6,3% en el segundo trimestre

Calviño logra oxígeno para que el PIB llegue al 4% si España evita la recesión

La evolución positiva de la economía española entre abril y junio allana el camino para que se cumplan las expectativas macroeconómicas del Gobierno. Persisten los riesgos en el panorama internacional.

Nadia Calviño
La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.
Europa Press

La evolución económica del primer semestre da oxígeno a España para los meses que quedan del año. Tras conocerse que el producto interior bruto (PIB) avanzó un 1,1% en tasa intertrimestral y un 6,3% en tasa internanual, el margen para lograr que el año cierre con un crecimiento del 4,3% es amplio. El tercer trimestre debería tener una evolución positiva, impulsada por el turismo, la recuperación de las llegadas internacionales y el consumo de los hogares, así como por los datos de empleo que siguen siendo muy positivos. Sin embargo, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ya reconoce una ralentización en la evolución de la afiliación.

La incertidumbre está en el cuarto trimestre. El Gobierno confía en que, pese a los riesgos que rodean el panorama internacional y los últimos datos de inflación, la segunda mitad del año permita lograr el mayor crecimiento de entre las economías avanzadas, tal como pronostica el Fondo Monetario Internacional (FMI). Hasta la fecha, y en términos de PIB, España ha hecho los deberes. "Incluso si en los próximos dos trimestres la evolución fuese del 0%, llegaríamos al 4,3% este año", explica Ángel Talavera, responsable de economía europea en Oxford Economics.

La economista jefe de Singular Bank, Alicia Coronil, calcula que para alcanzar el 4,3% bastaría con un crecimiento del 0,5% trimestral en los dos periodos que faltan de este año. Coronil advierte de que en el tercer trimestre deberíamos empezar a ver una moderación en el crecimiento del empleo después de las contrataciones necesarias para hacer frente a la campaña de verano. "La clave estará en el cuarto trimestre y tendremos que ver si el consumo sigue siendo alto", añade. Y es que la inflación es "el problema principal para la economía española", en palabras de la vicepresidenta Nadia Calviño.

Si el gasto de los hogares se mantiene y el impacto del conflicto de Ucrania es moderado, España cerraría el año con un crecimiento de alrededor del 4%, según los economistas y las principales organizaciones que elaboran previsiones. Además, ni en el escenario del Gobierno, ni en el de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), ni tampoco en el del Banco de España, se contempla que la economía de nuestro país entre en recesión. Aunque el crecimiento podría ser muy moderado en alguno de los trimestres restantes, especialmente en el cuarto, y se acercaría al decrecimiento, el PIB volvería al terreno positivo inmediatamente después, según las instituciones económicas.

El Gobierno es consciente de que el aumento de los precios lastrará el poder de compra de los españoles y su renta disponible. Además, la subida de los tipos de interés llevada a cabo por el Banco Central Europeo (BCE) encarecerá el crédito para empresas y clientes. Tanto es así que en la última actualización del cuadro macroeconómico el Ejecutivo ha rebajado sus expectativas con respecto al consumo privado, que pasa del 4% del mes de abril al 3%. Tal como publicó este periódico, instituciones como la Comisión Europea o el Banco de España habían publicado previsiones más modestas para el consumo. 

Situación internacional

Coronil hace hincapié en la situación internacional y asegura que jugarán un papel clave la evolución de la economía alemana, un eventual corte del suministro de gas por parte de Rusia a la Unión Europea y también el comportamiento del turismo en el tercer trimestre. En este sentido, la economista señala que Alemania se enfrenta a una erosión de su PIB, por ser más dependiente de la materia prima rusa. Además, se trata de uno de los "principales clientes de España, desde el comercio al turismo", por lo que un frenazo de la economía germana también tendría implicaciones para nuestro país.

Por otra parte, los cortes de suministro repercutirían en los precios energéticos y estos, a su vez, en la inflación. El último dato publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) arroja un índice de precios al consumo (IPC) del 10,8% en tasa interanual. Pese al abaratamiento de los combustibles, la electricidad y los alimentos han seguido subiendo de precios. Los economistas ponen el foco sobre la inflación subyacente, en el 6,1% en el mes de julio y que acumula 13 meses de ascensos. El comportamiento de los precios y el efecto de las medidas aprobadas por el Ejecutivo tendrán un papel clave en la evolución económica de los próximos trimestres.

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