Tensiones en el mercado de trabajo

La falta de mano de obra se ceba con los servicios y añade tensión a los precios

El 88% de las vacantes en España se concentraban en el sector servicios en el cuarto trimestre de 2023 y el BCE sigue de cerca este fenómeno por su efecto en los salarios con el paro en mínimos históricos en la Eurozona

La falta de mano de obra se ceba con los servicios y presiona la inflación
La falta de mano de obra se ceba con los servicios y presiona la inflación
Europa Press

Un rayo de sol, temperaturas más elevadas de lo deseable para esta época del año y las terrazas de restaurantes y cafeterías se llenan ofreciendo una estampa más típica del verano. El Instituto Nacional de Estadística constata que desde la pandemia de coronavirus los españoles han cambiado sus hábitos de consumo y han trasladado una parte importante del gasto en bienes a los servicios. El reverso de esta situación lo ponen las empresas, que señalan más dificultades para encontrar mano de obra. El 88% de las vacantes se concentraban entre octubre y diciembre pasados en el sector servicios, según la Encuesta Trimestral de Coste Laboral que el organismo estadístico publicó el viernes.

La dificultad para encontrar trabajadores es uno de los principales quebraderos de cabeza con los que están lidiando las empresas en el primer tramo del año y, junto a la incertidumbre sobre la política económica y las tensiones geopolíticas, empañan también sus perspectivas de ventas e inversión a corto plazo. La última Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE), que la entidad publica cada tres meses y recoge información sobre la actividad de las empresas no financieras en el trimestre en curso, indica que en hostelería dos de cada tres empresas no encuentran personal (un 63,3%)

La construcción (54,3%) y la agricultura (52,8%) se sitúan detrás, pero esta situación afecta a todos los sectores encuestados. Se da, incluso, en información y comunicaciones (29%), actividades administrativas (28,8%) y en las inmobiliarias, donde afecta al 22,2% de las empresas. Aunque de manera agregada las vacantes sin cubrir no son muy elevadas -alcanzaron las 139.31 en el último trimestre del año pasado- sí suponen un grave contratiempo en las actividades donde se concentran, dado que limitan la plena utilización de la capacidad productiva. 

"Es un problema que se ha ido extendiendo y no solo afecta a los perfiles más cualificados", explica a 'La Información' Nuria Bustamante, economista principal de CaixaBank Research. Hay sectores de actividad o profesiones donde, de hecho, será más difícil que estas tensiones puedan aflojar en el corto o medio plazo. Es el caso de la construcción, donde tras la crisis financiera y el estallido de la burbuja del 'ladrillo' muchos trabajadores perdieron su empleo y tuvieron que reconvertirse y, ahora, no hay un relevo generacional para los que se quedaron.

Sobre este asunto, un informe elaborado por BBVA Research apunta a que la edad media en el sector de la construcción era de 38 años en 2008 y actualmente se sitúa en 50. "No tenemos un sistema formativo que reconduzca rápidamente a las personas" hacia las actividades donde hay necesidad de mano de obra, advierte a este diario su economista Jefe para España, Miguel Cardoso. Y esa rigidez afecta también a la industria, que se encuentra con problemas para cubrir puestos que requieren una mayor cualificación.

Vacantes, salarios, productividad y desempleo

Las vacantes tienen un efecto sobre los salarios, puesto que cuando las empresas no logran cubrirlas y abren nuevas vacantes lo hacen incrementando los sueldos que ofrecen para atraer trabajadores. En un contexto marcado por el alza de tipos, las tensiones geopolíticas y la debilidad de la Eurozona, el mercado laboral español mostró el año pasado un notable dinamismo. Se crearon medio millón de empleos, según la Encuesta de Población Activa, y la cifra de afiliados a la Seguridad Social se situó en 20,8 millones.

El Banco de España explica que ante ese dinamismo y las tensiones por la falta de mano de obra, pero sobre todo por ante la perspectiva de que muchas de las perturbaciones que afectan a la economía sean temporales, las empresas han estado atesorando personal. Esto se ha traducido en una caída de la productividad. En adelante, el atesoramiento del empleo debería revertirse y al aumentar la actividad sin hacerlo la plantilla, la productividad debería remontar. Esto y la llegada de más población inmigrante, que elevará la población activa, puede impedir, sin embargo, que la tasa de paro se reduzca. 

Causa de las vacantes: de las condiciones laborales a la movilidad

Los expertos señalan elementos de diversa índole detrás de las dificultades que refieren las empresas a la hora de encontrar personal. Por un lado esta la mencionada falta de trabajadores con la cualificación necesaria. Según Nuria Bustamante es el caso de la construcción y afecta a puestos como operarios de maquinaria especializada, electricistas, fontaneros… pero también de la industria, que no encuentra mecánicos especializados. 

Están aquellos sectores donde las condiciones laborales (horarios, sueldos...) no son lo suficientemente atractivas, como es el caso del transporte por carretera o de la agricultura. La Encuesta de Coste Laboral del INE muestra cómo el sector peor pagado es de lejos la hostelería, con 1.334,8 euros brutos al mes por trabajador, lo que en una coyuntura en la que el coste de la vida ha venido aumentando tanto se convierte en una barrera de entrada por motivos evidentes.

Pero existe, además, un factor particular en el caso de España, como es el hecho de que la movilidad geográfica siga siendo baja en relación a la de otros países del entorno, con un reducido porcentaje de personas dispuestas a cambiar de ubicación por motivos laborales. Esto "limita las posibilidades de casar oferta y demanda de empleo", precisa la experta. 

Un problema en toda la Eurozona que vigila el BCE

A finales del año pasado ya se percibe una desaceleración de las vacantes, que venían de superar las 156.000 en el tercer trimestre, tras dispararse un 55% en relación al mismo periodo de 2019, antes de que estallase la pandemia de Covid. No obstante, en términos relativos su tasa (0,8% del empleo a finales de 2023) es muy inferior a la de otras grandes economías europeas y a la de la media de la Eurozona (2,7%).

En opinión de Miguel Cardoso esto es así porque España tiene una capacidad de recibir población inmigrante que no presentan otros países del entorno. A la vez, la tasa de paro más elevada (del 11,6% frente al 6,4% que presenta de media la zona euro, según Eurostat) da margen para que aumente la población activa. Los datos más recientes publicados por la oficina de estadística europea apuntan a una moderación de la tasa de vacantes reciente, si bien sigue siendo uno de los elementos que el Banco Central Europeo ha venido incorporando a su análisis ante el sobrecalentamiento del empleo en la región. 

Tras el último cónclave de su consejo de gobierno, la presidenta, Christine Lagarde, incidió en que la tasa de paro sigue en mínimos, en que el empleo ha vuelto a aumentar más que la actividad (0,3% frente al estancamiento del PIB). "Las presiones sobre los precios internos siguen siendo elevadas, en parte debido al sólido crecimiento de los salarios y la caída de la productividad laboral", apuntó la francesa.

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