Mayor recorte de los grandes países de la UE

Bruselas apuntilla las previsiones de Calviño y cuestiona la base de los PGE

La Comisión propina un severo tijeretazo a sus previsiones de crecimiento para España y las reduce a solo el 4,6% este año y a un 5,5% para 2022, un punto y medio menos que el PIB previsto en los Presupuestos.

Paolo Gentiloni
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni.
DPA vía Europa Press

Bruselas considera que España no recuperará los niveles de bienestar previos a la pandemia hasta el arranque de 2023. Ni el fenomenal impulso de los fondos europeos ni el optimismo del relato gubernamental sugiriendo que el crecimiento diario de la economía española se asemejará al que había antes de la crisis ya este mismo año librarán a la economía española de una travesía de tres años hasta recuperar el tejido productivo que la Covid se llevó por delante en apenas un puñado de semanas.

La actualización de sus previsiones económicas publicada este jueves por la Comisión Europea señala que el crecimiento de la economía española será tan sólo del 4,6% este año, frente al 5,9% que se auguraba en primavera; y que el año que viene repuntará hasta el 5,5%, en contraste con el 6,8% que se preveía hace solo un semestre. La discrepancia es aún mayor si se mira a las previsiones oficiales del Gobierno de España que aún sostienen que el país crecerá un 6,5% en 2021 y un 7% en 2022, unos números que se han quedado ya completamente al margen del consenso de los analistas. Pese a ello, el Ministerio de Asuntos Económicos no contempla una revisión de sus previsiones de crecimiento en el corto plazo y, al menos por el momento, remite cualquier ajuste sobre las mismas al calendario ordinario de revisión de sus previsiones económicas, lo que no augura ningún ajuste de las mismas hasta el próximo mes de abril cuando corresponde remitir a Bruselas la actualización de Programa Nacional de Reformas de España.

la clave

  • Bruselas ha propinado a España el mayor recorte de expectativas de crecimiento de todos los grandes países de la Unión Europea

España se ha llevado el mayor recorte de expectativas de crecimiento de toda la Unión Europea en las previsión de otoño de la Comisión Europea. Bruselas ha mejorado de forma significativa la previsión para 2021 de Francia e Italia y ha recortado, aunque de forma más suave, la de Alemania. En ningún caso se registra un recorte de la magnitud del asignado a España, que ha pasado de ser el país con una mejor expectativa de crecimiento para este año y el que viene a situarse en la zona medio-baja del ránking UE.

El descontrol de la inflación,el resurgimiento de la Covid en algunos de los mercados de destino preferentes de las exportaciones españolas y los problemas de las cadenas de suministro han ensombrecido de forma significativa la fotografía de la situación económica que observan los funcionarios de la Comisión Europea, que han revisado de forma generalizada a la baja las previsiones de crecimiento de la práctica totalidad de los países de la Unión. Si esta revisión ha sido más intensa en España es por el pobre desempeño de la actividad económica en el primer semestre del año, en el que el crecimiento fue inferior al esperado, según reconoce el informe de la Comisión.

Confianza en la recuperación española

Bruselas observa que aún persisten factores que ensombrecen o como mínimo amenazan el desempeño a futuro de la economía española. Cita entre ellos el resurgimiento de los problemas con la Covid en algunos grandes países europeos, que podrían retrasar la recuperación del turismo, esencial para alentar la recuperación económica española; el repunte de los precios energéticos y del transporte o los cuellos de botella en la cadena de suministros, que podría recortar el crecimiento en el corto plazo. De hecho, los funcionarios de la Comisión retrasan al primer semestre de 2023 la recuperación de los niveles de bienestar previos a la pandemia, cuando el escenario del Gobierno es que estos se recuperen a mediados de 2022.

El escenario central de Bruselas es que las presiones inflacionistas se mantendrán hasta mediados del año 2022 y España está entre los países afectados. Los datos recabados por los analistas de la Comisión indican que los precios en España estaban a mediados de 2021 un 37% por encima de los existentes en 2013, apenas por debajo de Polonia (40%) y Alemania (62%). En ese mismo periodo de ocho años en Francia apenas han crecido un 18% y en Italia incluso se han reducido un 7%.

Con todo Bruselas confía en que a medida que vayan remitiendo esas amenazas y se perciban de forma más contundente los efectos positivos de las inversiones europeas el crecimiento español se vaya consolidando y sirva no sólo para impulsar el crecimiento sino también la reducción de la tasa de desempleo, que espera que caiga al 14,3% en 2022, dos décimas por encima de la prevista por el Gobierno.

Menos optimista se muestra la Comisión en relación a la reducción del déficit público. La retirada de las medidas del 'escudo social' y de estímulo aplicadas durante la pandemia contribuirá a reducir el desequilibrio de las cuentas públicas en los próximos años, pero esta reducción será más lenta que la prevista por el Gobierno. Mientras Hacienda cuenta con rebajar el déficit al 5% en 2022 y al 4% en 2023, Bruselas cree que el déficit caerá al 5,2% y al 4,2% en ese periodo. Con todo, lo preocupante tiene que ver con el déficit estructural, el desequilibrio presupuestario que no tiene que ver con el ciclo económico, que según la Comisión caerá al 4,1% el año que viene, pero volverá a repuntar al 4,6% en 2023.

Bruselas sitúa a España en el grupo de países que presentará un déficit por encima del 3% más allá de 2023 junto a Bélgica, República Checa, Francia, Italia, Hungría, Malta, Rumanía, Eslovenia y Eslovaquia. El nombre de España también figura en la de países que tendrán su endeudamiento público por encima del 100% del PIB superada esa fecha, en este caso junto a Bélgica, Grecia, Francia, Italia y Portugal. 

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