Nuevas proyecciones macro

El BdE eleva el PIB al 1,9% este año con un déficit que seguirá aún en el 3,5% en 2026

El Banco de España (BdE) descarta que el país vaya a poder ceñirse a las reglas fiscales ni este ni los dos próximos ejercicios y advierte de que en 2024 podrían ser necesarios ajustes por la extensión de las medidas anticrisis 

Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España
CONTACTO vía Europa Pres

El Banco de España (BdE) mejora tres décimas su previsión de crecimiento para la economía nacional este año hasta el 1,9%, coincidiendo con la cascada de revisiones al alza de otros organismos y servicios de estudios al constatarse que el PIB avanzó más de lo esperado en 2023. Pese a que la entidad aprecia un debilitamiento de la actividad en lo que va de ejercicio, apunta a que el empleo y el consumo mantienen de momento un dinamismo similar al del trimestre previo y observa indicadores positivos del sector exterior.

Este escenario por sí solo no será suficiente para que España cumpla las reglas fiscales europeas y rebaje el déficit hasta el 3% comprometido con Bruselas. No lo logrará ni este ni los dos próximos ejercicios. La entidad ha hecho público este martes su último 'Informe trimestral', que incorpora las nuevas proyecciones macroeconómicas para España.

En ellas eleva el desequilibrio de las cuentas públicas hasta el 3,5% este año, una décima por encima de lo que estimaba en diciembre, y prevé que se estanque en ese nivel. El cálculo para 2025 y 2026 (3,5%), es algo más optimista, pero en la práctica supone que el país será incapaz de ceñirse a la vuelta del corsé fiscal europeo, que permaneció suspendido durante cuatro años para permitir a los países desplegar su 'escudo social' contra los efectos de la pandemia, la guerra de Ucrania y las crisis energética e inflacionaria.

De hecho, el organismo capitaneado por Pablo Hernández de Cos advierte de que "podría resultar necesario implementar medidas compensatorias adicionales de ajuste del gasto o de incremento de los ingresos" este año para compensar el aumento del desembolso que supone la extensión parcial de algunas de las medidas anticrisis, como la rebaja del IVA de los alimentos, las reducciones de impuestos energéticos o la subvención al transporte de viajeros.

En relación a la deuda pública, la entidad apenas modifica su escenario previo. Calcula que el pasivo del conjunto de las administraciones públicas se reducirá hasta el 106,5% este año (desde el 107,7% al que despidió 2023), pero volverá a elevarse al 107,2% el año que viene y hasta el 108,4% el próximo, lo que contraviene la previsión del Gobierno de ir rebajándolo de forma paulatina para cumplir las exigencias de la Comisión Europea. Subirá la deuda y España será incapaz de situar la tasa de paro por debajo del 11% de aquí a 2026. 

El PIB avanzaría un 0,4% trimestral de enero a marzo

La información más reciente de que dispone el BdE sugiere que el dinamismo de la economía española se habría "ralentizado ligeramente" en el primer trimestre de este año, cuando contempla que el PIB crezca un 0,4% en relación al trimestre previo -venía de hacerlo al 0,6% entre octubre y diciembre-. Mientras que el año pasado el PIB se vio impulsado sobre todo por la demanda exterior y el consumo público, en los próximos años serán la demanda privada y la inversión los que tomen el relevo y se conviertan en los principales motores de la actividad. 

En concreto, el avance del consumo de los hogares -que hasta finales de 2023 no ha logrado recuperar sus niveles previos a la pandemia- se verá impulsado por el aumento de la población (gracias a la llegada de inmigrantes), por un incremento de las rentas reales al moderarse inflación, por el dinamismo de la creación de empleo -que irá perdiendo algo de fuelle a medida que avance el horizonte de perspectivas- y por las subidas salariales que se proyectan.

Por otra parte, la formación bruta de capital fijo o inversión productiva (que ha venido mostrándose muy débil) aumentará a lo largo del horizonte de proyección, apoyada por el efecto dinamizador de los fondos europeos Next Generation. La entidad prevé que su despliegue gane tracción este y el próximo año y que su mayor aportación a la economía se produzca tanto en 2025 como en 2026. También contribuirá positivamente al avance del PIB la normalización paulatina de la política monetaria por parte del Banco Central Europeo

La inflación se reducirá con más intensidad este año

La inflación retomará una senda descendente en los próximos meses, gracias a que seguirán moderándose los precios de los alimentos y la inflación subyacente (que excluye de su cálculo la energía y los alimentos frescos) y compensarán las subidas previstas del componente energético. En concreto, la subyacente, que es la que más preocupa al BCE dado que tiende a reflejar tensiones más estructurales de los precios , seguirá desacelerándose a lo largo de este año y, en promedio, se situará en el entorno del 2% en el bienio 2025-2026. El Banco de España reduce así de forma notable (seis décimas) la tasa anual de inflación este año hasta el 2,7% y la rebaja hasta el 1,9% en 2025 y al 1,7% en 2026.

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