El BdE aboga por reestructurar deuda

S&P cree que Bankinter y Sabadell serán los más golpeados por créditos dañados

La agencia de calificación crediticia también señala a Cajamar al ser las entidades que tienen más exposición a pymes, los que sufrirán una mayor erosión de la calidad tras la Covid. 

España se queda sin la mejora esperada: S&P mantiene el 'rating' por el 28-A
S&P cree que Bankinter y Sabadell serán los más golpeados por créditos dañados. 

Bankinter, Sabadell y Cajamar serán, según S&P, las entidades financieras españolas que más pueden sufrir por el deterioro de la calidad del crédito tras la Covid-19. Así lo destaca la agencia de calificación crediticia en un informe sobre el sector bancario en España en el que apunta a la necesidad de que el conjunto del mercado financiero incremente sus provisiones durante este ejercicio de 2021 ante un aumento de la mora que podría llegar al 9,5% para mediados de 2022, momento en que se espera el pico de este indicador. 

El citado informe señala que los bancos con mayor exposición a las pymes, grupo en el que incluye a las tres entidades, "podrían ver más erosionada la calidad del crédito", ya que considera que este segmento podría resultar más vulnerable a una desaceleración de la economía. La agencia de calificación crediticia reconoce que las garantías estatales proporcionadas sobre todo a las pymes -a través de los ICO- han cubierto alrededor de un 15% de la deuda corporativa de las entidades nacionales, por lo que señalan que estas cifras serán "manejables".

Recientemente era la propia S&P la que reconocía que hasta ahora no se había producido una caída generalizada de ratings, si bien se habían puesto en vigilancia negativa a ciertas empresas. Pese a ello, las previsiones en el corto plazo no son halagüeñas y la americana espera más morosidad en los sectores que han sufrido más trastornos por la pandemia, como el alojamiento y los servicios de restauración, el comercio minorista, el transporte y el ocio. 

En este mismo sentido, S&P considera que las carteras de préstamos a empresas y al consumo de los bancos españoles son las más propensas a sufrir impagos durante este 2021. De acuerdo con sus cifras, los préstamos a empresas representan alrededor del 47% de las carteras de préstamos nacionales del sistema bancario español, en línea con lo que vemos en la mayoría de los otros sistemas bancarios europeos. En cambio, hay algunos actores, como Santander, Sabadell o Cajamar, que tienen una proporción mayor.  

La banca española lleva meses realizando milmillonarias provisiones para tratar de paliar las consecuencias económicas de la pandemia. En cambio, para la agencia americana estas no serán suficientes y durante este 2021 deberán meter en la hucha aún más cuantías para evitar un golpe cuando llegue el pico de la mora, estimado para el último semestre de 2022. Esta idea es refrendada por el Banco de España que a través de su gobernador, Pablo Hernández de Cos, lo ha manifestado en varias ocasiones. 

En este sentido, y para evitar que las compañías lleguen a niveles de deuda extremos, lo que perjudicaría a los bancos, el regulador nacional ha recordado que en ocasiones es mejor refinanciar o capitalizar deuda antes de dejar que las empresas quiebren. Hernández de Cos dividía este martes en el Foro Hotusa 'Salvemos el turismo' las compañías en tres tipos con recomendaciones independientes para cada uno de ellos. 

El Banco de España aboga por reestructurar deuda y dar ayudas directas para evitar quiebras y mora a la banca

En primer lugar, se encontrarían aquellas compañías cuya demanda no va a cambiar como consecuencia de la pandemia pero que están muy endeudadas, por lo que la recuperación será más lenta. Para este tipo de empresas, Hernández de Cos recomienda la capitalización, la reestructuración o las ayudas directas, evitando que quiebren y, como consecuencia, el daño para los bancos. Esta misma solución es la que propone para el segundo grupo de empresas, aquellas que pese a perder demanda pueden sobrevivir gracias a ajustes internos. 

En cambio, hay un tercer grupo, aquellas sociedades que no son viables tras la pandemia por los cambios estructurales de la demanda, para las que desde el Banco de España señalan que "no tiene sentido mantener el apoyo permanente", pues supondría malgastar el dinero público. Con estos movimientos, la banca y los grandes fondos acreedores ya preparan una oleada de reestructuraciones para evitar un aumento de la mora que dañe al sector financiero. 

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