Más presión para Telefónica

Bruselas reactiva el reloj de la fusión de Orange-Másmóvil con Vestager al acecho

Se da otros dos meses más para consultar a competidores, consumidores  y otros agentes. La comisaria, temida por su visión crítica de la consolidación, estará de vuelta en esta última fase tras su carrera por el BEI.

Montaje Meinrad Spenger Másmóvil y Orange Christel Heydemann apertura portada 3x1
Bruselas reactiva el reloj de la fusión de Orange-Másmóvil con Vestager al acecho.
Nerea de Bilbao (Infografía)

Última fase del proceso con la temida Margherete Vestager de vuelta. La Comisión Europea reactiva ahora el estudio de la fusión entre Orange y Másmóvil y se da dos meses más para consultar a competidores, consumidores y otros agentes en un estudio de mercado sobre el impacto de la transacción y la capacidad de compensación de los ‘remedios’ propuestos. La comisaria, cuya visión crítica en la consolidación de las operadoras de telecomunicaciones ha sido clave en el devenir de los últimos años, vuelve a escena tras su carrera frustrada en la presidencia del BEI en favor de Nadia Calviño. Eso sí lo hará con un trabajo bastante avanzado por su equipo técnico en el diseño del paquete de concesiones.

En los equipos de regulación de las operadoras implicadas dan por hecho que habrá nuevas peticiones de información y más requerimientos antes de dar la ‘luz verde’. La Comisión ha fijado la fecha límite el 14 de febrero, pero existe la posibilidad de ampliar en hasta diez días. Pero además no es descartable que haya una nueva “parada de reloj” por parte de la Comisión para exigir más cambios en la propuesta o el diseño de la transacción. En el mejor de los escenarios se cerraría y firmaría la transacción antes de que acabe el primer trimestre. Pero no se descarta que haya otro retraso. Hay que tener en cuenta que cada semana que se acumule sin fusionar equipos y estructuras es una semana ‘perdida’ en cuanto a sinergias.

El consejero delegado de Másmóvil, Meinrad Spenger, justificaba hace unos días ante los analistas el retraso en la presentación de esa propuesta de medidas correctoras por la complejidad del mercado español y los cambios profundos vividos en los últimos años -venta de Vodafone, más presencia de Digi...-.. Finalmente, se apuesta por ‘remedios’ relevantes, aunque sin dureza extrema. El ejecutivo aseguraba este martes que se trata de unas medidas que permiten la permanencia a largo plazo en el mercado de un cuarto operador relativamente fuerte como Digi, pues éste se asegura un acuerdo de roaming sí o sí con condiciones ventajosas.

Contará con infraestructura para seguir prestando su servicio durante los próximos años, ya sea porque mantiene el de Telefónica mejorando de manera relevante el precio al ‘amenazar’ con marcharse y movilizar sus millones de líneas o porque opta precisamente por salir a la propia Orange ejerciendo su opción incluida en el acuerdo. La otra consecuencia es que esto presionará el mercado mayorista español, en el que la propia operadora francesa y Telefónica se reparten una parte del pastel ante la negativa de Vodafone -hasta ahora-. La dueña de Movistar reducirá previsiblemente sus ingresos, incluso manteniendo el cliente, o podrá perderlo.

En este último ‘round’ del combate regulatorio estará enfrente de nuevo la comisaria de Competencia, Marghrete Vestager, que vuelve ahora a su puesto después de meses con una excedencia para completar la carrera para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Tras su derrota se pondrá al frente del equipo de Competencia, que hasta ahora ha estado liderado por su compañero belga Didier Reynders, comisario de Justicia. Su equipo ha trabajado de la mano de Orange y Másmóvil para acompañar en el proceso y tratar de asegurar que se ponían sobre la mesa las medidas deseadas por el organismo.

El carácter más duro con las fusiones -y su posición fuerte a favor de la existencia siempre de un cuarto operador en cada uno de los principales mercados de telecomunicaciones- ha sido especialmente temido por el sector. Sin embargo, según explican fuentes del mercado sería algo poco esperable que deshiciera el trabajo previo ejecutado durante estos últimos meses y planteara nuevas medidas restrictivas más allá del pacto planteado con Digi para la venta de espectro y el acceso a la red móvil.

Un nuevo 'Maverick'

Digi está llamado a repetir lo que sucedió hace más de siete años con la compra de Jazztel por Orange. Los ‘remedios’ planteados buscan “replicar” lo que hasta ahora ha llevado a cabo Másmóvil: un ‘Maverick’ que siga manteniendo la presión en los precios, especialmente en el segmento del ‘bajo coste’ y evitar un oligopolio con subidas sostenidas en el tiempo. El mensaje lanzado por la operadora rumana este mismo martes ha sido elocuente: fuerte bajada de los precios en España (hasta un 20%) tras pactar esos ‘remedios’.

En las plantillas de ambos lados siguen a la espera de lo que suceda en el primer semestre de 2024. El CEO de Orange en España, Ludovic Pech, se refirió a que las sinergias de 450 millones de euros anuales a partir del cuarto ejercicio desde la culminación de la fusión sólo se refería al terreno operativo y no al laboral. Pero hay que tener en cuenta que la plantilla conjunta se acercaría a las 9.000 personas y que, también en puestos directivos, habrá solapamientos. Telefónica suma más de 16.000 entre las tres principales filiales locales, aunque con el ERE que ahora se negocia se acercará a esa cifra, pues se esperan entre 3.000 y 4.000 salidas.

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