Para la transición energética

La UE acuerda que el 10% de las materias primas críticas sean autóctonas en 2030

Busca diversificar las importaciones de materiales como el litio, el cobalto o el magnesio para garantizar que a partir de 2030 la Unión Europea (UE) no consigue más del 65% de ellos de un único tercer país como China

La UE marca 2030 como límite para extraer el 10% de las materias primas
La UE fija en 2030 el límite para extraer de su territorio el 10% de las materias primas
Europa Press

Las instituciones de la Unión Europea llegaron este lunes a un acuerdo provisional con el objetivo de que los Veintisiete sean capaces de extraer de su propio territorio el 10% de las materias primas críticas que consume al año, procesar el 40% de esa demanda y reciclar el 25%, poniendo como fecha máxima para conseguirlo 2030.

Desde la UE han anunciado un acuerdo sobre la Ley de Materias Primas Críticas, que la Comisión Europea propuso en mayo de este año para reducir la dependencia del club en este ámbito de otras potencias, especialmente de China.

"Nuestra dependencia en materias primas es el talón de Aquiles de nuestra competitividad, pero con la Ley de Materias Primas Críticas podemos hacer que esta debilidad sea una fortaleza", apuntó en un comunicado la vicepresidenta de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, en nombre de la presidencia española del Consejo de la UE.

También celebró el acuerdo en la red social X (antes Twitter) el comisario de Industria y Mercado Interior, Thierry Breton, quien subrayó que la nueva normativa, una vez aprobada formalmente por la Eurocámara y los países de la UE, "incrementará la resiliencia y la seguridad económica de Europa".

Reducir al 65% la compra de materias primas a terceros

Litio, níquel, silicio, magnesio, paladio y otros elementos de la nueva lista de 34 materias primas críticas (17 de ellas calificadas como "estratégicas") son imprescindibles para la fabricación de casi cualquier tecnología, desde teléfonos móviles y baterías hasta aplicaciones de defensa, pasando por paneles solares, y se espera que su demanda crezca exponencialmente en los próximos años.

Pero a día de hoy la UE tiene una exacerbada dependencia de países terceros para obtenerlos: China le proporciona el 98% de las tierras raras y el 93% del magnesio, entre otros siete minerales de los que es su principal proveedor; Turquía el 98% del borato, Chile el 78% del litio y Sudáfrica el 71% del platino, entre otros.

En este contexto, el acuerdo entre instituciones mantiene las dos primeras metas que propuso Bruselas para 2030 (el 10% de extracción propia y el 40% de procesamiento), pero eleva al 25% el objetivo de reciclaje y añade que "debería haber un aumento sustancial en la recuperación de materias primas presentes en residuos".

El acuerdo provisional, por tanto, es más cercano a lo que defendían los Estados miembros y se aleja de la meta del 50% que proponían los eurodiputados en materia de consumo y del 45% que planteaban en el ámbito del reciclaje.

Además, el compromiso recoge que el grafito sintético debe ser considerado estratégico durante un periodo de tres años, hasta que el Ejecutivo comunitario haga la primera revisión de la lista (el grafito natural ya formaba parte de esta categoría especial).

Los detalles del acuerdo sobre la ley

El pacto provisional también establece una duración máxima para los procesos de autorizaciones que no debe superar los 27 meses en casos de proyectos de extracción o los 15 meses en proyectos de procesamiento y reciclaje de materias primas críticas.

La ley obligará también, una vez aprobada, a grandes compañías que estén expuestas a posibles episodios de escasez de materias primas utilizadas en tecnologías estratégicas a elaborar con regularidad análisis de riesgos de su cadena de suministros y que tendrán que presentar a sus Consejos de Administración.

El acuerdo entre los Estados miembros y el Parlamento Europeo exige también que la Comisión Europea elabore 18 meses después de la aprobación del reglamento un informe sobre el consumo estimado de cada materia prima crítica para las próximas tres décadas.

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