En el tercer trimestre de 2023 se registraron 1.721 de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias sobre vivienda habitual, según datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recogen Efe y Europa Press. Esta cifra se sitúa un 16,5% por debajo de la contabilizada en el mismo periodo del año pasado y supone el sexto trimestre a la baja. En comparación con el trimestre anterior, ha caído un 36,2%.
El número total de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas en los registros de la propiedad entre julio y septiembre de este año fue de 3.308, un 20,9% menos que en el mismo trimestre de 2022. Además, este número supone un descenso del 38,6% en las ejecuciones hipotecarias desde el trimestre inmediatamente anterior.
Más allá de las ejecuciones hipotecarias de viviendas habituales en propiedad, también ha descendido el total de procesos de este tipo iniciados para inmuebles de personas físicas que no eran primera residencia de los propietarios. En concreto, se han contabilizado 368 embargos sobre viviendas de no habituales en el tercer trimestre, una caída interanual del 25,6%.
Menos desahucios por ejecuciones hipotecarias
El INE ha recordado que no todos los procesos de ejecución hipotecaria culminan en el lanzamiento o desahucio de los residentes en la vivienda. Un informe divulgado por el Consejo General del Poder Judicial (CPGJ) este lunes indica que un 76,3% de estos lanzamientos se dan por impago del alquiler.
En el mismo informe, el organismo explica que el número total de lanzamientos o desahucios ejecutados entre julio, agosto y septiembre se redujo un 26% hasta 5.474. de todos estos, algo más de 5.400 desahucios, 4.178 obedecieron a la aplicación de la ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), mientras que el 17,6% restante (963) se derivó de ejecuciones hipotecarias, en tanto que otros 333 obedecieron a otras causas.
Por el contrario, en una nota el CGPJ destaca que los lanzamientos derivados de ejecuciones hipotecarias se redujeron en un 37,1% en relación con el mismo trimestre del año pasado. Los originados por la LAU se redujeron un 23,4%, mientras que para los derivados de otras causas el descenso fue del 19,2%.
