Su nivel más elevado desde marzo

La inflación escala en septiembre al 3,5% por la subida de electricidad y carburantes

La inflación subyacente, que excluye de su cálculo los precios de la energía y de los alimentos frescos se reduce tres décimas en septiembre hasta el 5,8%, por lo que se sitúa en su nivel más bajo desde junio del año pasado

Surtidores de combustible
Surtidores de combustible
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Los economistas venían advirtiendo ya de que la inflación se tensionaría en la segunda mitad del año por el llamado efecto base en los precios energéticos, que cayeron con fuerza en el segundo semestre del año pasado a raíz de la batería de medidas extraordinarias que los gobiernos adoptaron para hacer frente a las consecuencias de la guerra de Ucrania. Sin embargo, a este efecto se han unido las tensiones renovadas en los mercados energéticos internacionales, con la subida del precio del petróleo por las restricciones de oferta y una demanda histórica. 

Todo ello se aprecia en la inflación de septiembre. Los precios habrían subido este mes al 3,5% en tasa interanual, nueve décimas más que el mes anterior, de acuerdo con el avance que ha publicado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE). La inflación subyacente, que excluye de su cálculo los precios de la energía y de los alimentos frescos y tiende a reflejar tensiones más estructurales, se reduce tres décimas en septiembre hasta el 5,8%, por lo que se sitúa en su nivel más bajo desde junio del año pasado. Su aumento en toda la Eurozona trae de cabeza al Banco Central Europeo (BCE), que se vio obligado a seguir subiendo los tipos de interés en su última reunión para hacerle frente.

Estadística explica que la evolución de los precios, que en términos mensuales avanzan dos décimas, se debe, principalmente, al incremento de los precios de la electricidad, que disminuyeron en septiembre de 2022. También, aunque en menor medida, por el aumento de los carburantes -que acumulan once semanas consecutivas al alza-, frente a la bajada registrada en el mismo mes del año anterior. Organismos como el Banco de España han advertido recientemente de que habrá que prepararse para una inflación más persistente y elevada, que presionará el bolsillo de los consumidores hasta 2025.

En concreto, la entidad capitaneada por Pablo Hernández de Cos prevé que el alza de los precios toque un nuevo techo a mediados del año que viene en el entorno del 5%. En su último Informe Trimestral elevaba, de hecho, cuatro décimas la previsión de inflación este año hasta el 3,6% y subía siete décimas la del próximo ejercicio hasta el 4,3%. Servicios de Estudios como el de Funcas, la Fundación de las Cajas de Ahorro, contempla un escenario de inflación en forma de 'dientes de sierra' debido a la fuerte volatilidad de los precios energéticos. 

La atención, en los precios de la energía y de los alimentos

El próximo 13 de octubre, cuando el INE hará público el dato definitivo de inflación del mes de septiembre, la atención estará centrada en la energía, pero también en cómo haya evolucionado el precio de los alimentos. Estos moderaron muy levemente su aumento en agosto, al 10,5%, y acumulan diecisiete meses consecutivos subiendo a doble dígito. Los precios de los productos básicos se están viendo presionados por la sequía, que ha provocado escasez de muchos cultivos. El aceite de oliva, que se ha encarecido un 52,5% en el último año, es un buen ejemplo de ello.

Por lo pronto, la gasolina ha vuelto a encarecerse en la última semana otro 0,5% y se vende a una media de 1,76 euros el litro, con lo que desde el fin de los descuentos su precio ha subido un 9%, según los últimos datos publicados también este jueves en el Boletín Petrolero de la Unión Europea. El precio del gasóleo se ha incrementado un 0,2% hasta venderse a una media de 1,686 euros.

El dato de inflación y el alza de los precios energéticos abren la vía a dos posibles escenarios, en opinión de Javier Molina, analista senior de mercados para eToro. Que este incremento vuelva a generar cierta tensión al alza y que eso desencadene una respuesta de los bancos centrales, el BCE, con nuevas subidas de tipos de interés. O que se trate de un repunte transitorio que debería revertir en un escenario de ralentización económica que retraiga el consumo y modere la demanda de energía. Esto llevaría a que los bancos centrales no tengan que seguir subiendo los tipos para evitar un aterrizaje mucho más duro. 

Ahora mismo estamos en esa doble narrativa: inflación vs crecimiento. "Seguimos pensando que la narrativa se decantará por la segunda opción, es decir, por intentar que el aterrizaje sea lo más suave posible y por tanto, estaríamos en el escenario dos de que el repunte que estamos viendo en los precios termine regresando hacia cierta normalidad", añade Molina.

El dato de septiembre, clave para el sueldo de los funcionarios

El INE también ha constatado que la tasa de inflación armonizada (IPCA), que es la que Eurostat toma como referencia para poder hacer sus comparaciones entre los socios europeos, se sitúa en el 3,2%, ocho décimas por encima de la registrada el mes anterior. Este resultado tiene implicaciones en el sueldo de los empleados públicos que, según lo recogido en el acuerdo salarial entre el Ministerio de Hacienda y los sindicatos CCOO y UGT, aumentará otro 0,5% adicional desde el 2,5% que lo hizo este año con carácter retroactivo desde enero.

Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital inciden en que España lleva más de un año entre los países con menor inflación y mayor crecimiento de la zona euro. Estos, sostienen, vendría a reflejar que las medidas de política económica adoptada por el Gobierno "están favoreciendo la competitividad de las empresas españolas, la ganancia de cuota de mercado y el aumento del poder adquisitivo de los salarios".

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