Por diez años más

Cellnex apura para cerrar la renovación de contratos con Telefónica en un mes

La gestora asegura que ya han renovado uno de los acuerdos "con las mismas condiciones" y aún les quedan algunos más. American Tower, rival de la torrera española, aprieta los dientes en Europa.

(I-D) El director de Finanzas y Desarrollo Corporativo de Cellnex, José Manuel Aisa, el CEO de Cellnex Telecom, Tobías Martínez, y el director de Asuntos Públicos y Corporativos, Toni Brunet.
Tobías Martínez, consejero delegado de Cellnex, en el centro.
Europa Press

Cellnex quiere finiquitar por la vía rápida las primeras renovaciones de contratos. La gestora de torres aprieta el paso para pactar con Telefónica la extensión de los que ambos tienen firmados desde hace una década. El objetivo que se ha marcado el consejero delegado, Tobías Martínez, es tenerlo listo en un mes. Ya se ha extendido durante diez años más un primer contrato "con las mismas condiciones iniciales". Quedan varios más pendientes. Como telón de fondo está la irrupción de American Tower, que se ha marcado como prioridad absoluta el avance en Europa, único mercado para la cotizada española.

El grupo dirigido por Martínez inició su andadura como gestor externo y neutro de torres en el año 2012. Adquirió 1.000 torres de telefonía móvil a Telefónica, operador dominante del mercado español. Fue lo que se conoció internamente como el 'Proyecto Babel'. Desde ese primer acuerdo, firmó otros cinco contratos que sumaban más de 3.000 emplazamientos más. A partir de ahí llegó el aluvión con el resto de operadoras europeas y españolas basado en un modelo de relaciones a largo plazo (con plazos de diez años renovables durante al menos otros diez más). Ahora, una década después de esa primera firma, se enfrenta a la primera renovación. Y todo apunta a que se salvará sin especiales problemas.

"El que debía renovarse pronto era el 'Proyecto Babel' y se ha renovado automáticamente con exactamente las mismas condiciones que antes", aseguró ante los analistas en la presentación de resultados el consejero delegado adjunto, Alexandre Molins. Por tanto, esas 1.000 primeras torres de telefonía se mantendrán en manos de Cellnex, como mínimo, otros diez años más. Tras este primer pacto quedan más acuerdos pendientes. "Seguimos trabajando en el resto de carteras, pero no esperamos sorpresas al respecto", apunta Molins. 

El que sí que ha ido más allá es el primer ejecutivo del grupo, Tobías Martínez, que fija un mes como plazo para cerrar definitivamente el resto de los contratos. "Manejamos una enorme cartera de activos de Telefónica, que no se superponen con otras torres en España, algo que es muy importante para nosotros", apuntó el ejecutivo. Hay que recordar que también tiene contratos cuyo vencimiento se acerca con Másmóvil (antigua Yoigo).  Esta era la prueba de fuego sobre cómo se abordarán estas primeras renovaciones, de cara a lo que vendrá después. El modelo de negocio de Cellnex se basa precisamente en acuerdos a largo plazo con las operadoras a las que compran las torres, para tener una previsibilidad mucho mayor en el volumen de negocio.

La relación entre Telefónica y Cellnex ha estado marcada por una cierta 'rivalidad' entre la operadora de telecomunicaciones y la 'torrera'. El fuerte crecimiento de esta última, ante la necesidad de las telecos de desprenderse de activos para reducir sus abultadas deudas, se ha visto con cierto recelo por la primera, especialmente castigada en bolsa. Aún así, ante las expectativas de un baile de fusiones en el mercado español (y europeo), el grupo presidido por José María Álvarez-Pallete ha recortado la distancia en capitalización bursátil a 2.000 millones: 25.200 a 27.300 millones.

Mientras tanto, como telón de fondo se encuentra American Tower y su intento por ganar terreno en el continente europeo, el único mercado al que ataca Cellnex. Tras la compra de las torres de Telxius en España y Alemania, el gigante estadounidense ya empieza a rentabilizarlo. Durante el ejercicio pasado, estos activos adquiridos tanto en Europa como en Latinoamérica le generó unos ingresos de 318 millones de dólares (285 millones de euros), según su informe anual recién presentado ante el regulador americano (SEC). La división europea generó un beneficio operativo de 260 millones de dólares frente a los menos de 100 de un año antes.

Desde la compañía estadounidense aseguran que Europa es una prioridad y por eso están buscando maneras de crecer. ¿Cómo? Básicamente mediante la adquisición de activos, como hicieron con Telxius o como ha hecho Cellnex con otras muchas operadoras. Hay muchas oportunidades aún por consolidar, con decenas de miles de torres en manos de 'torreras' más pequeñas o de las propias telecos. "Claramente el foco para nosotros es buscar oportunidades en Europa... pero estamos analizándolo con mucho cuidado de una manera muy disciplinada en términos de valoración", aseguraba el consejero delegado ante los analistas hace unos días. Precisamente la compra de Telxius se hizo a múltiplos récord (más de 30 veces el resultado de explotación), en un proceso competitivo en el que se vio las caras con Cellnex.

Entre esas oportunidades despunta una sobre la que también ha puesto los ojos Cellnex: las torres del gigante alemán Deutsche Telekom. La teleco está estudiando todas las posibilidades para la división de emplazamientos. Se planteó la fusión con otra gestora de otro operador o la venta a un gestor especializado. No es lo único. La propia Telefónica mantiene sus 7.000 torres en el mercado británico dentro de una joint venture al 50% con Vodafone. Su objetivo era desprenderse de estos activos, aunque tanto el grupo dirigido por Tobías Martínez como la estadounidense no buscan participaciones accionariales, sino contar con los activos.

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