Último día en el parqué

Siemens Gamesa dice adiós al Ibex a la espera de una opa a marchas forzadas

Siemens Energy finaliza este martes el plazo de aceptación de su oferta de compra con la intención de controlar el 75% de su filial como mínimo mientras tantea la entrada de un fondo soberano en el grupo. 

Siemens Gamesa
Siemens Gamesa dice adiós al Ibex a la espera de una opa a marchas forzadas. 
humberto bilbao/ Europa Press

Siemens Gamesa deja atrás su paso por el parqué madrileño. Este martes y 13 será el último día que cotice en el índice bursátil español una vez acabe el plazo de aceptación de la opa de Siemens Energy. El ‘holding’ ha lanzado una oferta de compra por el 32,9% que no controla con la intención de alcanzar el control total, con una ampliación diseñada a medida. La matriz del grupo de renovables ha planteado varios escenarios de compra: uno en el que logra hacerse con el 90% del capital de su filial y otro el que se queda por encima del 75%, el objetivo mínimo marcado. Y en ambos casos el objetivo último es la absorción.

La compañía con sede en Zamudio pone así el broche final a su andadura por el parqué. Lo hizo a principios del 2000 cuando las fuentes de generación de energías limpias se presentaban como la tecnología del futuro. Dos décadas después y tras varios altibajos, fusiones incluidas, cierra su etapa con una corrección superior al 50% desde los máximos que registró hace un año, en plena fiebre renovable. 

Tal y como publicó este medio, la operación de Siemens Energy responde a motivos estratégicos y a la debacle bursátil de la compañía alemana desde que desembarcara en bolsa en 2020. A cierre de este lunes, sus acciones cotizaban por debajo de los 17 euros, lejos de los 34 euros que llegaron a marcar a principios de 2021. Desde Siemens Energy llevan semanas su puesta a punto, preparativos que incluyen el traslado de Christian Bruch, presidente y CEO de la firma alemana a Gamesa con el cargo de presidente no ejecutivo.

Para convencer a los accionistas, entre los que figuran BlackRock o la francesa Caisse des Dépots, ha lanzado una prima del 27% sobre el último precio de cierre antes de hacer pública esta ‘opa anunciada’, lo que significa que ha puesto sobre la mesa 4.000 millones. Desde entonces su cotización ha permanecido estable en un entorno en el que los analistas mantienen consenso sobre acudir a la opa bajo la premisa de que no compensa mantener las posiciones. Desde Renta 4, Ángel Pérez, se muestra optimista y considera que puede llegar al umbral del 90% después de ofertar un precio que “está por encima de su valoración de mercado”.

Los vientos en contra vienen de la mano del accionista minoritario FourWorld Capital Management. Con una participación del 0,7%, planea recurrir ante la Justicia la opa voluntaria bajo el argumento de que el importe pactado no es equitativo y además tampoco cumple los requisitos que exige la ley, según ha publicado 'Europa Press'. 

El 2022 no ha sido un buen ejercicio para Siemens Energy. La guerra en Ucrania y el problema en las cadenas de suministro han golpeado a sus cuentas y contabiliza unas pérdidas de 404 millones de euros al cierre de su ejercicio fiscal, que va de octubre a septiembre, arrastrado por el agujero de 900 millones de Gamesa. De hecho, Fitch, que mantiene su calificación  en 'BBB-' en Siemens Gamesa, ha avisado de que gran parte de la calificación se ve influenciada por Siemens Energy. 

Tantea la entrada de nuevos socios en el capital

En mitad de esta operación, desde Alemania también se tantean varios fondos soberanos, entre ellos el de Catar, para darles cabida en el accionariado de Siemens Energy, según recoge 'Bloomberg' citando al periódico alemán 'Handelsblatt'. El rastreo de nuevos socios comenzó tiempo atrás promovido por el objetivo de la firma de facilitar la llegada de inversores que puedan sustituir de forma paulatina a la antigua matriz, Siemens AG, que ha pasado de poseer el 100% del capital al 40%. De confirmarse la aparición en escena, esto permitiría a Energy seguir con la venta de acciones.  

Entre sus planes también figura la opción de llevar a cabo un ajuste adicional en la plantilla de Gamesa una vez consumada la integración, que se sumaría al ERE de casi 500 trabajadores en España -2.900 a nivel mundial- anunciado en septiembre, mientras defienden incluir una cláusula de revisión de índices variables en sus contratos que sirvan como escudo ante futuras oscilaciones de precios de las materias primas o la inflación. 

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