Reunión maratoniana

El Gobierno ofrece "barra libre" a CEOE en temporalidad e irrita a los sindicatos

Las negociaciones de la reforma laboral entran en el tiempo de descuento con asuntos clave aún sin cerrar. Se da por hecho que se recuperará la ultraactividad y la prevalencia del convenio sectorial, aunque no total.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, charla con los líderes sindicales.
El Gobierno ofrece "barra libre" a CEOE en temporalidad e irrita a los sindicatos
EFE

La reforma del artículo 15 del Estatuto de los Trabajadores, que regula la duración del contrato de trabajo, prometía darle un vuelco a la legislación para que la causalidad de los contratos temporales quedase netamente justificada en el nuevo marco de relaciones laborales, poniendo coto a la contratación temporal abusiva y situando a España en los estándares europeos. Sin embargo, en el transcurso de las negociaciones, el Gobierno ha ido flexibilizando y suavizando tanto su planteamiento inicial para atraer a la CEOE a un acuerdo que ha terminado por fijar un esquema que prácticamente ofrece "barra libre" a las empresas para continuar abusando de los contratos temporales sin justificación.

Así lo denunciaron fuentes sindicales tras la maratoniana reunión de diálogo social mantenida este lunes, que transcurrió durante 12 horas de conversaciones solo interrumpidas por un receso para el almuerzo. Como se avanzó en estas páginas, tanto CCOO como la UGT ya venían asumiendo en los últimos días que la gran reforma laboral prometida por el Gobierno finalmente se va a quedar en meros "retoques estéticos". Pero entrados ya en el tiempo de descuento de las negociaciones, las centrales sindicales han constatado cómo "el Gobierno está tan ansioso por conseguir la firma de la CEOE que ha rebajado al máximo todos los contenidos, especialmente en materia de temporalidad", lamentan las fuentes consultadas.

En el último borrador, el Ejecutivo ha plasmado una redacción del citado artículo 15 (uno de los más relevantes de la reforma) tan "farragosa" como "permisiva", que de salir adelante propiciará que los empresarios puedan seguir tirando de contratos temporales sin causas debidamente justificadas. Según fuentes del diálogo social, la propuesta gubernamental debatida este lunes mantiene que el contrato de trabajo se presume concertado por tiempo indefinido, pero modifica sensiblemente las circunstancias en las que las empresas podrán formalizar contratos temporales por circunstancias de la producción, ante incrementos ocasionales y previsibles de la demanda, así como oscilaciones de la actividad, que generen desajustes temporales entre el empleo estable y previsible y el que se requiere fuera de cualquier ciclo de reiteración de la actividad de la empresa.

El Ejecutivo ha "metido demasiada pluma" a este apartado, denuncian fuentes sindicales que esperan que el Gobierno modifique esta redacción en un nuevo borrador que se debatirá en las mesa este mismo martes. Hay que recordar que la propuesta gubernamental en materia de contratación temporal ya se ha descafeinado considerablemente desde los planteamientos iniciales en los que se llegó a imponer un porcentaje máximo de plantillas temporales en las empresas. Ahora, con esta nueva vuelta de tuerca, los sindicatos temen que se deje "barra libre a las empresas" y por eso han demandado al Ejecutivo que rectifique, para volver a un marco en el que la causalidad de la contratación temporal quede debidamente justificada.

Pero no solo eso. Inicialmente, el Gobierno había puesto sobre la mesa un amplio paquete de medidas para desincentivar la contratación temporal por la vía del incremento de las cotizaciones a la Seguridad Social y del endurecimiento de las penalizaciones sobre los contratos fraudulentos en forma de encarecimiento de las multas de la Inspección de Trabajo, así como imponiendo la nulidad del despido en los casos de contratos temporales irregulares. Sin embargo, desde los sindicatos denuncian que el Gobierno también ha cedido en este apartado ante la CEOE, en particular en lo que se refiere a la nulidad del despido en los contratos fraudulentos. "La patronal ha dicho que por ahí no pasa y el Gobierno se ha plantado", afirman, de modo que desaparece la obligatoriedad de readmitir al trabajador que hubiera sido despedido con un contrato temporal en fraude de ley.

Las conversaciones sobre los contratos de formación y los fijos-discontinuos están bastante avanzadas, sin embargo, aquí también los sindicatos denuncian que finalmente los cambios van a quedar en "retoques" que se van a limitar a "camuflar" parte de la contratación temporal en las estadísticas como indefinida, por la vía de los fijos-discontinuos, permitiendo el acceso a esta modalidad a las empresas de trabajo temporal (ETT). Asimismo, también se han sentado las bases del nuevo contrato específico para el sector de la construcción, pero, de nuevo, las modificaciones se van a limitar a pasar a considerar el antiguo "fijo de obra de la construcción" como indefinido, "maquillando las cifras de temporalidad", según avanzan fuentes sindicales.

Pero el nuevo menú de contratos no es el único asunto que continúa enfrentando a los sindicatos con el Gobierno y con la patronal y que a estas alturas impide el acuerdo tripartito. "Se están revisando los textos uno por uno y hasta que no esté todo cerrado por separado no podrá decirse que se consigue un acuerdo global", indican fuentes involucradas en el diálogo social. Falta por cerrar, por ejemplo, el apartado de la subcontratación, donde los sindicatos también esperan conseguir mejoras respecto a la redacción actual que ya asume que la empresa debe aplicar el convenio de sector. Tampoco se ha llegado a un acuerdo para el nuevo mecanismo de flexibilidad interna que acompañará a los ERTE en el nuevo marco laboral, aunque aquí las posturas están más cercanas.

Por otro lado, los agentes sociales ya dan por hecho que se recuperará la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa en algunas materias, como los salarios y la jornada, así como la ultraactividad de los convenios, para que no decaigan cuando caducan, mientras se continúa negociando. Estos dos puntos son líneas rojas tanto para CCOO como para la UGT. Pero de nuevo, en este caso en lo que se refiere al reequilibrio en la negociación colectiva, la CEOE se impone en un elemento clave, como es la modificación sustancial de las condiciones de trabajo por parte de la empresa. "La patronal ha dicho que eso no se toca y el Gobierno no va a tocarlo", afirman fuentes de las negociaciones. Se trata de uno de los aspectos troncales de la reforma laboral que impuso el PP en 2012 y no va a eliminarse.

Los sindicatos ya tienen asumido que la contrarreforma laboral será light. A estas alturas de las negociaciones, tanto en CCOO como en la UGT dan por descontado que no habrá derogación de la legislación del PP, sino modificaciones parciales de algunas de las partes que han resultado más lesivas para los derechos de los trabajadores en materia de negociación colectiva. En paralelo, se harán "algunos retoques" al menú de contratos para "maquillar" la temporalidad, más que para reducirla. Con todo, los sindicatos se resignan a aceptar las cesiones del Gobierno a la CEOE y se inclinan por poner su firma en un texto que, aunque quede descafeinado, van a poder vender como un avance en recuperación de presencia sindical en la negociación colectiva y como una necesidad para que España reciba un nuevo desembolso de 12.000 millones de euros de los fondos europeos.

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