El 19 de noviembre de 2019 el británico Steve Thomson ganó el bote del Euromillones, que en el sorteo de ese día ponía en juego 123 millones de euros. Este albañil y su mujer Lenka se convirtieron en los novenos ganadores de un premio de lotería en Reino Unido con mayor cuantía, pero a pesar de la suculenta cifra ingresada, han seguido un estilo de vida humilde.
En primer lugar, se conoció la noticia de que Steve seguiría trabajando como albañil al menos hasta Navidad para no dejar a sus clientes "colgados". Su actitud, siendo millonario gracias al Euromillones, fue muy aplaudida.
Pero la generosidad de los Thomson no se quedó ahí. Para celebrar el triunfo en el sorteo del Euromillones organizaron una fiesta a la que invitaron a sus mejores amigos, quienes recibieron parte del premio: los ganadores decidieron dar 4,6 millones de euros a sus amigos.
Este mismo martes la prensa británica desvela que entre los gastos realizados con el dinero ganado en el Euromillones, Thomson se ha comprado un coche de segunda mano, en concreto una furgoneta Volkswagen. Asimismo, la pareja ha adquirido un Volvo XC90.
Estrategia prudente con el dinero del Euromillones
Las compras prudentes de la pareja forman parte de su estrategia para no dilapidar el dinero. De hecho, el primera gran inversión que harán será la de la mudanza a una casa nueva y más grande que la actual, una vivienda pequeña en la que sus dos hijos adolescentes tienen que compartir habitación.
Eso sí, tal y comentó un amigo de la familia a 'The Sun', los Thomson no tienen ninguna prisa en hacer la mudanza. "Están buscando una nueva casa pero por el momento vivien en su antigua propiedad. Creo que intentaron mudarse antes del coronavirus, pero se retrasaron", añade. El objetivo de la pareja, tras dejar sus respectivos trabajos, es ayudar con su dinero a la comunidad en la que viven, Selsey (West Sussex).
