La elevada rotación de su 'stock' ha sido su seña de identidad, con una producción masiva y una logística que le permite cambiar buena parte de sus tiendas semanalmente o cada 15 días. Así, siempre se ha caracterizado por una producción a gran escala con el objetivo de vender el máximo posible, con diseños inspirados en las tendencias que se ven en las grandes pasarelas a precios asequibles. 

Pero en los últimos meses, este modelo está cambiando. Y en lo primero que se puede notar es en los precios. Si hace unos años el precio medio en Zara era de 30 euros, hoy en día ronda los 50 euros, lo que refleja el gran cambio que está dando delante de nuestros ojos.

El diseño, la clave

A buen seguro que a muchos les ha pasado últimamente, que al entrar en una tienda Zara ven que la ropa ya no es tan básica como era antes. Ahora, las prendas combinan las tendencias del momento e incluso las llevan al extremo, con estampados y diseños propios de otro tipo de marcas. Y ahí radica el gran cambio de la casa, en el diseño.

Ahora Zara ya no está tan interesada en calcar las tendencias de otros, sino en crear los suyas propias. Por ejemplo, en la colección de esta primavera/verano, la marca ha hecho suyos los volúmenes en las mangas en los vestidos, los cortes asimétricos, los colores vibrantes y los estampados. Además, todo con unos cortes impecables hasta el punto de que pueden ser perfectamente lucidos en bodas, bautizos y comuniones, eventos que en esta época se celebran más que en otras fechas. Incluso hay algunos dignos de alfombra roja.

Zara
Vestido de la colección de eventos de Zara de esta temporada.
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Vestido de la colección de eventos de Zara de esta temporada.
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Vestido de la colección de eventos de Zara de esta temporada.
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Vestido de la colección de eventos de Zara de esta temporada.

Aunque los precios de estos trajes siguen siendo asequibles en comparación con otras marcas, el salto es evidente, pues de media estos diseños rondan los 90 euros. Otro aspecto en el que se puede ver el cambio de Zara es en su apuesta por la sostenibilidad.

La marca, al igual que sus 'hermanas' en Inditex, siempre ha sido blanco de críticas por su elevada producción, la cual contribuye a la contaminación del planeta al mismo ritmo que el sector petrolero. Además, las antiguas condiciones laborales que tenía en países del tercer mundo también sembraba polémica. Por ello, ante la deriva sostenible del sector de la moda, que es imparable, Zara está apostando cada vez más por los tejidos sostenibles y una producción respetuosa no solo con el entorno, también con las personas. 

De hecho, hace unos meses lanzó su primera colección creada íntegramente con botellas de plástico recicladas, una acción que le acerca a grandes firmas como Stella McCartney, la precursora del movimiento ecologista en la moda. 

Así, Zara está dejando de ser lo que era para pasar a una categoría superior, en la que pueda competir de tú a tú con firmas de diseño. Porque la buena acogida que ha tenido su ropa entre las 'celebrities' e incluso entre la realeza -la Reina Letiza, la Reina Máxima de Holanda o Kate Middleton son algunas de sus fans- y miembros del ámbito político le ha demostrado que ha pasado de ser una marca democrática y masiva para ser exclusiva. Ahora habrá que ver si este cambio le sigue valiendo para tener los mismos ingresos.

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