Datos del segundo trimestre

La inversión en startups se enfría con la falta de una gran megarronda en España

Entre abril y junio se ha levantado menos capital que el año pasado, aunque si se excluye la inyección de 450 millones de Glovo, la cifra sería ligeramente superior.

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Devo es una de las transacciones más relevantes.
Europa Press

El frenazo de la inversión vivido en mercados maduros de startups ha puesto en alerta al sector en España. En el segundo trimestre, donde se ha vivido la corrección en Estados Unidos y otras plazas relevantes, el ecosistema español ha tenido una caída en pleno enfriamiento del mercado. La clave: la ausencia de una gran ‘megarronda’ de financiación similar a la que se firmó por Glovo de 450 millones en el mes de abril del año pasado. Si se descuenta esta transacción, que trastoca los números de un sector aún mediano en términos relativos, el dinero desembolsado por los fondos de capital riesgo no se ha resentido especialmente.

Entre principios de abril y hoy, el ecosistema español ha sumado una inversión, entre las diferentes modalidades, de en torno a 700 millones de euros, según queda reflejado en el Observatorio de Startups de la Fundación Bankinter. Esto supone algo más de un tercio de caída respecto al mismo periodo del año anterior. Pero si se elimina de la ecuación la ampliación de Glovo anunciada a principios de abril de 2021, la cifra es sensiblemente mayor (un 14% más). Esto demuestra, precisamente, la cierta dependencia del sector local a grandes operaciones que en un momento de incertidumbre como el actual son más difíciles de negociar y firmar.

Las grandes transacciones que se incluyen en este segundo trimestre fueron negociadas en un primer trimestre -e, incluso, en una última parte de 2021- en el que el frenazo no era tan evidente. Sólo en el mes de junio se han anunciado grandes ampliaciones como los 95 millones de euros que Recover, fabricante alicantino que surge de una escisión de la histórica Hilaturas Ferre y que se centra en el reciclado de algodón y otros materiales, captó de Goldman Sachs o los 93 millones de la nueva inyección a la 'hispano-estadounidense' de ciberseguridad Devo. Como explican varias fuentes del mercado, entre el anuncio y la firma suele haber un tiempo que en algunos casos pueden suponer varias semanas.

Una de las razones por las que no se ha visto por ahora un frenazo brusco es el calendario: las grandes 'megarrondas' de unicornios o de aspirantes a ello se ejecutaron justo a las puertas de esta particular sacudida en mercados como el estadounidense. Jobandtalent ya había firmado su ampliación de 440 millones en diciembre liderada por Kinnevik; Fever ya se embolsó 200 millones, mientras que Typeform y Paack se aseguraron 122 y 200 millones, respectivamente. Otras también hicieron lo mismo. Estas cifras son las que ahora, según apuntan diferentes fuentes consultadas, son mucho más difíciles de defender ante una mayor reticencia de los inversores, que frenan los procesos de decisión o que exigen mejores condiciones para ellos (reducciones de valoraciones o más protección para sus inversiones).

En este contexto de una mayor sequía aguas arriba en el ecosistema, las rondas más pequeñas -las más comunes en un ecosistema como el español- han mantenido el pulso, incluso con un incremento en este segundo trimestre respecto al año pasado. Se trata de inyecciones semilla o 'Series A' o 'B', es decir, típicamente por debajo de 20 millones de euros en la inversión. Según la Fundación Bankinter, se ha incrementado en torno a un 20% el volumen invertido hasta los 190 millones de euros , y algo más las transacciones y el 'ticket' medio. En estas operaciones hay un peso relevante de fondos españoles aunque también figuran nombres relevantes que han vuelto a apostar por el ecosistema local como Insight Ventures, presente en compañías como Wallapop o la antigua Privalia, que ha liderado la ronda de financiación en Idoven.

Las dudas residen más en lo que sucederá en los próximos meses. Ese retraso entre el frenazo y las operaciones es de varios meses. Por tanto, el freno a las operaciones o la ralentización en las firmas se percibirían, según explican las mismas fuentes, a partir de este verano. Más allá del temor inicial, la realidad es que en el mercado español sigue existiendo mucha pólvora seca, tanto pública como privada, para invertir. Fondos recién levantados ya están haciendo o, al menos, analizando las primeras inversiones, mientras que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) mantiene varios miles de millones de euros con sus diferentes vehículos para respaldar a gestoras.

En el otro lado, el de las ventas de compañías a socios industriales u otros fondos más grandes, también se ha mantenido un buen ritmo de transacciones, aunque de menor tamaño. Durante este segundo trimestre del año se han firmado un total de 25 operaciones, de las que la gran mayoría no tiene una cifra oficial. En la mayoría de estas los precios pagados son relativamente pequeños, como sucede con Ulabox, en la que se ha abonado una cantidad baja por hacerse cargo de la deuda por parte de Rholik. En otras han sido traspasos de activos. Entre las transacciones relevantes destaca la de eMagister, que fue adquirida por Miura Partners por unos 50 millones de euros, o Clicars, cuya totalidad de acciones fueron tomadas por su socio de referencia (Stellantis) a una valoración que rondó los 100 millones.

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