La entrada en vigor del nuevo sistema de comercio de emisiones europeo ('Emissions Trading System' o ETS, en inglés) el pasado 1 de enero y la crisis del mar Rojo inquieta a los puertos españoles y al tejido empresarial que opera en los mismos. Todos ellos temen perder competitividad y el desvío de parte del tráfico comercial generado por las grandes navieras hacia países extracomunitarios vecinos más laxos. El presidente de la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA), Gerardo Landaluce, resumió el estado de ánimo del sector en su balance anual realizado esta semana: "Para nosotros esta directiva es incongruente ya que, además de no evitar las emisiones, no está alineada con la estrategia conjunta de la Unión Europea, donde se necesitan puertos potentes y activos".
La posición crítica de Algeciras (Cádiz) es relevante, porque se trata del puerto español con mayor tráfico del país; ya que movió 96,42 millones de toneladas de mercancías entre enero y noviembre frente a los más de 500 millones de toneladas del conjunto de muelles españoles en el periodo citado, según Puertos del Estado. La ciudad acogió el último gran encuentro de representantes de la actividad portuaria española, portuguesa e italiana para apoyar un frente común con el que intentar que la Comisión Europea introdujera una moratoria de última hora al ETS. El sector mantuvo una cumbre similar en Barcelona, con participación también de la administraciones públicas españolas, el pasado mes de noviembre.
Por su parte, presidente del Clúster Marítimo Español (CME) Javier Garat asegura que comparte el objetivo de la nueva regulación sobre cotabilización de emisiones gases de efecto invernadero. "El propio sector del transporte marítimo lleva años adoptando medidas, en el marco de la Organización Marítima Internacional (OMI), principalmente", apunta Garat quien cree que cree que la "regionalización" de las medidas como la que impulsa la UE puede tener efectos "contraproducentes". En este sentido, ha añadido que puede darse la ironía de que las empresas y puertos europeos pierdan competitividad. Además de "dar lugar a una fuga de carbono y un aumento neto de las emisiones de CO2 en el transporte marítimo, que es justo lo contrario de lo que persigue".
En este sentido, Garat cree que la implementación de la nueva normativa puede generar "competencia desleal" entre los puertos comunitarios del Mediterráneo y los del norte de África. "Lo que resultará en una desviación del tráfico hacia puertos africanos como Egipto y Marruecos, en detrimento de Pireo, Malta, Sicilia o Algeciras. Valencia, Barcelona o Las Palmas también se verán afectados", predice el máximo representante del Clúster. De igual modo, ha añadido, el coste medio estimado por buque ro-ro que presta servicio en Europa "en 2024 ronda el millón de euros. En 2025 se prevé que supere los 1,6 millones de euros y, desde 2016 en adelante, podría alcanzar los 2,5 millones anuales, ha asegurado el presidente de la patronal europea pesquera Europêche. Al respecto, ha concluido que "el régimen europeo de comercio de derechos de emisión afectará al 0,2% de las emisiones globales de CO2 de todos los sectores y alrededor del 8% de las emisiones totales del sector del transporte marítimo. Es por ello por lo que una norma global aplicable a toda la flota debe ser el objetivo".
La crisis del mar Rojo, más subidas de precios
En paralelo, la situación en el mar Rojo se agrava y amenaza con descarrilar cualquier expectativa de que el Banco Central Europeo (BCE) afloje el corsé monetario de los tipos de interés elevados en la Eurozona. De momento, según informa EFE, la Autoridad del Canal de Suez estima que en la primera quincena del mes de enero, el tonelaje y los ingresos cayeron un 41% mientras que la navegación de buques comerciales retrocedió un 30% durante las primeras semanas de este año. Egipto ve peligrar una jugosa fuente de ingresos, que aporta a sus necesitadas arcas públicas 8.000 millones de dólares anuales. La crisis ha entrado en otra fase esta semana con los bombardeos de Estados Unidos y Reino Unido contra posiciones de las milicias hutíes.
La directora de Empresas por la Movilidad Sostenible y profesora de EAE Business School May López apunta que "por ahora para los puertos españoles parece tener un impacto más positivo que negativo por situarlos como acceso prioritario al Mediterráneo". En su opinión, las navieras también están viviendo una paradoja porque al margen de desviar rutas "han pasado de tener excedentes por la contracción de la demanda a subir en un 300% los precios". Y aquí viene lo más desagradable: Todas estas alzas terminarán repercutiendo en los bolsillos de las empresas y consumidores europeos "si no se analiza la situación y se toman acciones", avisa esta experta
Desvío de buques a Canarias
Como ejemplo de lo anterior, las autoridades portuarias de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife reconocieron la llegada de embarcaciones por el bloqueo de su ruta habitual por el mar Rojo y el Canal de Suez, informa EFE. En concreto, la máxima responsable del puerto de Las Palmas Beatriz Calzada apuntaba que varios portacontenedores de MSC han fondeado en sus muelles y que otro buque de la naviera china Cosco Shipping Ports Limited (CSPL) hizo lo mismo hace 10 días. En este sentido, el puerto canario está recibiendo avisos de más llegadas.
Landaluce, presidente de la Autoridad Portuaria de Algeciras, defendía esta semana que el enclave andaluz "esta preparado para que las cadenas de suministro se resientan lo menos posible" y pidió la eliminación de "trabas" al desarrollo del Puerto de Algeciras ya que "dificultan su competitividad" a pesar de su "papel estratégico". Por este motivo, exigió "una política de estado" que ponga en valor lo anterior "y se traduzca en inversiones".
¿Pérdida de tráfico por el nuevo ETS?
También cunde la inquietud en el tejido empresarial. La Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Centros Portuarios de Empleo (ANESCO) reconoce que "la pérdida de competitividad es su principal temor" y deslizan la sospecha de que "una parte sustancial de los tráficos de transbordo se podrían trasladar desde los puertos del sur de Europa hacia otros extracomunitarios huyendo del cumplimiento de la normativa". En este sentido, recuerdan que las actividades de transbordo son el 55% de las mercancías manipuladas en los puertos españoles y, aseguran, que con una moratoria "hubiéramos logrado frenar la afección de la normativa y trabajar en su mejora".
Sin embargo, el Consejo Europeo de Ministros de Transportes, celebrado el pasado 4 de diciembre, avaló la implantación inmediata del reglamento del nuevo sistema de emisiones de gases de efecto invernadero en los servicios de transporte marítimo. De esta forma, la comisaria europea de Transportes, la rumana Adina Valean, lograba mantener el calendario previsto frente a las presiones de los países del sur de Europa y de otros socios, con fuertes intereses en la actividad naviera, como Dinamarca, Bélgica y Países Bajos. Todos ellos a favor de una moratoria. Además, España estaba 'maniatada' por la neutralidad a la que obliga la presidencia de turno del Consejo Europeo.
Pero, ¿qué es el 'ets' o sistema de comercio de emisiones europeo?
- El Reglamento, en vigor desde el pasado 1 de enero, forma parte del denominado paquete legislativo "Ecologización del transporte de mercancías" e imita el modelo implantado en otras actividades como la industria. En este sentido, establece un marco regulador común a través de la norma ISO 14083:2023 para contabilizar las emisiones de gas invernadero de los servicos de transporte (ferroviario, marítimo...) excluyendo a la pesca. Lo anterior esta dirigido a las entidades de gran tamaño (las grandes navieras, por ejemplo), ya que para las pymes la normativa es más laxa. También se permite el uso de herramientas externas para el cálculo de las emisiones, aunque estas deben ser formalmente certificadas. Con todo lo anterior, se persigue crear una base de datos básica común y abre la puerta que a los estados apliquen normas más estrictas. En suma, se trata de contribuir a la neutralidad climática del bloque comunitario en 2050.
Para May López (EAE Business School), "cabe el riesgo de que las navieras comiencen a desviar sus flujos a puertos africanos, quedando exentos total o parcialmente de declarar sus emisiones y pagar por ellas". En concreto, estima que estas compañías pueden llegar a "pagar solo por el 50% de las emisiones generadas o incluso nada si el otro punto de origen o destino también es extracomunitario". Sin embargo, argumenta que esto dependerá de los clientes ya que supondrá "otros sobrecostes" por unas travesías más largas, mayores tiempos de tránsito., etc. "Debemos que tener en cuenta que en torno al 60% del tráfico global se concentra en 4 navieras (MSC, Maersk, CMA y Cosco), cada vez con un mayor posicionamento en sostenibilidad ", apunta esta experta quien cree que veremos una competición por quién reduce más emisiones.
"Primer paso" para medir la huella de carbono
En cualquier caso, la directora de Empresas por la Movilidad defiende el sistema de ETS ya que "lo que no se mide no puede ser mejorado" y ve su implantación como "el primer paso" para la medición de la huella de carbono. Al respecto, recuerda que metodologías similares se han implantado en el caso de los sectores energético e industrial "ayudando a reducir sus emisiones en un 37,3% frente a niveles de 2005". En esta línea, añade que la recaudación obtenida se ha usado para financiar a proyectos y empresas que trabajan para reducir las consecuencias del cambio climático.
