Ante la polémica COP28

Los fondos ESG más populares del mundo elevan su exposición al gas y el petróleo

Los productos catalogados como "promotores" de este tipo de métricas han aumentado su peso en combustibles fósiles en casi un punto porcentual desde el impulso de la normativa en Europa a principios de 2021. 

Mairead McGuinness, comisaria europea de servicios financieros
Mairead McGuinness, la comisaria Europea de servicios financieros. 
DPA vía Europa Press

La mayor clase de fondos ESG del mundo, que gestiona aproximadamente cinco billones de dólares en activos de clientes, ha aumentado su exposición al sector de petróleo y gas en cerca de dos tercios desde la implementación de regulaciones más estrictas hace 2 años y medio. En concreto, los vehículos de inversión catalogados como "promotores" de métricas ambientales, sociales y de buen gobierno contaban con aproximadamente un 2,3% de sus inversiones en activos de combustibles fósiles al final del tercer trimestre. 

Este porcentaje contrasta con el 1,4% contabilizado justo antes de que entrara en vigor la normativa, a principios de 2021, según datos de Morningstar recogidos por 'Bloomberg', mientras la exposición a activos se redujo al 0,3% del total, una décima menos que en el periodo comparado. La evolución, que refleja cambios en las valoraciones de los activos así como compras directas, se produce tras un repunte de los precios del petróleo provocado por la guerra de Ucrania y un "año terrible" para el sector de las energías limpias, según argumenta la directora global de investigación de Morningstar, Hortense Bioy. 

La situación coincide también con los llamamientos crecientes llevados a cabo por parte de los pesos pesados de las finanzas globales para incorporar los combustibles fósiles en el ámbito de la inversión ESG. Esto quedó patente en la cumbre climática COP28 en Dubái, presidida por Jalifa bin Zayed Al Nahayan, presidente de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi (ADNOC, por sus siglas en inglés). Este miércoles las conversaciones de la cumbre climática concluyeron con un acuerdo que insta a una transición global alejada de los combustibles fósiles, aunque los activistas climáticos esperaban un enfoque más específico que apuntara a la eliminación gradual de los mismos. 

No obstante, lamentan que la redacción final del pacto alcanzado en la COP28 "deja lagunas que permiten a los productores de crudo y gas, así como a los Estados seguir actuando como hasta ahora", según denuncian desde Amnistía Internacional. El acuerdo exige triplicar la capacidad mundial de energía renovable de aquí a 2030. Pero también allana el camino para que los combustibles con menos emisiones de carbono, como el gas natural, desempeñen un papel relevante en el camino hacia esa transición. 

Potencial de los activos de "transición"

Los gestores de fondos ESG podrían obtener pronto un permiso más explícito de los reguladores para mantener inversiones en combustibles fósiles. En Europa, donde las normas de inversión en este aspecto tienen el alcance más amplio del mundo, las autoridades están revisando el marco implementado hace casi tres años, y el tratamiento de los llamados activos "marrones" será un punto clave. La Regulación de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR), que dirige alrededor de once billones de dólares en inversiones totales, podría ser reformulada para alentar a los fondos a mantener activos de "transición", es decir, aquellos que actualmente son marrones pero tienen el potencial de transformarse verdes. 

Problemas de transparencia

El mayor reglamento de inversión ESG del mundo entró en vigor en marzo de 2021 con el objetivo de luchar contra el lavado verde y promover una asignación sostenible del capital. Mairead McGuinness, la comisaria Europea de servicios financieros, ha defendido que el bloque podría  dar a los gestores de activos una mayor libertad para incluir empresas con una alta huella de carbono dentro de carteras ESG, siempre que contasen con un plan creíble para reducir sus emisiones. 

Para ayudar a los inversores a identificar qué fondos están ayudando realmente la transición, la UE podría empezar a exigirles que declaren en que medida pretenden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En este sentido, los expertos apuntan a la transparencia como uno de los principales hándicaps. De hecho, como industria, los gestores de activos obtuvieron la puntuación más baja en una reciente evaluación sobre la divulgación de riesgos climáticos realizada por EY. 

A pesar de que muchas empresas del sector se han comprometido a alcanzar emisiones netas cero, la falta de transparencia persiste, y algunos reguladores nacionales, como el de Francia, están adoptando una postura más estricta. La entidad reguladora financiera gala ha estipulado que los gestores de activos sólo podrán utilizar su etiqueta nacional de fondo ESG si excluyen a empresas de combustibles fósiles que sigan expandiendo su producción. Este plan puede obligar a llevar a cabo desinversiones en gas y petróleo por alrededor de 7.600 millones de dólares. 

Entre tanto, la designación de fondo ESG más estricta de la UE ha estado reduciendo su exposición a los combustibles fósiles en los últimos dos años y medio. Los activos de petróleo y gas catalogados dentro de Artículo 9 se redujeron al 0,1% de los activos totales, frente al 0,6% que suponían a principios de 2021. Pese a ello, el despliegue de proyectos en energías renovables aumentaron ligeramente al 1,8% desde el 1,7%. Desde una perspectiva de rentabilidad, ha sido un ejercicio complicado. 

El índice S&P Global Clean Energy ha experimentado una caída del 30%, a diferencia del S&P500, que ha remontado un 20% en un escenario en el que las empresas de renovables han tenido que enfrentarse al encarecimiento de los costes de financiación, así como a una alta inflación. Sin embargo, estos vientos en contra podrían mitigarse pronto, según apuntan los analistas de JPMorgan, que sugieren que 2024 podría darse un entorno "altamente favorable" para activos ESG tradicionales.

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