La histórica devaluación del yuan en China busca crecer un 7% en 2015 y dinamizar la economía

    • El Gobierno chino ha efectuado un movimiento correctivo tras la fuerte apreciación del yuan en los últimos meses y quiere un 7% de crecimiento del PIB este año.
    • Es previsible que las empresas españolas y del resto de la UE más expuestas a los mercados chinos por sus exportaciones (automóvil, textil, etc.) sufran en sus ventas, pero será temporal y a corto plazo.
A teller counts yuan banknotes in a bank in Lianyu
A teller counts yuan banknotes in a bank in Lianyu

El Banco Popular de China ha efectuado una intervención histórica en su divisa, el yuan, que ha provocado su mayor caída frente al dólar en más de dos décadas. La devaluación se ha producido en dos tramos: uno del 1,9 por ciento, y otro del 1,6 por ciento, con un ajuste en las bandas de fluctuación, lo que tendrá consecuencias en todo el mundo, en especial en las empresas exportadoras con mayor exposición a China, en el precio de las materias primas, que estaban bajos, y en el crecimiento global.

Las bolsas europeas han acusado hoy el impacto, agravado por la tendencia a la baja de Wall Street y del Nikkei. El Ibex español ha cerrado en el 2,44% por ciento y perdido los 11.000 puntos, hasta los 10.880. Se trata de su mayor caída desde el pasado 29 de junio, cuando los inversores temían un 'Grexit'.

Sólo Técnicas Reunidas (+0,11%) ha evitado las pérdidas. Abengoa se ha precipitado un 8,9% y ha encabezado los recortes. También han destacado las caídas de IAG, que ha perdido un 5% y Gamesa (-4,8%). Acerinox e Inditex han perdido más de un 4%, mientras que FCC, Amadeus y Sacyr han registrado descensos superiores al 3%. Entre los grandes valores, Banco Santander ha perdido un 2,8%, BBVA un 2,6% y Telefónica un 2,2%.

A corto plazo, empresas como ArcelorMittal, Alcoa o Asturiana del Zinc van a sufrir por el abaratamiento de las exportaciones, al depender de los precios de exportación de China con demanda de acero, señala el economista e investigador Javier Santacruz. La firma global Inditex, con exposición exportadora a China acusaba esta mañana también la decisión con una caída en torno al 3 por ciento.

En Alemania, valores automovilísticos muy expuestos a las exportaciones, como BMW, Volkswagen o Daimler, pasaban factura al Dax de Francfort, con una caída ayer del 2,68 por ciento, y hoy al mediodía en torno al 2,5 por ciento, debido a la depreciación del yuan.Efecto directo sobre el saldo comercial

El movimiento es correctivo tras la fuerte apreciación del yuan en los últimos meses, busca dinamizar la economía china y garantizar de la forma más sencilla posible un crecimiento del 7 por ciento en este año 2015, afirma el analista Javier Santacruz.

En efecto, algunos operadores han cifrado el avance del tipo de cambio efectivo real del yuan en el 14 por ciento en un año, y ahora estamos hablando de una devaluación, o dos si lo prefieren, como máximo del 3,5 por ciento, sumando el 1,9 y el 1,6.

El PIB se mide básicamente sobre el consumo, la inversión, y las exportaciones e importaciones. Este movimiento correctivo es un estímulo para el consumo y va a salir bien -a diferencia de las devaluaciones de 1992 en España-, porque China exporta en RMB (remminbi) -la moneda china legal es el renminbi (RMB), que significa "moneda del pueblo"-, es decir, en yuanes, que es su unidad de cuenta, e importa en USD, en dólares, señala Santacruz, para quien en síntesis, China persigue tres objetivos: abaratar una divisa cara, cumplir el objetivo citado del 7% de crecimiento del PIB, e impulsar una liberalización de su balanza de capitales.

En realidad, puede haber titulares más alarmistas, pero "la devaluación del yuan no cambia nada. La política (china) sigue su proceso de reforma, y se ajusta una moneda que se había encarecido mucho", añade.

Las dos devaluaciones -en realidad una, porque la segunda es ajustar la banda de fluctuación-, pretenden un efecto directo en el saldo comercial: aumentar las exportaciones y reducir las importaciones, y seguir con las reformas emprendidas, hasta intentar el asalto al primer puesto de las economías mundiales.

Santacruz recuerda que algo similar ha sucedido con las correcciones en las bolsas chinas, que se han estabilizado tras las fuertes caídas que han tenido lugar en los dos últimos meses. El Shanghai Composite, por ejemplo, ha recortado hoy sólo un 1 por ciento, mientras el Dow Jones perdía ayer en Wall Strett más de un 1,2 por ciento, y el Nikkei japonés un 1,5 por ciento esta mañana.Recuperar competitividad

En la misma línea, el economista Geoff Lewis lo argumenta así: "El problema es que nos hemos acostumbrado a que el yuan sea estable. Es básicamente un ajuste de la tasa de cambio, a pesar de todo lo que se está diciendo sobre ampliar la franja, la liberalización de la cuenta de capital. China ha fijado su tasa de cambio. El dólar estadounidense se ha fortalecido, lo que ha hecho que China pierda competitividad". Y con esta devaluación quiere recuperarla.

"Recientemente, la paridad central del yuan se ha desviado del tipo de cambio del mercado en una gran extensión y con una larga duración, lo que, hasta cierto punto, ha debilitado su estatus de referencia", dijo ayer el Banco Central de China en una nota.

En roman paladino, cabría añadir datos recientes: en lo que llevamos de año el saldo comercial con el exterior había disminuido en China un 7 por ciento, mientras el Gobierno esperaba un crecimiento del 6 por ciento. Un 'gap' de 13 puntos.

Además, la cotización del yuan respecto al dólar se había situado en mínimos desde hace tres años. Frente al euro, principal socio comercial chino, el yuan se ha depreciado en más de un 17 por ciento. Y se han tomado medidas.

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