Clave en materia energética

La salida de António Costa deja en el aire la principal alianza de Sánchez en Europa

El primer ministro de Portugal dimitió horas después de que su residencia oficial fuese registrada en el marco de una investigación por tráfico de influencias, corrupción y prevaricación en proyectos de lito e hidrógeno verde. 

El primer ministro de la República Portuguesa, António Costa (i) y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d)
El primer ministro de la República Portuguesa, António Costa (i) y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d)
Europa Press

La política portuguesa ha experimentado este martes un terremoto con el que se ha puesto fin a ocho años de gobierno del socialista António Costa. La residencia oficial del primer ministro luso, el palacio de São Bento, había sido registrada por la Policía en el marco de una investigación de proyectos de litio e hidrógeno verde, por tráfico de influencias, prevaricación y corrupción junto a varias decenas de edificios, lo que ha concluido con la detención de dos personas del entorno más cercano al secretario general del Partido Socialista de Portugal y su anuncio de dimisión, pese a que dice ser inocente, ya que entiende que el cargo "no es compatible con la sospecha de la práctica de cualquier acto criminal". 

La renuncia de Costa deja en el aire la posibilidad de celebrar elecciones anticipadas y con ella, la principal alianza de Sánchez en la Unión Europea que ha resultado clave para promover la 'excepción ibérica' o tope al gas que llegará a su fin en diciembre y también para el impulso de la reforma del mercado eléctrico sobre la que los ministros de Energía cerraron una postura común hace menos de un mes. Si bien, no parece que la eventual salida de los portugueses del ejecutivo pueda condicionar que esta prospere, dado que ahora son los representantes del Parlamento Europeo los que tienen que acordar un texto común para dar paso a la Comisión, responsable de dar la última 'luz verde' a la normativa. 

Ahora, la 'pelota' está en el tejado del presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, quien tiene la opción de designar a un nuevo primer ministro socialista -partido que cuenta con mayoría absoluta en la Asamblea de la República- o disolver el hemiciclo y llamar a los portugueses a las urnas, menos de dos años después de la última votación. El jefe de Estado ha convocado a los partidos con representación en el parlamento nacional este miércoles y al Consejo de Estado -el órgano consultivo del presidente-, con el fin de tomar una decisión al respecto. A nivel normativo las dos opciones son viables, pero los partidos políticos están divididos. 

Por el momento solo las formaciones de derecha se han posicionado a favor de la convocatoria de elecciones legislativas -el principal partido de este bloque, el Partido Socialdemócrata (PSD), presidido por Rebelo de Sousa entre 1996 y 1999, también defendió esta posición a última hora de la tarde-. En cualquier caso, el hasta ahora primer ministro luso ha anunciado que no se presentaría a la reelección, por lo que su partido se ha limitado a agradecer su trabajo a través de una publicación en X. El último mandato de Costa no ha estado exento de polémicas, pese a su brevedad y al amplio respaldo político, como la indemnización de la compañía área TAP que precipitó la dimisión del titular de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos. 

Las últimas elecciones legislativas fueron celebradas el 30 de enero de 2022, tras una convocatoria electoral precipitada por una crisis de gobierno en la que el socialista António Costa perdió los apoyos externos del Partido Comunista (PCP) y el Bloque de Izquierda (BE), lo que impidió que este sacara adelante los presupuestos generales de 2023. Durante gran parte de la campaña electoral, la balanza parecía inclinada a favor del candidato del partido de centro derecha, Rui Rio (PSD), que habría contado con el respaldo de Iniciativa Liberal (IL) aunque rechazaba la muleta de la extrema derecha (CHEGA!). Sin embargo, finalmente los socialistas consiguieron hacerse con la victoria al conseguir 120 de los 230 representantes de la Asamblea de la República.

Con la renuncia de Costa cae el único gobierno socialista que contaba con mayoría absoluta en Europa, además del de Malta encabezado por Robert Abela desde 2020, lo que supone un nuevo revés después de que el Partido Socialista francés constatase su hundimiento en las elecciones de 2022 y sus homólogos suecos fueran relevados al frente del gobierno por el Partido Moderado, de corte liberal-conservadora. Y que además se da a las puertas de la cumbre del Partido Socialista Europeo (PES) que se celebrará este fin de semana en Málaga y a la que Pedro Sánchez esperaba llegar con sus apoyos atados para la investidura, una conquista que también está en el aire. 

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