La falta de remuneración de los depósitos por parte de la banca en España mantiene en niveles récord el apetito de los ciudadanos por las Letras del Tesoro durante los cuatro primeros meses del año. Los hogares españoles elevaron en casi 11.400 millones de euros (11.380 millones) su inversión en letras del Tesoro durante los cuatro primeros meses del año, hasta alcanzar un volumen de 13.206 millones de euros a cierre de abril.
Según los datos que ha actualizado este viernes el Banco de España y que recoge Efe, en el mes de diciembre de 2022 las familias españolas acumulaban 1.826 millones de euros en Letras del Tesoro, un volumen que se ha ido elevando con fuerza mes a mes ya que en enero alcanzó los 3.695 millones y en febrero, los 7.613 millones. A cierre de marzo, la posesión de letras del Tesoro alcanzó los 10.847 millones, y en abril, esos 13.206 millones de euros. Un año antes, en abril de 2022, la tenencia de letras en manos de los hogares españoles era de solo 14 millones de euros.
Los particulares han ido incrementado su inversión en deuda pública como consecuencia de las subidas de los tipos de interés que ha acometido el Banco Central Europeo (BCE), que ha provocado que este tipo de producto ofrezca una atractiva rentabilidad. En las últimas subastas celebradas este mes de junio por el Tesoro Público español, las letras a tres meses ofrecieron un interés marginal del 3,263%; y las de nueve meses, del 3,490%.
De la misma manera, la rentabilidad ofrecida en las letras a seis meses fue del 3,392%; y las de doce meses, del 3,468 %, en ambos casos, en máximos desde julio de 2012. Por otro lado, en lo que respecta a bonos y obligaciones del Estado, la inversión por parte de los particulares crece, pero en menor medida, ya que sus plazos de vencimiento son más largos. A cierre de abril, los hogares españoles tenían 1.731 millones de euros en este tipo de deuda, frente a los 1.407 millones de diciembre de 2022, o los 883 de abril del año pasado.
Balanza por cuenta corriente
La balanza por cuenta corriente, que mide los ingresos y pagos al exterior por intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias, registró un superávit de 10.300 millones de euros en el primer trimestre del año, frente al déficit de 4.000 millones del mismo periodo de 2022, según los datos publicados este miércoles por el Banco de España y que recoge Europa Press. La favorable evolución de la balanza por cuenta corriente en los tres primeros meses del año se explica, principalmente, por la mejora de la balanza de bienes y servicios, incluidos los ingresos derivados del turismo.
En concreto, la balanza de bienes y servicios registró un superávit de 13.600 millones, frente al déficit de 2.200 millones de un año antes. Dentro de este, el superávit del turismo ascendió desde los 7.400 millones del primer trimestre de 2022 hasta 10.500 millones alcanzados en los tres primeros meses de este año. Por el contrario, la balanza de las rentas primaria (rentas de trabajo, de la inversión, impuestos sobre producción y la importación y subvenciones) y secundaria (transferencias personales, impuestos corrientes, cotizaciones y prestaciones sociales, etc.), registró un déficit de 3.200 millones de euros, por encima del desajuste de 1.800 millones registrado entre enero y marzo del año anterior.
El saldo de la cuenta de capital, por su parte, elevó su superávit en los tres primeros meses del año hasta los 2.800 millones, por encima de los 1.100 millones de euros del ejercicio anterior. Así, el saldo agregado de las cuentas corriente y de capital, que determina la capacidad o necesidad de financiación de la economía española, alcanzó un superávit de 13.100 millones de euros entre enero y marzo, frente al déficit de 2.800 millones del mismo periodo de 2022.
En términos acumulados de cuatro trimestres, la capacidad de financiación alcanzó los 35.100 millones de euros, el 2,6% del PIB, superior a los 19.100 millones acumulados hasta el primer trimestre de 2022 (1,5% del PIB). Por otro lado, en el primer trimestre de 2023 la posición de inversión internacional neta de España amplió su saldo deudor hasta los 826.100 millones de euros, el 60,7% del PIB, frente a los 804.600 millones del trimestre anterior (60,6% del PIB).
La deuda externa bruta se sitúa en 2,34 billones
Así, la deuda externa bruta de España se situó en 2,348 billones de euros en el primer trimestre de 2023 (172,6% del PIB), frente a los 2,327 billones registrados en el trimestre anterior (175,3% del PIB) y a los 2,351 billones del primer trimestre de 2022 (189,9% del PIB). Por tanto, aunque aumentó en términos brutos, la ratio en términos del PIB continuó disminuyendo, siguiendo la evolución de 2021 y 2022, aunque es todavía superior al nivel de 2019 (169,8% del PIB).
Excluyendo el Banco de España y la deuda registrada entre empresas con una relación de inversión directa, la deuda externa aumentó en las instituciones financieras monetarias (pasando su saldo deudor de 545.000 millones de euros a 610.000 millones) y en las administraciones públicas (de 593.000 millones a 610.000 millones), mientras que los otros sectores residentes redujeron su deuda (de 293.000 millones a 288 millones de euros).
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