Proyecto estratégico

Europa vigila la potasa española para frenar la escalada de los fertilizantes

La Mina Muga, ya en obras y a caballo entre Navarra y Aragón, producirá un millón de toneladas anuales desde 2025, un tercio de lo que la UE importaba de Rusia y Bielorrusia y lo que consumen Francia y España.

Obras mina Muga
Europa mira a España y espera la potasa que paliará la escasez de los fertilizantes.
Geolcali

“El verdadero problema no es la escasez de grano, sino de fertilizantes para producir grano”, aseguran los expertos en agroalimentación y hasta la propia ONU. Y Rusia controlaba, y controla, buena parte de la oferta de fertilizante mineral y químico (nitrógeno, fósforo y potasio). El 54% del consumo de potasa de la Unión Europea provenía de Rusia y Bielorrusia. El aumento de los precios de los fertilizantes -el 195% en el caso de la potasa hasta más de 1.150 dólares la tonelada- ha tenido efectos muy graves para el sector agrícola de numerosos países, sobre todo de los países en desarrollo, pero también en la agricultura de potencias como Francia o España. En esta situación, los organismos internacionales miran a España como solución al problema. En concreto, a Mina Muga, entre Navarra y Aragón, que a finales de 2024 o principios de 2025 comenzará a producir un millón de toneladas de potasa al año.

“Hoy tenemos más que nunca la evidencia de que este proyecto es estratégico para Europa. Las administraciones son conscientes de la necesidad de garantizar el suministro y de generar materias primas propias. La ONU ha advertido de qué el elevado coste de los alimentos básicos ha incrementado desde 440 millones a 1.600 millones las personas en riesgo de seguridad alimentaria. La crisis es de fertilizantes, es de alimentos y es global. Existen ejemplos en otros países, como Canadá, donde el Gobierno incluso ha conformado una alianza con empresas privadas financiando proyectos de producción de potasa para consolidar la posición del país como productores de fertilizantes de alta reputación”, asegura Ignacio Salazar, CEO de Geolcali, compañía española filial de la australiana Highfield Resources, que está llevando adelante el proyecto de Mina Muga.

La guerra de Ucrania está interrumpiendo la disponibilidad de productos agrícolas, como los fertilizantes, debilitando aún más el sistema alimentario mundial. Las sanciones a Rusia y Bielorrusia, grandes exportadores de potasa, han restringido gran parte del comercio, distorsionando el 40% del suministro mundial de potasa que se produce en estos dos países.  En este contexto geopolítico, “Mina Muga nace como un proyecto estratégico para la extracción de potasa y la producción de fertilizantes en el corazón de Europa. No olvidemos que Europa es deficitaria en potasa dependiente en un 60% de Rusia y Bielorrusia”.

Así, Muga podría llegar a producir un millón de toneladas anuales de potasa, lo que equivale a un tercio del volumen que Europa importa de Rusia y Bielorrusia. En cuanto a mercado local estrictamente, “que podría definirse como Francia y España”, el consumo de esta región es de 1 millón de toneladas de potasa, en línea con lo que va a ser la producción total de Muga. “Muga es un producto KM0 y, por lo tanto, muy inferior en emisiones, dado que no precisa incurrir en gastos logísticos marítimos como lo hacen los grandes productores de potasa a nivel mundial que son Canadá, Rusia y Bielorrusia”.

Tras casi una década de trabajo, el 1 de julio de 2021 Geolcali obtuvo la concesión minera del Estado para explotar el yacimiento de potasa que se descubrió bajo unos campos de cereal en la comarca de Sangüesa (Navarra) y Cinco Villas (Zaragoza). A finales de junio el ayuntamiento de Undués de Lerda (Zaragoza) concedió a la empresa la licencia de obras y las mismas, ejecutadas por Acciona, ya han comenzado en esta zona, donde estarán la bocamina y las dos rampas de acceso a la explotación subterránea. En Sangüesa (Navarra) estará ubicada la planta de tratamiento y la empresa espera que el permiso de obras desde la parte navarra, Gobierno foral y ayuntamiento de Sangüesa, “sea inminente” porque “sabemos que las administraciones están trabajando, ya que tenemos comunicación continua y ante el actual panorama internacional, sabemos que asegurar materias primas prioritarias como la potasa, es una cuestión estratégica y de seguridad nacional”.

Geolcali invertirá más de 600 millones de euros en el proyecto y hasta la fecha ya ha gastado más de 80. Hace unas semanas, la empresa firmó un acuerdo de financiación con varios bancos europeos por 312 millones de euros y en el mes de julio otro con el banco de inversión australiano Macquarie Group para adquirir maquinaria, por 23 millones de euros. Cuando se encuentre a máximo rendimiento, Muga producirá anualmente un millón de toneladas de muriato de potasio; 600.000 de sal vacum y 400.000 de sal de deshielo y creará 1.000 empleos en la fase de construcción inicial. Posteriormente, en la fase de producción se crearán hasta 800 empleos. “En una zona como la de las Cinco Villas y la comarca de Sangüesa, castigada durante décadas por el fenómeno de la despoblación, y ante una coyuntura económica de enorme incertidumbre tras la pandemia del Covid, el proyecto de Muga aportará 800 puestos de trabajo de alta calidad directos en plena producción, lo que en términos del sector minero se suele traducir en miles de empleos indirectos adicionales. Solo durante la construcción, se estima que trabajarán en la zona unas mil personas”, asegura Salazar.

Un proyecto, por lo demás, el de Mina Muga, que a diferencia de otros proyectos mineros, no ha tenido una excesiva contestación social, más allá de algún colectivo ecologista y de Podemos (presente en los gobiernos de Aragón y Navarra), que, de cualquier manera, no ha logrado cambiar la postura favorable de los ejecutivos autonómicos de María Chivite (PSOE) y Javier Lambán (PSOE) a Mina Muga. Y en ello, sin duda, ha influido que Mina Muga será la primera mina de este estilo a nivel mundial que dejará cero residuos en superficie a su clausura y prácticamente durante su actividad. “Todo lo extraído”, seis millones de toneladas de material al año, “se comercializará y el resto se devolverá a los huecos excavados con la tecnología del ‘Backfilling Seco’. Además de que se utilizará un proceso de agua eficiente – reutilizando aguas industriales en el proceso- por lo que Mina Muga producirá un producto estratégico de forma sostenible”, en un contexto geopolítico, además, donde más que nunca se debe garantizar la seguridad de suministro de materias primas claves.

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