¿Quiénes pagan la solidaridad regional?

La pensión en Galicia y Baleares apenas supera la mitad del sueldo de los activos

Asturias tiene las segundas prestaciones más elevadas, procedentes de la minería, un sector productivo y con altos sueldos. Las bajas bases de cotización actuales se deben a la desaparición de estos trabajadores.

Manifestación convocada por la Coordinadora General de Pensionistas de Madrid en defensa del Sistema Público de Pensiones, este sábado, en la madrileña la Puerta del Sol.
Manifestación convocada por la Coordinadora General de Pensionistas de Madrid en defensa del Sistema Público de Pensiones, este sábado, en la madrileña la Puerta del Sol.
EFE

Los casi 130.000 jubilados de las Islas Baleares inscritos en el sistema de reparto de la Seguridad Social cobran una pensión media que ligeramente supera los 1.000 euros, lo que les sitúa como la tercera comunidad, solo por debajo de Extremadura y Galicia, con las prestaciones más bajas. Sin embargo, los trabajadores de las islas en activo tienen una base de cotización media, según los últimos datos de la Seguridad Social del mes de marzo, de 1.957 euros, casi el doble de la pensión que perciben los jubilados en el sistema. Sus salarios medios brutos son superiores a los de nueve regiones y solo inferiores a los que perciben vascos, navarros, madrileños y catalanes.

En el lado contrario están los jubilados asturianos, que reciben una pensión media un 30% superior a los de Baleares pese a que la base de cotización media de sus asalariados de ambas regiones es prácticamente idéntica. En una situación parecida a la de los baleares están los gallegos, con regiones como Ourense o Lugo en una situación crítica, con un número de ocupados similar al de pensionistas. La prestación de estos apenas supone el 55% del último sueldo que acreditan los actuales asalariados. Las elevadas pensiones asturianas actuales se justifican en la alta productividad de la comunidad durante décadas, sobre todo por la minería, pero el cambio de modelo, por el cierre de las minas, ha propiciado una bajada de las retribuciones, lo que adelanta que las pensiones futuras serán bastante inferiores a las actuales.

Mientras, en Galicia, la situación es la contraria. En este momento, los jubilados en el sistema tienen pensiones bajas porque la mayoría formaba parte del sector primario, con sueldos más reducidos que en servicios y la industria. Sin embargo, el contexto ha ido cambiando poco a poco y otros sectores, como el turismo o diversas industrias, han ido cogiendo el relevo. Pese a todo, la región está beneficiada por la solidaridad regional, ya su número de cotizantes no compensa al de jubilados, como pasaría en Asturias o Castilla y León. Muchos gallegos, emigrados hace décadas a Alemania, Francia o Suiza, apenas han cotizado en España, de ahí también las bajas pensiones, que son compensadas por otras prestaciones de los países los que fueron a trabajar. La normativa europea permite cobrar la jubilación en más de un país, siempre que se haya cotizado el tiempo suficiente.

En Baleares tienen las terceras pensiones más bajas, pero la base de cotización de sus activos es igual a la de los asturianos, los segundos con las pensiones más altas

Las diferencias laborales, con sectores protagonistas dependiendo de la región y los distintos regímenes en la Seguridad Social, entre otros factores, marcan profundas brechas a la hora de jubilarse, que el sistema de reparto, basado en la solidaridad regional, subsana en buena medida. En Baleares, la temporalidad laboral, con numerosos fijos discontinuos, marca un perfil de trabajador con sueldos elevados pero no permanentes, lo que reduce las carreras de cotización y, por tanto, la cuantía de la pensión. Unido a esto, la elevada oferta laboral de temporada hace que muchos trabajadores de otras provincias coticen allí durante un tiempo, pero que se jubilen finalmente en otros lugares.

La pensión de jubilación media en España es inferior a la última base de cotización en todas la regiones y apenas supone un 60% del último salario. Las diferencias van del 73% de Asturias o el 67% de Cantabria, al 52% de Baleares, el 55% de Galicia o el 57% de Cataluña. La diferencia entre lo que se aporta y lo que se recibe tras el retiro apenas es de un 18% en el Principado y del 28% en Cantabria y llega a un 66% en las Islas Baleares, según los datos de pensiones de abril y los de bases de cotización de marzo.

El peso de la cuantía de las pensiones con respecto a las cotizaciones ha ido aumentando en los últimos años, debido a que mientras los salarios se han mantenido congelados en algunos ejercicios e incluso han sufrido recortes y cuando han subido lo han hecho de forma moderada, las pensiones han experimentado un aumento casi seis veces mayor debido a la entrada progresiva en sistema de pensiones altas, procedentes de la generación del 'baby boom', una tendencia que se mantendrá durante las próximas décadas. Mientras, la brecha regional en las pensiones se ha ido reduciendo año tras año, pero todavía un jubilado extremeño percibe 473 euros menos -en 14 pagas- que uno del País Vasco, que supone casi un 50% menos en cada nómina.

En España las pensiones son elevadas con respecto al último sueldo. Es necesario cotizar 37 años y 3 meses para jubilarse a los 65 con el 100% de la prestación

Pese a que es necesario haber cotizado durante 37 años y tres meses y jubilarse a los 65 años para poder cobrar el 100% de la pensión, no todos los trabajadores alcanzan esas carreras y muchos se ven obligados a retirarse con menos años aportados a la Seguridad Social. La falta de empleo tras los 55 es el principal problema y mientras que en España solo trabajan el 55% de los ciudadanos con más edad, el porcentaje llega a alcanzar el 77% en el norte y centro de Europa. Las cortas carreras hacen que un ciudadano español cotice casi nueve años menos que un sueco, pero proporcionalmente obtiene una prestación mayor.

Según el Banco de España, en su informe 'Una estimación del rendimiento financiero del sistema de pensiones', destaca que en términos de Coste por Pensión Unitaria (CPU), "el sistema otorgaría, de media, en torno a 1,7 euros de prestación por cada euro aportado", con diferencias importantes dependiendo de las clases de pensión. Así, las jubilaciones anticipadas, aquellas se producen antes de la edad ordinaria de retiro y que se caracterizan por largas carreras de jubilación -más de 40 años- y bases reguladoras elevadas, 550 euros más que las jubilaciones tras los 65, obtienen casi un 1,4 euros por cada uno de los aportados y a pesar de que sus prestaciones en la vejez son mucho mayores que la media.

La base reguladora determina la cuantía de la pensión y para calcularla se tienen en cuenta en 2021 las bases de cotización de los últimos 24 años trabajados

Para conocer exactamente cuánto se cobrará de pensión -que de media se percibe durante 20 años- hay que sumar las bases de cotización que se han tenido durante los últimos 288 meses previos al momento de jubilarse y el resultado dividirlo por 336 (24 años por 14 pagas, dos de ellas extra, que corresponden a los pensionistas). En 2022 la prestación de jubilación se calculará con 25 años, es decir, 300 y 350. Las últimas 24 bases de cotización se tienen en cuenta según su valor nominal, mientras que todas las anteriores se actualizan según la evolución de la inflación durante ese periodo. Para calcular las base reguladora se suman las últimas 288 bases de cotización que se dividirán entre 336.

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