Ellas ocupan el 80% de los empleos

Las sanitarias cobran 400€ menos que los hombres por la brecha de género

La base de cotización de las trabajadoras de actividades sanitarias se sitúa en 1.973,5 euros, mientras la de los hombres alcanza los 2.379,9 euros, según la última estadística de la Seguridad Social del mes de marzo.

Enfermera en la UCI
Las mujeres ocupan el 80% de empleos sanitarios pero ganan 400 euros menos
EFE

Las mujeres ocupan el 80% de los puestos de trabajo en actividades sanitarias, pero eso no impide que de media cobren 400 euros menos que los hombres que desempeñan su labor en el mismo sector. Es una de las conclusiones que revela la estadística de bases medias de cotización del régimen general que acaba de publicar la Seguridad Social y que pone negro sobre blanco que mientras ellas suponen 1.205.796 cotizantes de un total de 1.558.138 (ellos son los 352.342 restantes), sus bases medias se sitúan en 1.973,5 euros, 406 euros por debajo de las de los varones (2.379,9 euros). Los datos demuestran que la brecha salarial de género tampoco entiende de héroes ni heroínas en tiempos de pandemia.

Esta estadística es relativamente nueva -empezó a publicarse a finales de 2019- y llega a cubrir hasta el pasado mes de marzo. La información que aporta es de gran interés, pues se centra en las remuneraciones brutas, es decir, en las bases de cotización que sirven para calcular la cuantía de las pensiones y el resto de prestaciones del sistema público de protección. Se puede analizar desde distintas perspectivas, pero una de las más llamativas, como suele suceder cuando se habla de salarios, es la de género. Y una de las claves que se extrae es que la brecha en el ámbito de la sanidad, entre las secciones económicas con más cotizantes, incluyendo tanto al sector público como al privado y la atención en residencias, supera los 400 euros al mes.

Así, en un sector especialmente feminizado como es el sanitario, se encuentra una de las brechas salariales de género más intensas, con una diferencia de más del 17% entre los sueldos brutos de las mujeres y los de los hombres. En total, a nivel del régimen general de la Seguridad Social, el distanciamiento entre las remuneraciones de los trabajadores y las trabajadoras alcanza el 15%, con una diferencia de 316 euros entre las bases medias de cotización (1.723 euros para las mujeres frente a 2.039 euros en el caso de los hombres), toda vez que la base media de cotización para el conjunto de las actividades económicas estaba en marzo en 1.888 euros y en la sanidad, holgadamente por encima, en 2.065 euros.

¿Qué sucede en el mercado laboral sanitario para que las mujeres sufran con mayor crudeza esa brecha de género en sus salarios? Al igual que en el resto de sectores, aquí también influyen aspectos como la maternidad y la conciliación familiar -un reciente estudio del Banco de España revelaba que las mujeres llegan a perder un 28% del sueldo una década después de dar a luz- pero también se da una fuerte segregación vertical y horizontal basada en la asignación de diferentes labores y responsabilidades en función del sexo, según se ha demostrado desde distintos organismos e instituciones como el Institut Català de les Dones (ICD). En general, los hombres ocupan mayoritariamente las especialidades mejor pagadas y con más complementos salariales y además cuentan con una mayor proporción de plazas en propiedad.

Todos estos motivos acaban provocando que los trabajadores varones del sector sanitario estén mucho mejor pagados que las mujeres. Así lo demuestra también la Encuesta Anual de Estructura Salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE), donde consta que mientras las profesionales del sector de las actividades sanitarias y servicios sociales ganaron, de media, 23.839,44 euros anuales en 2017, los hombres percibieron 33.735 euros. Una diferencia de casi 10.000 euros al año que se traduce en cinco nóminas menos. Esta encuesta denota que la brecha salarial sanitaria es la tercera más pronunciada respecto al resto de sectores, solo por detrás de las actividades financieras y de las profesionales científicas y técnicas.

Y lo mismo sucede con los datos de la Seguridad Social. La estadística de bases medias de cotización coloca las actividades sanitarias en cuarto lugar en el 'ranking' de los sectores con mayor brecha salarial entre los que cuentan con más cotizantes. El primer puesto lo ocupan las actividades profesionales, científicas y técnicas, con 513 euros (la diferencia entre los 1.897,9 que perciben las mujeres y los 2.411 de los hombres); en segunda posición está el comercio y reparación de vehículos, con 422 euros, fruto de la distancia entre los 1.889,5 euros que cobran ellos frente a los 1.467,2 de ellas; y en tercer lugar se encuentra la industria manufacturera, con 416 euros de brecha entre una base media de cotización de los hombres de 2.300,7 euros y una de 1.884,9 euros en el caso de las mujeres.

Avances insuficientes 

En el conjunto del régimen general, teniendo en cuenta todas las actividades profesionales de los distintos sectores, la base media de cotización se situaba en marzo en los 1.888 euros mensuales antes mencionados. Aunque persiste una importante brecha entre sexos, sí es cierto que se observa una mejor evolución en el caso de las mujeres que en el de los hombres. En términos mensuales, la base media crece un 0,48% en el total del régimen, resultado de un avance del 0,36% entre los varones y un crecimiento superior del 0,66% en las mujeres. En la comparativa anual, además, se observa cómo las bases crecen un 2,53% en términos generales, pero lo hace especialmente entre las cotizantes (un 3,4%, frente al 1,94% entre los hombres afiliados).

Por tramos de edad, se observa que la base media de cotización de menor cuantía, 990 euros, se localiza en los cotizantes menores de 25 años, especialmente en las mujeres, cuya base media se queda en los 906 euros, cantidad que va creciendo a medida que aumenta la edad, entre los 25 y 59 años, y desciende a partir de los 60 años, como se explica aquí. Así, la diferencia que presentan las bases medias de varones y mujeres es menor entre los cotizantes más jóvenes, y va aumentando con la edad hasta alcanzar los 667 euros menos en las bases de las mujeres mayores de 64 años, edad a partir de la cual ellas, por todo lo mencionado, empiezan a notar importantes diferencias en la pensión respecto al género masculino. 

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