Reino Unido esquiva la recesión pero confirma el estancamiento de su PIB

La economía británica ha logrado esquivar de momento la recesión, si bien confirma su estancamiento en el segundo trimestre del año, cuando apenas creció un 0,2%. La crisis energética y las consecuencias de la guerra de Ucrania, agravadas por el Brexit, están haciendo mella en la quinta mayor economía del planeta. La Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) ha revisado finalmente al alza su estimación de crecimiento, que había situado en origen en una caída del 0,1%. En el primer trimestre la actividad avanzó al 0,8%, lo que indica hasta qué punto se está produciendo ese frenazo. 

El propio Banco de Inglaterra, en su comité de política monetaria de septiembre, había previsto que la economía británica se contrajese ya entre abril y junio y que registrase también una caída en el tercer trimestre, entrando ya en una recesión técnica. El economista jefe del citado organismo, Grant Fitzner, ha puesto en valor cómo "mientras los ahorros de los hogares cayeron en el trimestre más reciente, estos mismos ahorraron más durante y después de la pandemia de lo que se había previsto".

La ONS estima que la producción de servicios aumentó un 0,2% en el segundo trimestre, lo que refleja una relajación en la producción de los sectores de información y comunicación, y actividades profesionales, científicas y técnicas; también se mantuvo la debilidad en el comercio mayorista y minorista y en las industrias de la salud.

Reino Unido atraviesa estos días una crisis institucional y económica que ha hecho saltar las alarmas en los mercados, donde se han producido ventas masivas de deuda y un desplome de la libra que han obligado al Banco de Inglaterra a intervenir de urgencia. La entidad había elevado los tipos de interés oficiales en 50 puntos básicos este mes hasta el 2,25% para combatir la inflación, que se situó en el 9,9% en agosto. El choque se produjo después de que el Gobierno de Liz Truss anunciase un programa de agresivos recortes fiscales por 44.795 millones de libras (alrededor de 50.000 millones de euros al cambio actual) en el marco de un estímulo de 165.000 millones anuales durante dos ejercicios que se financia casi íntegramente con deuda.

La revisión de los datos en Reino Unido confirma que su economía sigue sin haber recuperado todavía los niveles de crecimiento previos a la pandemia de Covid, en contra de lo que se pensaba. De hecho, se mantiene un 0,2% por debajo de donde estaba a finales de 2019 -y no un 0,6 % por encima, como se pensaba hasta ahora-. Las revisiones del PIB implican, además, una contracción más pronunciada en 2020 seguida de una recuperación más fuerte a tras la pandemia. En el peor año de confinamientos y cierres su PIB se contrajo un 11%, en vez de el 9,3% que se había calculado.