Por la crisis de la Covid-19

Aena reclama oxígeno a Bolsonaro y plantea la revisión de su plan en Brasil

La compañía mantiene la apuesta de expandir su negocio al país latinoamericano pero trabaja para rebajar exigencias de inversión y de tarifas.

Aena, presentación plan estratégico 2018-2021 / EP
Aena, presentación plan estratégico 2018-2021 / EP

Brasil es una de sus grandes apuestas para la expansión internacional. Pero la crisis del coronavirus y las fuertes restricciones a la movilidad que se mantendrán en el futuro cercano han modificado los planes de Aena. La compañía liderada por Maurici Lucena ha planteado al Gobierno de Jair Bolsonaro una renegociación a fondo para tratar de rebajar las exigencias de inversión en los seis aeropuertos que gestiona en el país y modificar el plazo de la concesión o las tarifas cobradas a las aerolíneas. El objetivo es adecuar la realidad de este ambicioso proyecto, que supuso un primer desembolso de algo más de 510 millones de euros el pasado año, tras el estallido de la pandemia del coronavirus y las previsiones de una menor actividad del sector.

Fue hace algo más de un año, en marzo de 2019, cuando Aena se adjudicó la concesión del grupo aeroportuario del Nordeste de Brasil, compuesto por seis instalaciones (Recife, Maceió, Joao Pessoa-Bayeux, Aracajú, Juazeiro do Norte y Campina Grande). Lo hacía a través de Aena Desarrollo internacional, su filial con la que desarrolla la actividad internacional. En enero los empezó a operar después de los consiguientes trámites administrativos. De esta forma apuntalaba su apuesta por la expansión internacional. Un negocio fuera de las fronteras españolas que en 2019 creció a doble dígito hasta alcanzar los 270 millones de euros.

El Gobierno de Brasil ha iniciado una negociación con el grupo español. Según explican fuentes oficiales de la operadora, se trata de un "reequilibrado" de las concesiones. Y Aena se ha sentado con la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), el responsable de las concesiones públicas en las instalaciones de todo el país. Ya a finales del pasado mes de abril en un hecho relevante ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) confirmó la autorización al equipo gestor liderado por Lucena para estudiar los efectos en los diferentes contratos comerciales y, en su caso, pactar modificaciones, incluyendo rentas fijas y la renta mínima anual garantizada.

El propio contrato, según explican las mismas fuentes, recoge una serie de alternativas para ese reequilibrio de las concesiones que tienen que ser negociadas y aprobadas por la ANAC. Entre ellas se encuentran las tarifas a cobrar a las aerolíneas por los diferentes servicios prestados, el plazo de concesión (en este caso es de 30 años, con cinco adicionales de prórroga opcional) o las obligaciones contractuales, donde se incluyen también las inversiones exigidas.

Mucho dinero en juego

El propio presidente admitió este jueves en la cumbre empresarial organizada por la CEOE que durante los dos primeros meses tras el estallido de la pandemia los tráficos en los aeropuertos se habían desplomado por encima del 90% y, en algunos casos, han alcanzado hasta el 99%. Estas restricciones también han llegado a Brasil, aunque no precisó el nivel de afección. En 2019, los seis aeropuertos gestionados registraron un total de 13,7 millones de pasajeros, lo que suponía una caída del 1,6% por la suspensión de operaciones de la aerolínea Avianca Brasil. Se estimaba para este año 14,1 millones de pasajeros, acelerando el crecimiento, algo que evidentemente no se podrá lograr ante la caída de la actividad por la Covid.

En juego hay mucho dinero. Junto al desembolso inicial para acceder a la concesión de 511 millones de euros, Aena se beneficiaba de cinco años iniciales de carencia. Los pagos debían comenzar en el ejercicio 2025 al 1,63% de los ingresos brutos y se tendrían que incrementar gradualmente al 3,26% en 2026 y así hasta alcanzar el 8,16% a partir de 2029, según los datos hechos públicos por la propia empresa ante la CNMV. La inversión en bienes de capital (capex) obligatoria inicial era de 940 millones de reales brasileños (156 millones euros al cambio actual) durante los primeros tres años y a partir de ahí "según demanda y nivel de servicio obligatorio". ¿Cuánto espera reducir? Desde la compañía optan por no ofrecer aún previsiones de los ahorros que implicaría esta renegociación.

La expansión a Brasil es uno de los pilares de la estrategia de expansión internacional que está liderando el equipo de Maurici Lucena. Una expansión internacional que se inició de manera tímida a finales de los años 90 y que ha ido ganando cuerpo. Hoy opera en Londres (tiene el 51% de la concesionaria de Luton); en doce aeropuertos de México; dos en Colombia, y uno en Jamaica. La irrupción en el país hoy presidido por Bolsonaro fue una de las apuestas del antiguo presidente, José Manuel Vargas, que no logró el beneplácito de Moncloa durante la segunda legislatura del Gobierno de Mariano Rajoy. Esa fue una de las razones que llevó al exCEO de Vocento a presentar su dimisión a mediados del año 2017.

3.000 millones de liquidez

Al margen de la estrategia en Brasil, durante las primeras semanas vividas tras el estallido de la pandemia Aena trató de asegurar la estabilidad financiera de la compañía. Hoy la compañía controlada por el Estado con el 51% a través de la sociedad pública Enaire cuenta con unos 3.000 millones de liquidez tras los ahorros logrados y las diferentes líneas de crédito solicitadas, según confirmó el propio Lucena este jueves. Después de esa estabilización ha reiniciado la actividad, teniendo prevista una inversión en capex de 1.200 millones entre este ejercicio y el que viene y planteando algunas medidas para reactivar la demanda. Entre ellas destaca la reducción de las tarifas a las aerolíneas, con el objetivo de incrementar el número de aviones activos. Pese a todo, las previsiones no son para nada halagüeñas. "Enlazaremos sin solución de continuidad un año 2019 con récord de actividad con uno 2020 que a estas alturas ya sabemos que va a ser muy malo", advirtió.

La evolución de las acciones de la compañía en el mercado bursátil español han mejorado de manera significativa desde que tocara suelo en marzo en los primeros días del cierre de las fronteras de los principales países por el coronavirus. Desde esos días se han revalorizado casi un 40%, aunque aún sigue lejos de los niveles de comienzos de año. El accionariado también se ha mantenido estable. El único movimiento significativo ha sido protagonizado por Chris Hohn, fundador del 'hedge fund' TCI y socio del Estado desde la salida a bolsa en el año 2015, que traspasó 2,11 millones de acciones desde su fondo irlandés Talos Capital hasta CIFF Capital UK, ambas propiedades de la fundación que creó en 2002.

Mostrar comentarios