China ha superado todas las expectativas del mercado al mostrar una recuperación más fuerte de lo previsto de su economía en el segundo trimestre del año, en el que aún se ha visto afectada por la crisis del coronavirus. Su PIB avanzó un 3,2% entre abril y junio, muy por encima del 2,5% que preveía el consenso de analistas. El gigante asiático venía de ver hundirse su crecimiento un 6,8% en el primer trimestre, en el mayor 'shock' para la segunda economía del planeta desde 1976. Este avance se debe sobre todo a la recuperación de la industria a medida que han ido reabriendo otras economías, en un contexto en que el consumo interno sigue siendo débil.
En cualquier caso, China es ya la primera de las grandes economías en volver al crecimientos desde el origen de la pandemia. En el conjunto del semestre, la actividad china cayó un 1,6% interanual, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística (ONE). En su comunicado, el organismo destaca que "en el segundo trimestre el crecimiento económico pasó de ser negativo a positivo", en un contexto de reactivación de la economía tras el parón provocado por el coronavirus, y que "las expectativas de mercado son buenas, en general".
Debido a la crisis del coronavirus, la Asamblea Nacional Popular (ANP, el Legislativo chino) decidió en su reunión anual -pospuesta de marzo a mayo precisamente por el virus- no marcarse un objetivo fijo de crecimiento para el presente ejercicio, como había hecho en los años anteriores con la excepción de 2019, cuando anunció como objetivo una horquilla de entre el 6% y el 6,5%.
En términos nominales, la riqueza total de China en el primer semestre de este año se situó en los 45,66 billones de yuanes (6,53 billones de dólares, 5,72 billones de euros). Pekín ha publicado además otras estadísticas que abarcan el periodo comprendido entre enero y junio y muestran hasta qué punto la actividad se ha visto 'golpeada' por la Covid-19. Así, las ventas minoristas se desplomaron un 11,4%, mientras que la producción industrial cayó un 1,3%. La inversión en activos fijos también se vio afectada: se hundió un 3,1%, y la inversión inmobiliaria subió un 1,9% interanual en el mismo periodo.
El Gobierno de Xi Jinping ha aprobado en este tiempo una batería de medidas para estimular la economía que incluyen un incremento del gasto público, desgravación fiscal y recortes en las tasas de préstamos y en los requisitos de reserva de los bancos para reactivar la economía y para apoyar el empleo.
