Para crecer en Europa

BBVA relanza la inversión en neobancos con hasta 350 millones en Atom y Neon

La entidad bancaria presidida por Carlos Torres ya posee un 39% de participación del banco en línea británico y un 29,7% del brasileño.

Atom bank
Mark Mullen, CEO de Atom bank
Atom Bank

Los neobancos siguen sumando terreno dentro de la banca tradicional. La digitalización y los nuevos servicios financieros de este tipo de entidades suman fuerza tanto fuera como dentro de España y cada vez son más las startups que nacen para entregar este tipo de oportunidades a los clientes: desde N26 hasta Revolut. Los grandes grupos tradicionales han ido tomando posiciones en el accionariado en algunos de ellos. BBVA ha reiniciado su estrategia de inversión en estas compañías y ha anunciado, en una sola semana, poco más de 350 millones de euros en la británica Atom Bank y en la brasileña Neon.

El último movimiento que realizaron desde el banco presidido por Carlos Torres fue en la compañía fundada por Mark Mullen, Atom Bank. La empresa española lideró una ronda de inversión de 75 millones de libras (89 millones de euros) junto a Toscafund e Infinity Investment Partners. Con esta operación suman un 39% de participación en el banco móvil. Ahora esta última ampliación de capital, según indican de la compañía, sigue abierta a la participación de otros accionistas.

Pero la historia es más larga. En 2015 la entidad nacional hizo su primera inversión en Atom. En 2017 volvieron a sumar otra inyección y al año siguiente desembolsaron 99 millones de euros para alcanzar su participación máxima: llegaron a sumar un 39,06% de las acciones (tras sumar 9,16%). Y así fue como se convirtió en el socio de referencia y consiguió la opción de compra sobre el 100% de las acciones. Sin embargo, el plazo para tomar una decisión al respecto se agotó y BBVA perdió ciertos privilegios corporativos.

El año pasado BBVA piso el freno en su inversión en fintech: vendieron la finlandesa Holvi, cerró el neobanco americano Simple y decidieron no adquirir el 100% de las acciones de Atom.

Ahora, tras haber apostado una vez más en ella, consiguió reforzar su misión para crecer en modelos digitales y el neobanco inglés buscará impulsar su salida a Bolsa en 2023. Pero no solo eso. Unos días antes, BBVA anunciaba que haría otra inversión en el banco digital Neon por un total de 300 millones de dólares (263 millones de euros). Torres ya sumaba un 8% de la entidad a través de su fondo de capital riesgo Propel y ahora ha elevado su participación hasta un 29,7% - mediante esta nueva inversión adquieren un 21,7%. Inicialmente entraron al accionariado en 2018 en una serie A de 22 millones de dólares junto a otros inversores.

Estas dos no son las únicas apuestas de BBVA en el sector fintech. También posee un 16% del neobanco alemán Solarisbank, que se encuentra dentro de sus participadas desde 2018 tras ser el principal aporte en una ampliación de 56,6 millones de euros. El año pasado levantaron una serie D de 190 millones donde también participó la entidad cotizada. Meses después, la alemana abrió su primera sucursal en España para ayudar a las empresas a ofrecer servicios financieros de ‘banking-as-a-Service’ (BaaS) sin necesidad de poseer una licencia propia.

Estas inversiones contrastan con el frenazo que se vivió hace más de un año por parte de BBVA. Por ejemplo, vendió la entidad finlandesa Holvi de servicios financieros para pymes y autónomos después de que alcanzaran pérdidas acumuladas de hasta 50 millones. Entró en 2016 por un precio fijado por el banco de 13 millones de euros. A principios de 2021, llegaron a un acuerdo con el fundador para su venta oficial. A esto se suma el cierre del neobanco americano Simple tras la venta de activos al grupo financiero PNC. El 100% de las acciones se encontraba en manos de BBVA.

Pero ahora, una vez retomada la política inversora, el BBVA quiere sumar un nuevo capítulo y crear nuevas oportunidades en el mundo fintech para crecer por Europa y llegar a los países en los que todavía no está presente. Aunque la entidad no ha sido la única en 'subirse al carro' del fintech. Santander también ha realizado inversiones en este tipo de entidades como con la compra del 50,1% de la fintech Ebury por un total 400 millones de euros. Un año más tarde, en 2020, lideró una ampliación de capital para la fintech Upgrade de unos 36 millones a través de su fondo de capital Santander InnoVentures. Este último fondo luego se transformó en Mouro Capital con el objetivo de invertir otros 200 millones de dólares 'extra'.

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