La tragedia a 50 km de la capital

Los puntos calientes del brote en Madrid: "Aquí no hay familia sin algún muerto"

Navas del Rey, Madrid
Navas del Rey, Madrid
Ayuntamiento de Navas del Rey

Siempre se ha dicho que la vida en los pueblos va a otro ritmo. Desde que el virus hizo de la Comunidad de Madrid el epicentro de la pandemia en España, este dicho tomó un nuevo sentido en los municipios de la Sierra Oeste. El azote del 'bicho' ha sido especialmente implacable en Navas del Rey y Colmenar del Arroyo, dos pequeños núcleos donde los relojes quedaron congelados ante la tragedia: la tasa de incidencia de la Covid en estos dos 'puntos calientes' es la más elevada de toda la región... aunque apenas sobrepasan los 2.000 habitantes.  Jaime Peral, alcalde de Navas del Rey, pone voz a la tragedia: "Aquí todas las familias han perdido a alguien... algunas han visto morir a los dos abuelos con solo unos días de diferencia".

La enfermedad no ha dado tregua a estas dos localidades. Este mismo lunes, la Consejería de Sanidad madrileña volvió a teñir de oscuro el área que ocupa la zona básica de salud de Navas del Rey, que engloba a ambos pueblos. En ella se han registrado 58 nuevos positivos en las últimas dos semanas, lo que se traduce en una tasa de incidencia acumulada en los últimos 14 días -casos confirmados por 100.000 habitantes- de 832,02. A día de hoy, este es el único área sanitaria de la Comunidad donde este indicador está por encima de los 700 casos. Si se habla de la cifra histórica, el total de infectados asciende a 134; mientras que los casos confirmados por 100.000 habitantes marcan una tasa de incidencia de 2.673,06.

"Aquí el virus pegó muy fuerte desde el primer momento", recuerda Peral. Su municipio apenas sobrepasa los 2.3000 habitantes, aunque asegura que la cifra de contagios "no depende de la cantidad de población, sino de la vida de cada pueblo.. y el nuestro tiene mucha". El núcleo ha experimentado un fuerte desarrollo en los últimos años, ahora "tenemos un poco de todo".  El Ayuntamiento desvía la llamada de La Información directamente al móvil personal del alcalde: "Cuando algún vecino necesita algo me llama directamente". Afirma el regidor que apunta que, en esta crisis, ha tenido que arremangarse y "hacer de todo", desde ayudar en los entierros, hasta llevar productos básicos de casa en casa. 

"Estamos deseando tocar música, pero otros tienen la batuta"

El pequeño comercio forma una red imprescindible para el suministro del municipio. Con la declaración del estado de alarma, muchos negocios locales bajaron la persiana pero el papeleo para acceder a las ayudas del Gobierno no siempre estaba claro: "A veces los vecinos encontraban dificultades para encontrar la información de todos estos trámites, así que los dueños de algunos negocios contactaban directamente conmigo", comenta el alcalde.

En condiciones normales, Navas del Rey amanece a las cinco de la mañana. "Muchos de nuestros vecinos prestan servicio a Madrid", afirma el regidor. Cristaleros, limpiadores. profesionales del transporte... la capital queda a 50 kilómetros por la autovía, por lo que la apertura para la población de este municipio no conllevará una verdadera reactivación económica si no se acompaña de una flexibilidad en el tránsito entre provincias: "Aquí todos estamos deseando tocar música, pero hay que esperar a los que tienen la batuta", valora el alcalde.

Ante la pregunta de La Información sobre si esa cercanía con Madrid -el núcleo también es cruce de caminos para Ávila y Toledo- favoreció un éxodo a segundas residencias que pudo funcionar como vector de contagio, Jaime Peral asegura que, si bien hubo personas que se trasladaron a sus casas del pueblo para pasar la cuarentena, "eso fue lo que hicieron, encerrarse y respetar las restricciones". 

Algunas necesidades no podían esperar a la escalera burocrática que daba acceso a las ayudas, entonces entraba en acción la red vecinal. "Lo bueno que tienen los pueblos como el nuestro es que todo el mundo se conoce, casi todos los vecinos pertenecen a una familia con raíces en el lugar, así que aquí nadie se queda sin comer", asegura el alcalde. Entre el consistorio  y la parroquia, activaron también un banco de alimentos para asegurar el bienestar de los más vulnerables: "De la distribución de esta comida se encarga el párroco,Juan", explica el regidor, "Muchas veces, la reciben personas que no tienen familiares en Navas del Rey y que son las que se hallan más aisladas". 

Colmenar del Arroyo: un tejido empresarial difícil de recuperar

En el mismo área sanitaria se halla Colmenar del Arroyo. Con una población que no llega a los 1200 habitantes, presenta una tasa de incidencia acumulada -casos por 100.000 habitantes- de 2.840,58, lo que sitúa al pueblo por encima de Navas del Rey. En todal, dentro de sus fronteras se han confirmado 49 casos, 42 de ellos han sido notificados en los últimos 14 días. A diferencia del escenario que describía Jaime Peral,  la sensación en Colmenar es que los contagios se han multiplicado en las últimas semanas. "Creo que ha sido así porque es ahora cuando se están practicando más test", comenta Adrián, dueño de Alba Lo Sabe, un restaurante en el centro del pueblo. 

La pllaza de Colmenar del Arroyo
La pllaza de Colmenar del Arroyo / Instagram @colmenar_del_arroyo

Adrián se movió con rapidez cuando el país se paralizó y comenzó a servir a domicilio, tras hablar con el Ayuntamiento. "Yo mismo cocino y llevo los platos de casa en casa", explica el propietario, "Sirvo menús para las personas más vulnerables, que financia en parte el consistorio y en parte el cliente". Responde rápido a la llamada de este diario. La hora de la cena está al caer y debe dar de comer a medio pueblo. "Aunque aquí hay urbanizaciones con segundas residencias, nuestro aumento de la demanda no se ha debido a un éxodo de estas personas al pueblo, sino de los propios vecinos que ahora nos llaman más", explica el hostelero.

No todos han podido resistir al azote de la Covid. Adrián explica que el bar que colinda con el suyo es muy probable que no llegue a levantar la persiana. "Los comercios del pueblo estamos algo preocupados", lamenta, "Gran parte de nuestra clientela son personas mayores y puede que, aunque levanten el confinamiento, sigan teniendo miedo de salir a la calle durante un tiempo". Pero los comerciantes de Colmenar Viejo no están dispuestos a darse por vencidos fácilmente.

Las chicas del herbolario Bee Natural pudieron mantener sus puertas abiertas porque, al tener alimentación y productos sustitutivos de medicamentos, entraron dentro de las actividades esenciales. "También dejamos un cartel con el teléfono para atender cualquier urgencia", explican a La Información. La labor de información y asesoramiento que han desarrollado desde entonces fue esencial para un pequeño pueblo donde el centro de salud cerró y los vecinos fueron derivados al ambulatorio de Navas del Rey. Gema, la dueña del local, es farmacéutica así que, además de resolver las dudas de los clientes sobre cómo actuaba el virus "pusimos a disposición de los vecinos unas clases para fabricar nuestro propio gel desinfectante con aceites esenciales y cosimos mascarillas". 

El Taller de Bagatela
El Taller de Bagatela / El Taller de Bagatela

"La cooperación entre vecinos ha sido crucial... las ayudas para los comercios no han sido rápidas", comenta Ana, trabajadora del herbolario. En la misma línea apunta Isabel, la artista detrás de El taller de la bagatela. La mujer se mudó a Colmenar hace apenas un año -"Huí de Madrid capital"-, su única fuente de ingresos viene de la fabricación manual de tocados para novias. "La pandemia ha llegado en temporada alta para mí, se han parado las bodas así que no hay encargos", apunta Isabel. Su historia es una de las muchas que ha dejado esta crisis, pero su espíritu dista mucho del derrotismo. "Podría ser peor... al menos tengo el taller en casa y no pago alquiler". La profesional tampoco se ha quedado parada: aplazar citas, diseñar a distancia, clases online... Todo suma para salvar el medio de vida: "Queda pensar que el próximo año habrá el doble de enlaces, ¡todos los que ahora no se han celebrado!".

La vida se ha paralizado, pero los vecinos de estos dos pueblos siguen apuntalando el futuro. Cuando el 'rescate' por la vía institucional se retrasa, el tejido social pone un parche en esos pueblos donde el mejor sistema de rastreo son los propios vecinos: "Aquí es el panadero el que llama al Ayuntamiento cuando uno de los ancianos falta a comprar un par de días", narra el alcalde. Su índice de contagios sobrepasa el promedio de la región en un momento delicado. Mientras el Gobierno de Díaz Ayuso acelera para ganarse el 'apto' de Sanidad, los protagonistas de esta cuidada red de comercio local entonan cada mañana su propio 'Resistiré', ideando nuevas formas de aplacar el impacto de ese 'bicho' que se ha cebado con su vecindad.

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