Valoradas en unos 1.000 millones

Celsa establece como prioridad en su agenda vender las filiales internacionales

La operación es una realidad y el proceso se lanzará más pronto que tarde. Las divisiones en cuestión son las de Noruega, Reino Unido y Polonia y los inversores podrán pujar por separado sin la necesidad de que vayan en lote. 

El presidente de Celsa Group, Rafael Villaseca.
Celsa establece como prioridad en su agenda vender las filiales internacionales.
Kike Rincón / Europa Press

La venta de las filiales internacionales de Celsa es una realidad. La nueva dirección de la multinacional siderúrgica lo ha marcado como prioridad en su agenda y el proceso se lanzará más pronto que tarde. Las divisiones en cuestión son las de Noruega, Polonia y Reino Unido y los inversores podrán pujar por separado por cada una de ellas sin la necesidad de que vayan en lote. Entre las tres suman un valor de mercado que podrían rondar los 1.000 millones de euros.

Fuentes financieras aseguran a La Información que la operación es un hecho y que es "top of the agenda" para la compañía. "Celsa tiene enfoque total en este proceso", afirman las mismas fuentes. A principios de año Celsa contrató a Citi, tal y como adelantó este medio, y la empresa defendió que tan solo se trataba de "un ejercicio de exploración" para calcular su valor en el mercado y que en ningún caso había tomado ninguna decisión concreta. 

Este mismo martes, el presidente de la sociedad, Rafael Villaseca, y el consejero delegado, Jordi Cazorla, reiteraron en rueda de prensa en Barcelona que la contratación del banco de inversión respondía para lograr una valoración de las filiales extranjeras del grupo, y que la decisión serviría, por tanto, para profundizar en el conocimiento y alternativas que ofrecen sus divisiones internacionales. Fuentes de la empresa se remiten a estas declaraciones.

Reunión con los trabajadores

Un día más tarde de la cita con la prensa, Celsa se reunió con los sindicatos. Fuentes presenciales del encuentro cuentan a este medio que la compañía trasladó a los trabajadores que ha encargado a Citi la valoración porque cada activo tiene una situación diferente en cuanto a financiación y condiciones crediticias. La auditoría, a cargo de EY, refleja que Celsa concentra el 36% de la deuda con entidades de crédito entre sus filiales de Noruega y Reino Unido. Ambas suman un pasivo de 237,8 millones de euros, mientras que la de Polonia registra una deuda de 414 millones de euros con empresas del grupo y asociadas por un nuevo contrato de préstamo firmado en diciembre.

La dirección recalcó a los trabajadores que la mejor manera de saber cuánto valen estos tres activos es saber cuánto se está dispuesto a pagar por ellos. Insistieron en que esto no implica que se venda ninguno, aunque sin descartar cualquier movimiento que pueda ser rentable y beneficioso para el grupo. Francia no se considera filial extranjera porque pertenece a Celsa Atlantic. Celsa también afirmó a los sindicatos que las empresas del grupo en España no sufrirán cambios y que continúa en la búsqueda de un socio industrial nacional para que tome el 20%, tal y como se comprometió con el Gobierno. Sidenor, Cristian Lay, Megasa y Grupo Gallardo, suenan entre los candidatos, aseguran desde los sindicatos, y la compañía tiene de plazo hasta junio. A falta de pocos meses, no ha iniciado el proceso, según reconoció el propio Villaseca.

"Los bancos quieren hacer caja y empezar a recuperar la inversión"

Una vez conocida la noticia de que la venta es una realidad, las fuentes sindicales consultadas van más allá. "Para nosotros la venta de las sociedades de fuera de España, sobre todo de Polonia, es el principio del fin del grupo Celsa. Los bancos quiere hacer caja y empezar a recuperar la inversión, y Polonia es uno valores más importantes del grupo", advierten en conversación con este periódico.

En un comunicado de febrero, los representantes de los trabajadores denunciaron que la venta de filiales restará valor al grupo y que se pondrá en riesgo su viabilidad, ya que el 50% del beneficio bruto de explotación (Ebitda) corresponde a Noruega, Polonia y el Reino Unido, según UGT y CC OO. "Celsa es una multinacional y si los fondos venden los bienes que tiene fuera se convierte en una empresa de ámbito nacional que se debilita muchísimo, y también a sus intereses económicos de futuro. El compromiso (de mantener activos) existía y lo que vemos es el claro funcionamiento de los fondos de inversión: tomar posesión y vender activos para hacer caja", señalan desde los sindicatos.

Las mismas fuentes detallan que los fondos recuperarían su inversión incluso con vender menos de la mitad de los activos que se plantean ahora mismo. La operación se enmarca así dentro de la nueva estrategia que está llevando a cabo el fabricante de acero para la que ha contratado a la consultora Bain & Company.

Agujero patrimonial de 1.339 millones de euros

Los fondos acreedores recibieron luz verde de la Justicia para tomar el control de Celsa en septiembre del año pasado y el nuevo equipo directivo inició a finales del curso un proceso de auditoría, consolidación financiera y corrección de salvedades contables, y ya en marzo de este año formuló las primeras cuentas anuales consolidadas a todos los niveles con EY como auditor. El agujero patrimonial que se han encontrado es de 1.339 millones de euros. Además del pasivo de las tres sociedades patrimoniales con las que la familia Rubiralta controlaba el grupo siderúrgico, de 539 millones de euros, EY refleja en las cuentas 419 millones de euros de créditos fiscales no recuperables.

No obstante, gracias a la recapitalización de deuda por importe de 1.418 millones de euros y otros ajustes contables, los estados financieros del curso pasado reportan unos fondos propios consolidados de 326 millones de euros. Por el contrario, si la reestructuración no se hubiera desarrollado, la compañía habría registrado unos fondos propios negativos de 1.187 millones. De este modo, ya saneadas las cuentas, Celsa, que estaba "totalmente quebrada" según las palabras del propio Villaseca, cerró el ejercicio con un resultado anual consolidado después de impuestos de 459 millones de euros. Habría incurrido en unas pérdidas de 918 millones de euros sin la reestructuración. 

"La compañía ha salido de la UCI, pero sigue en el hospital"

"La compañía ha salido de la UCI, pero sigue en el hospital", dijo Villaseca en la primera rueda de prensa tras tomar posesión el pasado noviembre. Los fondos acreedores controlan en torno el 90% de la deuda 'jumbo' y convertible son Deutsche Bank, SVP, Attestor, Cross Ocean, Anchorage, GoldenTree y Sculptor. Estos se comprometieron al mantenimiento de la viabilidad de la empresa en el largo plazo; la toma de decisiones del grupo en España; y la protección del empleo y de las capacidades productivas. También mostraron al Gobierno "su total compromiso" para sanear y fortalecer la posición financiera de Celsa y mantener su plantilla y sus capacidades productivas en España.

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