El traslado de la subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) a los depósitos por parte de los bancos se ha convertido prácticamente en un asunto de Estado. Las remuneraciones de las imposiciones a plazo fijo no se han traslado con la misma intensidad que, por ejemplo, otros productos como pueden ser las hipotecas, lo que ha incrementado la presión sobre el sector para que eleven. Y está sucediendo. La rentabilidad de las nuevas imposiciones siguen subiendo mes tras mes y está recortando la distancia con el interés medio de estos productos en Europa; que pagan remuneraciones más altas.
Así, según los últimos datos del Banco de España publicados este miércoles, la rentabilidad media de los nuevos depósitos para clientes particulares se situó en el 2,21% en junio, lo que supone una mejora del 22% respeto a mayo, cuando se situaba en el 1,81%. Este interés, además, es el más elevado desde enero de 2013, cuando se situaba en el 2,37%.
Hasta la fecha, los bancos se han escudado en la elevada liquidez de la que gozaban para evitar remunerar más el pasivo así como en el coste del crédito en España, que sería más barato que en el resto de Europa, pero también han negado que no se esté retribuyendo el ahorro, que se llevaría a cabo bajo otras fórmulas como son los seguros de ahorro o fondos monetarios.
Aún así, el salto que ha dado la rentabilidad de los productos más conservadores en España, que les ha llevado a superar la barrera del 2%, ha permitido recortar distancia con lo que pagan de media los países europeos por sus imposiciones a plazo fijo. Esta diferencia se ha reducido hasta el 18%, ya que el interés medio para el conjunto de la región se situó en junio en el 2,70%. En mayo, los bancos en España pagaban por los depósitos de los hogares un 26% menos que los europeos, cuando les separaba 66 puntos básicos (1,81% frente al 2,47%) y en abril, un 31%.
También se ha acortado distancia con la remuneración media de otros países europeos, como es el caso de Alemania, que tiene un nivel de riesgo muy parecido al español. En mayo, los ahorradores alemanes recibían un 30% más por su ahorro que los españoles (cuando el interés que pagaban los bancos germanos era del 2,6% frente al 1,81% de los nacionales), mientras que en junio, el interés de las remuneraciones alemanas en depósitos son un 20,50% superior a los españoles, con 57 puntos básicos de diferencia.
La mejora de la remuneración se produce en plena polémica
Estos datos se han conocido después de que el tipo de interés que ofrecen estos productos por parte de los bancos haya estado envuelto en polémica. Así, en España la ministra de Economía y Transformación Digital en funciones, Nadia Calviño, encargó un informe a la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) sobre la escasa remuneración de los depósitos. Previamente, había instado a las entidades financieras a que pagaran más por sus imposiciones a plazo fijo. Incluso, el programa electoral de Sumar proponía vincular un tipo de interés a los depósitos.
Otros países como Bélgica o Reino Unido también han avanzado en estas iniciativas pese a que la rentabilidad media de sus imposiciones a plazo fijo se sitúa por encima de la media. En concreto, para el primer país a cierre de junio es del 3%. Así, el ejecutivo del país europeo promovía un cambio legislativo acordado para establecer un mínimo en los tipos de interés que los bancos pagan a los particulares por la liquidez.
Finalmente la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) ha presentado un conjunto de 14 medidas para promover que las entidades financieras trasladen de manera adecuada las subidas de los tipos de interés a los depósitos, por ejemplo, revisando las remuneraciones ofrecidas por los bancos y las entidades de crédito cada vez que haya un cambio en los tipos de interés.
La rentabilidad de los depósitos a empresas cae
En cambio, la mejora que ha experimentado la rentabilidad de los depósitos de los hogares no ha sido replicada por los de empresas. Así, para España y en el mes de junio el tipo medio de los depósitos para sociedades no financieras se situó en el 2,75%, cuatro puntos básicos menos que para el mes de mayo, cuando ascendió al 2,79% y amplía la brecha con el tipo medio de estos productos en Europa.
De acuerdo con los datos del BCE, la rentabilidad media de las imposiciones a plazo fijo para las compañías ascendió en Europa al 3,16%, lo que supone una diferencia del 13,26% con respecto a España, un porcentaje que está por encima del registrado en meses anteriores. En mayo, había sido apenas de 19 puntos básicos, o lo que es lo mismo, un 5,7%. En abril, la distancia que les separaba era del 7%.
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