Puede haber ocasiones en las que nos encontremos con una casa abandonada o un terreno sin utilizar, aunque la mayoría de las veces tienen un dueño conocido que simplemente ha decidido no asumir los gastos de su arreglo, en otras no hay información del propietario.
Ante estos casos la justicia española estableció una serie de medidas recogidas en la Ley del 9 de mayo de 1835, por la cual aquellos bienes cuyo dueño fuese desconocido pasaban a ser del Estado.
En su momento se les denominaron bienes mostrencos, refiriéndose por tanto a todos aquellos muebles o inmuebles que no tuvieran un poseedor conocido. Aunque también se tuvieron en cuenta las posesiones de los buques que naufragasen en las costas españolas, los tesoros que fueran escondidos en terrenos pertenecientes al Estado y los bienes de quienes hubieran muerto sin herederos.
Inmuebles vacantes
La expresión 'bien mostrencos, abintestatos o vacantes' dejó de utilizarse cuando comenzó a dársele un nuevo nombre a estas propiedades sin dueño. La Ley 33/2003, de 3 de noviembre, del Patrimonio de las Administraciones Públicas optó por denominarlos inmuebles vacantes, saldos o depósitos abandonados y normas especiales de adquisiciones hereditarias.
Estos bienes están recogidos en los artículos 17, 18 y 20 de la ley, donde indican que todos aquellos que carezcan de dueño pertenecerán a la Administración General del Estado.
Además, la Administración podrá tomar posesión de estos bienes "siempre que no estuvieren siendo poseídos por nadie a título de dueño, y sin perjuicio de los derechos de tercero".
Saldos y depósitos abandonados
Esto no solo afecta a viviendas, terrenos o locales, también podría implicar otros bienes como saldos o depósitos, y es que todos aquellos bienes muebles depositados en la Caja General de Depósitos que no hayan sido reclamados o gestionados en un periodo de 20 años también perderán su propiedad.
Además, el efectivo y los saldos recaudados de esto se destinarán a financiar programas para la mejora de las condiciones educativas de personas con discapacidad.
Herencias sin sucesores
Los casos de los testamentos rechazados o sin reclamar suelen ser más habituales. Por tanto, si se ha hecho a favor de una administración pública, organismos estatales o sin descendencia el Estado podrá obtener ese legado.
Ante la posibilidad de que un propietario o sus descendientes pierdan los derechos sobre estos bienes muebles o inmuebles, será necesario notificar la propiedad o gestionar los depósitos adecuados.
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