Por la inflación y el menor crecimiento

La banca eleva la prudencia y transferirá nuevos préstamos a vigilancia especial

Las entidades cierran las cuentas de un primer semestre bueno, pero el nuevo rumbo de la economía conducirá a un claro incremento de la cartera en 'Stage 2' que, en todo caso, será manejable. 

Ana Botín junto a José Ignacio Goirigolzarri y Carlos Torres. Tres presidentes muy diferentes en el control del poder ejecutivo dentro de sus respectivos bancos.
La banca eleva la prudencia y transferirá nuevos préstamos a vigilancia especial
EFE

La incertidumbre acecha al sector bancario, pero por ahora el camino parece manejable. La inflación ya no es tan transitoria como inicialmente se pensaba y el crecimiento económico empieza a ralentizarse, lo que podría afectar a la capacidad de pago de los acreditados. Por ello, las entidades financieras revisan continuamente a sus clientes y ya es una evidencia que el volumen de préstamos en vigilancia especial, calificados en 'Stage 2' en la jerga financiera, se incrementará. En todo caso, la posición de fortaleza de la banca española permitirá capear esta situación, siempre y cuando el escenario macro no empeore y torne hacia uno de recesión. 

"Es normal que el volumen de préstamos en 'Stage 2 se incremente. Habrá más a finales de año seguro. Es casi una evidencia, pero no será una situación como para ponerse a temblar", señala un experto financiero de KPMG. En esta misma línea, Francisco Uría, responsable global de banca para la misma firma, ha reconocido en un encuentro con periodistas que el Banco Central Europeo (BCE) está preocupado y vigila de cerca cuánto de preparado está el sector para afrontar un posible shock. "El supervisor se mantiene muy vigilante respecto al posible deterioro de carteras como consecuencia del empeoramiento de la situación económica", ha dicho. 

Uría ha utilizado un paralelismo náutico para explicar el entorno en el que opera el sector: "Es como si estuviera navegando y todo transcurre con normalidad, pero sabe que hay una tormenta sin conocer cuánto va a afectar". El responsable global de banca de KPMG ha admitido que el contexto es "un poco extraño", puesto que no se está registrando nada a día de hoy que sea demasiado preocupante, si bien hay una percepción ambiental de que todo se puede deteriorar. 

No se está registrando nada a día de hoy que sea demasiado preocupante, si bien hay una percepción ambiental de que todo se puede deteriorar

En todo caso, si el deterioro de las carteras llega y se produce un aumento de la morosidad, no sería demasiado preocupante en la medida en que los bancos tienen a día de hoy una posición de fortaleza llamativa. Además, los socios de KPMG consideran que ha habido una tarea de anticipación relevante, tanto durante la pandemia como en los últimos meses, con un alto nivel de provisiones que deberían servir para cubrir todo lo que pueda producirse en negativo. Eso sí, no es descartable que tengan que hacer un esfuerzo adicional si la situación va a peor. 

Los resultados del primer semestre de 2022, cuya temporada arrancará en apenas dos semanas, mostrarán que los bancos están realmente fuertes. Incluso el tradicional talón de aquiles -la rentabilidad- ha mejorado y está previsto que continúe haciéndolo durante los próximos meses a medida que desde Fráncfort se vuelve a la ortodoxia monetaria. La sensación es que el BCE va a actuar con mucha cautela en los próximos meses y no se le ve tomando medidas de gran intensidad o a la misma rapidez que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). 

La morosidad podría llegar desde varias vertientes. Además de los créditos con garantía del Instituto de Crédito Oficial (ICO), la subida de tipos puede tener un impacto importante, pues afecta igualmente a la capacidad de pago de los agentes, pero también a las valoraciones de la deuda pública y privada.  Los últimos datos proporcionados por el Banco de España apuntaban a 49.000 millones de dudosos en el sector privado residente, unos 27.000 millones en sociedades no financieras y 22.000 millones en hogares. En vigilancia especial se observaba hace unos meses un total cerca de 100.000 millones, con más de 60.000 millones para el primer grupo y por encima de los 31.000 millones en el segundo.

Los acreditados en 'Stage 2', que registran mayor probabilidad de impago con respecto a aquellos en situación normal y se sitúan a solo un escalón de entrar en morosidad, continúan aumentando a tasas de doble dígito. En las empresas, la presión financiera experimentará un incremento mínimo de 2,8 puntos porcentuales hasta 2024, según la simulación realizada por los equipos de la autoridad presidida por Pablo Hernández de Cos teniendo en cuenta el nuevo escenario base. La institución que gobierna Christine Lagarde ya ha adelantado que subirá los tipos el próximo mes de julio y aplicará, al menos, otro incremento adicional en septiembre, momento en el que valorará las circunstancias para decidir si es superior a los 25 puntos básicos.

Mostrar comentarios