En el segundo semestre

La recesión en Europa amenaza con cortar las alas al dinamismo del sector exterior

El frenazo o la contracción que afecta a varias de principales economías de la región, a la que van a parar el 63,8% de las exportaciones españolas, puede tener un impacto directo en uno de los principales motores de la economía

Récord de exportaciones en el primer trimestre
Récord de exportaciones en el primer trimestre
APV / Europa Press

El sector exterior ha ejercicio de motor de la economía española a lo largo del primer tramo del año, ante la debilidad de un consumo al que la inflación y las subidas de tipos para hacerle frente han mantenido en estado casi comatoso. Las exportaciones de bienes han registrado récord histórico en el primer cuatrimestre, al incrementarse un 9,2% interanual y superar los 132.026 millones de euros. Al mismo tiempo, las llegadas de viajeros internacionales se han situado hasta mayo apenas un 0,4% por debajo de los niveles precovid y han sellado nuevos máximos en términos de gasto. Sin embargo, la debilidad y la incertidumbre que afectan a buena parte de las economías europeas -con la Eurozona en recesión técnica en el primer trimestre- amagan con cortar las alas a ese dinamismo.

Europa es el principal socio comercial de España, con la Unión Europea como destino clave para las mercancías nacionales, dado que fue el destino del 63,8% del total de las que se intercambiaron en el exterior entre enero y abril. Francia fue el principal socio comercial (15,6% del total), seguido de Alemania (10,5%), Italia (8,6%) y Portugal (7,9%). Por el lado de las exportaciones de servicios y en lo que se refiere al turismo, si bien Reino Unido es el principal emisor de turistas a España y de allí proceden el 19,8% de los viajeros internacionales que llegaron al país, los socios de la Eurozona tienen un peso muy relevante, siendo Francia el segundo emisor (el 13,5% del total de turistas que viajaron a territorio nacional de enero a mayo), seguido de Alemania (12,8%).

Lo anterior implica que, en conjunto, la llegada de turistas procedentes de Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Portugal, Bélgica e Irlanda representó casi la mitad de las llegadas de turistas a España en ese periodo. "Están emergiendo dudas razonables sobre el impacto que el complejo panorama económico europeo tendrá en la capacidad del sector exterior para impulsar la economía española", advierten desde Equipo Económico, y explican que la leve recesión técnica en el área del euro y el estancamiento en algunos países miembros plantea dudas sobre las posibilidades que tiene el sector exterior español de mantener el muy fuerte dinamismo que ha venido registrando hasta ahora. Añaden, además, que la contribución al crecimiento del sector turístico "tiene un margen más limitado" que en 2022.

No es descartable una 'doble recesión' en la Eurozona

De momento, la actividad ha resistido bien en la primera parte de 2023, no solo por esos factores endógenos como la fortaleza de las exportaciones más allá del turismo y un mercado laboral cuyo comportamiento ha sorprendido positivamente, sino también por otros exógenos como el abaratamiento de la energía. Estos factores permiten a la economía de nuestro país "enfrentar la segunda mitad del año como una de las economías más resilientes de la Eurozona", en opinión de Rosa Duce, Chief Investment Officer de Deutsche Bank España. 

Esto pese a que analistas como los de Inversis advierten de que los indicadores apuntan a que la economía de la zona euro crezca modestamente en el segundo trimestre para terminar el año con un avance del 0,9%, sin descartar una "doble recesión", que se produciría a final del ejercicio si el BCE endurece aún más su política monetaria. De momento, recuerdan, el BCE no espera alcanzar su objetivo de inflación del 2% a medio plazo , lo que hace prever que los tipos se mantengan en niveles elevados al menos durante el próximo año y medio.

Primeros síntomas de debilitamiento en la economía

El 'Informe Económico y Financiero' presentado la semana pasada por Esade recordaba que ante un entorno más inestable, las fragilidades de la economía nacional se hacen más evidentes, de forma que la situación "podría deteriorarse en los próximos meses". A España le ha costado tres años recuperar el nivel de PIB previo a la pandemia, el nivel de deuda sigue siendo muy elevado (despidió el pasado ejercicio en el 113,2% del PIB), el endurecimiento de las condiciones financieras por la subida de los tipos golpea a familias y empresas, y está además un problema estructural de falta de productividad, dado que el país sigue teniendo el mismo nivel de PIB per cápita que en 2005. 

En la escuela de negocios ya a preciaban síntomas claros de debilidad en los indicadores económicos de finales de junio, sobre todo en términos de afiliaciones (la creación de empleo se ha moderado). "Es como si nos estuviéramos preparando para un segundo semestre con un crecimiento que va a ser más débil”, aseguraba el profesor Manuel Hidalgo. El propio Banco de España (BdE) advertía en su último 'Informe trimestral y proyecciones macroeconómicas de la economía española' de que la incertidumbre sigue siendo "elevada" y constataba que en las últimas semanas se han empezado a apreciar algunas señales de desaceleración que responden a la agresividad con la que el BCE ha tratado de frenar la inflación y de enfriar las economías del euro para lograrlo. 

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