Francia, Italia o Suecia

Qué países en Europa tienen empresas eléctricas públicas: así funcionan

Esto hace que la energía sea accesible a toda la ciudadanía rebajando el precio del MWh en el mercado mayorista y repercutiendo en la propia factura de la luz del consumidor 

Torres de enfriamiento de la central nuclear Golfech, propiedad de la compañía de electricidad de Francia EDF.
Torres de enfriamiento de la central nuclear Golfech, propiedad de la compañía de electricidad de Francia EDF
Agencia EFE

Con la factura de la luz cada vez más elevada y el precio del megavatio por hora (MWh) en continuo ascenso, el Gobierno aprobó de urgencia un nuevo paquete de medidas. La batería se centra en una bajada de los impuestos de la tarifa de la luz y la confiscación de los 'beneficios caídos del cielo'. Asimismo, se ha planteado establecer un tope en el precio del gas. Además, junto con la amenaza de las nucleares de un paro total de la actividad si estas medidas siguen adelante, muchos se preguntan por la posibilidad de que el Gobierno cree nuevamente una empresa pública de electricidad o nacionalice una de las ya existentes. 

Según reza el artículo 128.2 de la Constitución Española que el Estado puede acceder a "la iniciativa pública en la actividad económica". "Mediante ley se podrá reservar al sector público recursos o servicios esenciales, especialmente en caso de monopolio y asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general", detalla el escrito. Por lo tanto, sí qué está abierta la puerta a que se pueda acceder al control del mercado para suministrar servicios básicos como electricidad. 

Pero ¿cómo funcionan otros países europeos? ¿Existen países de nuestro entorno con algún tipo de intervención pública del mercado? Países de la Unión Europea como Francia, Italia, Suecia, Países Bajos, Suiza o Alemania cuentan con entidades estatales de energía. Esto hace que la energía sea accesible a toda la ciudadanía rebajando el precio del MHh en el mercado mayorista y repercutiendo en la propia factura de la luz del consumidor.

¿Sería posible una eléctrica pública en España? 

Según el economista y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Mario Sánchez-Herrero, uno de los puntos más relevantes a la hora de crear una empresa pública que suministre un servicio básico, es que se aleje de los "principios de funcionamiento de las entidades privadas". "Si se compite en plano de igualdad el Estado no tendría ninguna herramienta que permita abaratar el coste. Se requeriría de una empresa que de soporte de forma puntual al propio mercado", asevera. 

El también fundador de Ecooo Energía Ciudadana, asegura que los actuales precios tan elevados de la luz, con un coste de producción de 3 euros el MHh según sus propias palabras, se deben a que las grandes compañías en este tablero son propietarias simultáneamente de fuentes de energías sustituibles. Al no depender de la intermitencia de las fuentes de energía renovables, son ellos los que están determinando el propio precio en el mercado. 

"Lo ideal sería que una hipotética empresa pública entrase en el mercado cuando se necesite abaratar el mercado eléctrico para los consumidores, con un mandato más concreto", indica el experto a La Información. "También podría favorecer la propia penetración de las renovables".

¿Cómo funciona en Francia? 

EDF
EDF
EDF

Électricité de France (EDF), 'Electricidad de Francia' en español, es la gran propietaria de las centrales nucleares de nuestro país vecino. Con más de un 70 % de producción eléctrica con procedencia directa de fuentes nucleares, se aleja de las características que rigen la producción eléctrica respecto al mercado español. El proceso de fisión nuclear es constante y no se puede parar, pero sí moderar. 

Es ahí, en esos picos puntuales, cuando EDF entra en juego y establece un precio fijo del coste de producción eléctrica a las nucleares. Mario Sánchez, economista, apuesta por este tipo de medidas que evitan que se disparen los precios y los beneficios se devuelven directamente al propio sistema. "Hay que fijar las condiciones por ley, en definitiva habría que apostar por una empresa pública de nicho, con un servicio y un mandato muy concreto", reafirma Sánchez-Herrero. 

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