La pandemia de la Covid-19 ha sacudido a las sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria (socimi). El magnate Tomás Olivo se ha convertido en el nuevo 'rey' del sector después de que su compañía, General de Galerías Comerciales, haya superado por primera vez el valor bursátil de sus principales rivales Merlin Properties y la Inmobiliaria Colonial, las dos únicas sociedades del sector que pertenecen al Ibex 35. Su capitalización bursátil se sitúa por encima de los 3.600 millones de euros, holgadamente por encima de los 3.150 millones de Colonial o los 2.740 de Merlin.
El 'sorpasso' ha puesto de manifiesto la aparente inmunidad hacia los efectos del virus que tiene la compañía de Olivo, ya que sus números se han mantenido en verde mientras el conjunto del sector ha caído un 17% durante este año. Pero la clave fundamental para entender la solidez en el mercado de General de Galerías Comerciales en estos tiempos se encuentra en la escasa o nula liquidez de su ficha bursátil en el BME Growth. Apenas se realizan compraventas en sus acciones ya que su 'free float' (acciones libres) que apenas alcanza el 0,4% de los 26 millones de acciones emitidas. El 99,59% de las acciones está en manos del empresario murciano.
Colonial, por ejemplo, tiene emitidos 508 millones de títulos y cuenta como principales accionistas con el fondo soberano Qatar Investment Authority (20,207%), el magnante mexicano Carlos Fernández González (18,384%) y la sociedad dominicana Aguila LTD (5,684%). Merlin Properties, está controlada a su vez por el Banco Santander (22,268%), el ex dueño de Cirsa, Manuel Lao (6,271) y la gestora de fondos Blackrock (3,143%).
Mayor que 13 empresas del Ibex 35
La pandemia del Covid-19 ha llevado a los inversores a vender a manos llenas las acciones de Merlin y Colonial en lo que va de 2020. Sus acciones registran un desplome del 55% en bolsa. La mayoría de empresas del sector inmobiliario han aplicado rebajas en la valoración de sus activos como consecuencia de la recesión. En cambio, General de Galerías Comerciales apenas ha perdido un 2,7% en bolsa de enero hasta octubre, entre otros motivos, porque apenas cuenta con accionistas que no sean el propio Tomás Olivo y las ventas son fácilmente absorbidas por el Sabadell, su proveedor de liquidez en el mercado BME Growth.
Los últimos movimientos bursátiles ponen al valor de General de Galerías Comerciales por encima de Colonial y Merlin Properties, pero también de otros 11 'grandes' del Ibex 35 como Bankia Bankinter, Viscofan, Pharma Mar, CIE Automotive, Solaria, Acerinox, Amirall, Banco Sabadell, Indra y Meliá Hotels. Solo le faltaría por cumplir los requisitos de liquidez bursátil para poder entrar con pleno derecho al exclusivo índice.
Tomando como referencia la capitalización en bolsa de General de Galerías Comerciales (3.640 millones de euros), Tomás Olivo se ha convertido en una de las grandes fortunas españolas y se asoma al 'top 15' de personas más ricas en España. Su participación en la socimi le han llevado a cobrar 129 millones de euros en el reparto de dividendos por su condición de accionista casi único, además de 420.000 euros por su labor como Consejero Delegado.
General de Galerías Comerciales Socimi, S.A. ha remado en contra de las tendencias del mercado y ha conseguido incrementar sus ingresos un 4,3% durante el primer semestre del año en gran parte por la ampliación de su cartera. En febrero, por ejemplo, Olivo compró tres parcelas en Valdebebas (Madrid) para levantar un nuevo centro comercial con una edificabilidad de 145.794 metros cuadrado por un importe de 55 millones de euros cubierto con fondos propios. Esta es "una de las mayores operaciones de los últimos meses en el mercado inmobiliario español", según la Junta de Compensación de estos suelos. Con esto, la empresa aumentó a siete sus centros comerciales, que suman un valor de 392 millones de euros.
La Ley que amenaza las socimis
Los socimis tienen que estar atentas a los próximos cambios en el ámbito jurídico. El proyecto de los Presupuestos Generales del Estado presentado por Pablo Iglesias y Pedro Sánchez contempla una tributación mínima del 15% en el impuesto de Sociedades para las socimis que se aplicará sobre los beneficios que no se distribuyan a los accionistas en el reparto de dividendos.
La medida tendrá poco efecto en la práctica, pero puede suponer un freno a la inversión extranjera por la incertidumbre jurídica a su alrededor. Por contra, el director gerente de BME Growth, Jesús González Nieto, defendió en una rueda de prensa que las sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria son un producto que funciona, que tiene un "gran éxito" y que "convendría tocar lo menos posible".
En la misma línea, el presidente de Asocimi, Javier Basagoiti, lamentó en declaraciones a Efe la inseguridad jurídica que generará el cambio del régimen fiscal de las socimi y el consiguiente efecto negativo sobre los inversores. Para él, "cualquier modificación de la legislación que no tenga como objetivo mejorar nuestra posición competitiva frente a otros países europeos sería interpretado negativamente por los inversores que han apostado por nuestro sector inmobiliario, ya que genera inseguridad jurídica e institucional".
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