Con el BCE ojo avizor

Cara y cruz del sector servicios: motor de la actividad... y gasolina para la inflación

La buena marcha del sector contrasta con la pérdida de actividad en la industria de la Eurozona, que se está viendo afectada por la debilidad de la demanda y por el encarecimiento de la financiación con la subida de los tipos 

El tirón del sector servicios impulsa la actividad de la Eurozona por quinto mes
El tirón del sector servicios impulsa la actividad... y la inflación
Europa Press

La evolución del sector servicios viene a reflejar en los últimos meses la cara y la cruz de la situación económica actual. Siendo uno de los motores que permite que la economía esté aguantando el tipo (o acelerando) en los países de la Eurozona a lo largo de este primer tramo del año, es también responsable, junto con los alimentos, de que la inflación siga presionando al bolsillo de los consumidores. En abril, último dato disponible, la tasa anual de IPC escaló en la región al 7% y la subyacente, que excluye de su cómputo los elementos más volátiles, apenas se moderó al 5,6%. 

Indicadores como el índice PMI de actividad de la zona euro, que publicó el martes S&P Global, confirman que el sector terciario está impulsando la actividad en mayo por quinto mes consecutivo. Su avance se ha moderado ligeramente al pasar de los 54,1 puntos de abril a los 53,3, si bien se mantiene por encima de los 50 puntos, el nivel que separa el avance de la contracción. Este dato consolida "un robusto crecimiento económico en lo que va del segundo trimestre del año", apunta la firma. La buena marcha del sector contrasta con la pérdida de actividad en la industria, que se está viendo afectada por la debilidad de la demanda y por el encarecimiento de la financiación con la subida de los tipos de interés. El sector manufacturero se mantiene, de hecho, en contracción en el área del euro desde el pasado mes de agosto. 

La pasada semana, el economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Philip Lane, apuntó a la necesidad de analizar la inflación subyacente de los servicios y de los bienes por separado. El motivo es que, a diferencia de la inflación subyacente de los bienes, el incremento de los precios de los servicios aún no se ha recuperado, ya que en abril apenas subió 0,1 puntos hasta el 5,2% interanual. "Las señales de fortaleza continuada en los servicios y el componente de los precios pagados probablemente animarán las apuestas de línea dura del BCE", apuntan desde Monex Europe.

Esa pujanza de los servicios está contribuyendo, además, a abrir una brecha de crecimiento económico regional que se suma al abismo entre el auge de este sector y unas manufacturas en recesión. "El auge de los servicios es un alivio para el crecimiento, pero un quebradero de cabeza para la inflación, ya que las presiones sobre los precios aumentaron aún más", según Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro. El hecho de que su comportamiento esté siendo mejor que el de la industria beneficia a los países donde este tipo de actividades tienen más peso en el PIB, como es el caso de España, Grecia o Portugal, que están mostrando una mayor ratio de crecimiento, y, viendo cómo sus mercados laborales se benefician de ello. 

Inflación de los servicios en el Norte

Esto último ha llevado, por ejemplo, al Consejo General de Economistas (CGE) a revisar la tasa de empleo prevista para este año hasta el 12,7%, desde el 12,87% al que despidió el cuarto trimestre del pasado ejercicio. En el caso de los países del Norte las presiones en el sector no vienen tanto por el avance de la actividad en sí como por la subida salarial, lo que provoca que en Austria, Bélgica o Países Bajos la inflación de los servicios se sitúe muy por encima de la media, frente a la relativa moderación que se observa en los estados del Sur de Europa. Este hecho puede tener un peso decisivo en las próximas decisiones del BCE, prolongando por más tiempo del previsto inicialmente su política de subida de tipos. 

La economía nacional está respondiendo mejor de lo esperado en meses anteriores, gracias al acelerón de las exportaciones, que se dispararon un 14,6% en el primer trimestre en términos interanuales y alcanzaron los 102.683,9 millones de euros, un nuevo máximo histórico para ese periodo, tal y como confirmaba la pasada semana el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Al haber conseguido España un mayor control de los precios, el diferencial con Europa "está beneficiando a nuestro mercado", destaca Salustiano Velo, decano del Colegio de Economistas de Lugo y miembro del CGE.

Con todo, la industria nacional atraviesa por una coyuntura similar a la de sus socios del euro... al igual que los servicios. El PMI del sector terciario se mantuvo en zona expansiva aunque moderó su avance en abril hasta los 57,9 puntos (frente a los 59,4 en marzo). Es, no obstante, el segundo nivel más elevado desde noviembre de 2021. Sin embargo, el sector manufacturero vuelve a ver cómo su actividad se contrae después de dos meses consecutivos al alza -en abril retrocedió 2,3 puntos, hasta los 49 debido a una caída de los nuevos pedidos y a una ralentización en el crecimiento de la producción-. Pese a ello, la resiliencia que viene mostrando el mercado laboral también se aprecia en este sector, puesto que la industria siguió aumentando su plantilla un mes más.

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