La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado este miércoles que el Gobierno ha llegado a un acuerdo con los sindicatos para subir el salario mínimo interprofesional (SMI) a 1.000 euros. Es la segunda vez que el incremento del SMI llega sin el beneplácito de la patronal, después de que el pasado septiembre, la CEOE también se apartase del acuerdo.
Con la subida de 35 euros mensuales, España ha alcanzado por primera vez en su historia la cifra de los mil euros mensuales, algo bastante común en otros países de Europa, pero que aquí no se había logrado todavía.
Con el actual salario mínimo, según los datos de Eurostat, España se situaba como el séptimo país de Europa con la cifra más alta: 965 euros si se toma por referencia el pago en 14 meses, 1.125 euros si es a 12 pagas.
Siguiendo los datos de la Oficina Europea de Estadística, que toma en cuenta el salario a doce pagas, en este momento el ranking lo lidera Luxemburgo con 2.256,95 euros, seguido de Irlanda con 1.774,50 € y Países Bajos que es de 1.725 €. Cerca de la posición de España se encuentran Francia, sexta en la lista con un salario mínimo de 1.603,12 €, y Alemania, quinta con 1.621 €.
Tras el anuncio de Yolanda Díaz, el salario mínimo interprofesional para 2022 si situaría en 1.166,7. A pesar de la subida, España no ascendería ninguna posición en el ranking de Eurostat y se mantendría en la séptima posición.
Si bien, cabe destacar que varios países de Europa no disponen de un salario mínimo, entre ellos Italia, Suecia o Noruega. Alguno de los Gobiernos de estas regiones consideran que no es necesario que se fije una cantidad mínima a la hora de recibir un salario.
El salario mínimo en los últimos 10 años
España ha sido uno de los países en que los últimos años ha subido más el salario mínimo interprofesional. En 2012 la cifra se situaba en los 748,30 euros, mientras que en 2022, si se hace efectiva la subida, el SMI alcanzaría los 1.000 €. Esto supone una subida del 54,44% en la última década.
En ese sentido, nuestro país sigue la línea del resto de regiones de los que Eurostat recoge datos. Solo hay dos excepciones que han visto cómo en los últimos diez años, su salario mínimo se ha reducido; en Grecia y en Turquía el SMI se ha reducido un 11,76% y un 9,47%.
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