Las mejores expectativas macro que baraja el sector financiero les ha permitido reducir las provisiones en los últimos doce meses. Y esto a pesar de la subida del euríbor, el índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas a tipo variable, y de la persistente inflación que resta poder adquisitivo a los hogares. Así, según los datos del Banco de España a cierre de marzo, las provisiones del sector sobre el crédito se situaron por debajo de los 31.000 millones, que es su mínimo en cinco años. Una cifra un 14% inferior a la que acumulaban hace doce meses.
En cuanto a las provisiones de las entidades de depósitos, es decir de la banca, y que que sólo incluyen bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito, también registraron un comportamiento similar, a punto de bajar de los 28.000 millones (28.092 millones), mientras que hace cinco años superaban los 55.000 millones, es decir, supone un recorte del 49,5%, mientras que en el último año, el descenso ha sido del 14,7%.
La moderación de las provisiones se justifica con una morosidad también en mínimos, cerró marzo en el 3,51%, pero se produce en un escenario algunas sombras para el medio plazo, como consecuencia del incremento de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), que ha colocado el precio del dinero en la eurozona en el 3,75% en mayo y que ha llevado al supervisor a pedir prudencia, por ejemplo, en materia de reparto de dividendos. A pesar de este entorno, el sector financiero ha ido reduciendo sus provisiones en España y en los últimos cinco años han pasado cerrar en los 58.576 millones a 30.513, lo que supone un descenso de casi el 48% y 28.063 millones en términos absolutos.
Precisamente, en el primer trimestre del año, las entidades financieras han reducido sus provisiones con respecto al trimestre anterior, aunque en términos interanuales registraron ligeros incrementos y son fruto del negocio internacional de los grandes bancos. En el caso de Banco Santander, las dotaciones crecieron en términos interanuales, especialmente por los Estados Unidos y Brasil. El coste del riesgo aumentó principalmente debido a Reino Unido y los Estados Unidos, y por Polonia, que vuelve a verse afectada por hipotecas en francos suizos. En BBVA, la subida de las provisiones y del coste de riesgo se debe principalmente a la actividad en México y Suramérica.
Por su parte, Caixabank es la entidad con menor aumento de provisiones por insolvencia, mientras que en Bankinter, pese incrementarlas en año contra año, las redujo en cuatro millones frente al último trimestre de 2022. El aumento de las provisiones en Sabadell es leve debido a un mayor coste de gestión de los activos problemáticos, lo que se contrarrestó con unos niveles de morosidad estables y la venta, mayoritariamente con plusvalías, de activos adjudicados.
La tasa de morosidad a la baja
Paralelamente, la subida de la morosidad bancaria, no termina de llegar. A pesar de que el Banco de España ha insistido en numerosas ocasiones a la banca que controle el reparto masivo de dividendos y que eleve sus reservas de capital para hacer frente a un deterioro económico y subida de la mora. Sin embargo, las cifras dadas a conocer por el organismo que preside Pablo Hernández de Cos parece que le da más razón a los bancos para resistirse a ello.
La morosidad bancaria, la que incluye a las entidades de depósito como son los bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito, se situó en el 3,40% a cierre de marzo, frente al 3,46% de febrero. En términos interanuales, ha experimentado un descenso de 18%, ya que hace un año, el ratio de dudosos se situaba en 4,15%. De esta manera, también se ha producido un descenso del volumen de créditos dudosos en marzo en 629 millones de euros al pasar de 39.821 millones de euros de febrero a 39.192 millones en marzo, mientras que el volumen de crédito ha experimentado un ligero incremento, de 2.500 millones de euros, hasta los 1,52 billones.
En cuanto la morosidad total del crédito, también ha registrado la misma tendencia, con una caída de 4 puntos básicos, desde el 3,55% hasta el 3,51%, con unos saldos dudosos a la baja, ya que en marzo han experimentado un descenso de algo más de 300 millones de euros hasta los 42.214 millones de euros, con el volumen de crédito también subiendo y ya supera los 1,2 billones de euros.
Únicamente la morosidad de los establecimientos financieros de crédito ha subido en marzo, hasta el 6,48%, desde el 6.04%, con un incremento de los saldos dudosos de 252 millones de euros.
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