Con la venta de Telxius

Telefónica pacta dos años sin despidos para los 250 empleados que pasan a ATC

La plantilla de la división de torres de telecomunicaciones pasará al gigante estadounidense American Tower Corporation, que también ha aterrizado como administrador de las filiales.

Telefónica vende a American Tower las torres de Telxius por 7.700 millones
Telefónica vende a American Tower las torres de Telxius por 7.700 millones

El acuerdo de venta de las torres de Telxius, la filial de infraestructuras de Telefónica, al gigante American Tower Corporation (ATC) no sólo trae consigo la entrega de todos esos activos. También habrá un trasvase de personal: los 250 empleados de esta división pasarán en los próximos días a las filas estadounidenses en las mismas condiciones de trabajo y con un 'blindaje' de dos años en los que no podrá haber despidos ordinarios. Ese es el pacto al que llegaron ambas partes en un acuerdo que acaba de ser ratificado por las autoridades de la competencia locales y también por el Gobierno de Pedro Sánchez.

Telefónica arrancó el año con una de las mayores ventas de su historia reciente: ATC se hacía con 30.700 torres de telefonía de Telxius -transferidas a esta filial durante los últimos años desde la propia Telefónica- por 7.700 millones de euros. La operación se ejecutaba en dos tramos, uno para las torres de España y Alemania, y otro para las latinoamericanas. El objetivo era tener ambas a mediados de año. Y así ha sido: hace dos semanas se formalizó el cierre de la primera, con el pago de 6.200 millones, y el lunes pasado se hizo con la segunda, tras desembolsar 900 millones. Con toda la maquinaria lista, el cambio de manos se va a completar en este mes de junio. También en el lado de los equipos.

En total, según confirman fuentes conocedoras, la división de las torres de telecomunicaciones de la teleco presidida por José María Álvarez-Pallete contaba con unos 250 empleados que se encargaban de toda la gestión del portfolio y la contratación de todos los trabajos de mantenimiento de la infraestructura. Estos contratos pasarán a formar parte de la empresa estadounidense, pero con una salvedad. Tal y como queda reflejado en el acuerdo firmado por ambas empresas, consultado por La Información, ATC está obligado a que durante un periodo de dos años que cuenta a partir de ahora se preserve el empleo y los términos y condiciones laborales, tales como salario fijo y variable, beneficios sociales, categorías o lugares de trabajo. No habrá por tanto despidos individuales o colectivos "salvo los individuales por motivos disciplinarios o de incumplimiento".

Los salarios medios de estos empleados no son especialmente altos. No están regulados, obviamente, por el convenio colectivo de las tres principales filiales de Telefónica (España, Móviles y Soluciones). Por ejemplo, los 74 empleados de media que tenían a finales de 2019 la filial española -ATC ha comprado ésta, junto con la alemana y la que engloba a toda Latinoamérica- tenían unos emolumentos de algo más de 52.000 euros anuales. La mayoría tenían categoría de mando intermedio o ejecutivo.

Todos estos empleados tienen el reto de hacer rentable, junto con la estructura del holding estadounidense y el apoyo desde la matriz, una fuerte apuesta por el mercado europeo, donde hoy reina como 'torrera' la española Cellnex. La de la gestión de las torres de telecomunicaciones es una actividad con flujos de caja relativamente asegurados, pero con la necesidad de incrementar la tasa de ocupación en cada uno de los emplazamientos para mejorar el rendimiento y la rentabilidad. ATC cuenta con un acuerdo comercial inferior a 30 años en el que alquilará como cliente preferente a Telefónica toda esta red. Para el año 2021, la infraestructura latinoamericana generará 70 millones de dólares de ingresos para la estadounidense, mientras que la europea alcanzará los 280 millones.

Los cambios en el empleador de la plantilla no son los únicos que se han vivido en las filiales de Telxius. También en las cúpulas de éstas están tomando el control desde ya los estadounidenses. Han empezado por la española, donde Daniel Noguera, responsable desde el año 2019, ha sido sustituido como administrador por Thomas Lebecque, el vicepresidente del negocio de fibra y de Innovación en Latinoamérica y la región europea y de Oriente Medio. El consejo de administración de la sociedad desde la que se gestionan los emplazamientos latinoamericanos, que tiene sede española, no ha tenido cambios. Ahí se mantienen, por ahora, Mario Martín, consejero delegado; Miguel Echavarría, responsable administrativo, y Antonio Ledesma, 'jefe' de las finanzas.

El cable submarino, a punto

Además de estos cambios, en este mes de junio, los dos grandes socios financieros de Telefónica en Telxius podrán apuntarse plusvalías muy importantes. El caso de Amancio Ortega, fundador de Inditex, es el más llamativo. En apenas 3 años desde que irrumpiera en el accionariado al adquirir casi un 10% va a lograr un 'beneficio' de algo más de 330 millones de euros. El fondo KKR entró en 2016 en la filial de infraestructura -donde también se aloja el cable submarino- a una valoración de casi 3.200 millones. Sólo las torres se han colocado por 7.100, más del doble.

Para que los tres socios cierren el círculo queda pendiente la venta del negocio de cable submarino, que se aceleró, tal y como avanzó La Información, hace varios meses. Telefónica ya recibió el grueso de las ofertas hace casi dos semanas y ahora queda elegir una terna que pasen a la 'fase final' de un proceso que ha sido gestionado por Société Générale. Entre los aspirantes están fondos de 'private equity' como el sueco EQT y algunos socios industriales. Las primeras propuestas colocaron la valoración en unos 1.500 millones, aunque esta cifra se podría incrementar para acercarse a los 2.000 millones.

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